Apagón educativo en Costa Rica deja un rezago de dos años en aprendizaje

Cuando se creía que el “apagón educativo” que sufrió una generación de estudiantes entre 2018 y 2021 era la mala noticia, llega una peor para Costa Rica, la pérdida de aprendizajes durante esos años no ha logrado ser subsanada por el Sistema de Educación.

Los estudiantes de primaria y secundaria han avanzado con grandes deficiencias en sus aprendizajes, en parte por la flexibilización de las pruebas y porque el sistema educativo se ha enfocado en garantizar la continuidad de las lecciones, pero sin asegurar el desarrollo de competencias claves.

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Así se desprende del Noveno Informe del Estado de la Educación, que desnuda una serie de carencias en los aprendizajes, especialmente los relacionados con la capacidad lectora y la matemática que deberían tener los estudiantes, tanto de primaria como de secundaria.

“En relación con la valoración general, ya el informe anterior había señalado que el país atravesaba la peor crisis de los últimos 40 años. Este nuevo informe no trae muy buenas noticias, la crisis educativa, lejos de resolverse, se ha profundizado, y se ha profundizado en tres áreas importantes, en materia de recursos, gestión y resultados de aprendizaje de los estudiantes”, dijo Isabel Román, coordinadora de Investigación del Programa Estado de la Nación.

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La tasa de escolaridad aumentó de manera significativa durante estos cuatro años, pero lo que parece una buena noticia no lo es, ya que los estudiantes están avanzando en el sistema por medidas de flexibilización aplicadas por el Ministerio de Educación Pública (MEP), pero con rezagos de aprendizaje muy importantes.

A pesar de que se habló de un plan de nivelación de aprendizajes, la transición o cambio de gobierno afectó la aplicación de una estrategia definida e integral para ayudar a los estudiantes.

“El sistema educativo debe trabajar con una generación estudiantil que presenta rezagos importantes en conocimientos y habilidades básicas. De no atenderse esta situación, podría generar un efecto rebote en la exclusión, reprobación y asistencia del estudiantado”, dijo Dagoberto Murillo, investigador del informe.

¿Cuáles son las consecuencias de estas deficiencias?

Los expertos aseguran que impactaría de manera negativa los ámbitos social, económico y humano, lo que podría reducir el acceso a oportunidades e incrementar desigualdades existentes.

Lo peor es que el sistema educativo experimenta retrocesos en áreas estratégicas que ayudarían al país a salir de la crisis y una de ellas es el financiamiento, ya que el presupuesto asignado a la educación para 2023 fue el más bajo en los últimos nueve años.

Estos problemas de aprendizaje no solo tienen consecuencias en primaria y secundaria, ya que de diez estudiantes que quieren ingresar a la universidad, seis no lo logrará, y los que llegarán a la educación superior tendrán problemas para adaptarse los primeros años, hasta con posibilidad de repitencias.

“Hay que nivelar los aprendizajes: La verdad es que no importa lo que las universidades puedan hacer para nivelar conocimiento, no van a poder jamás subsanar las deficiencias del sistema educativo en primaria y secundaria, es una fuerte llamada de atención”, dijo Marcela Román, investigadora del informe.

El problema es serio cuando se analiza que las decisiones administrativas, flexibilización de estándares académicos y la falta de apoyo a la población estudiantil, pone en riesgo el éxito de la trayectoria educativa y laboral de una generación.

¿Qué se debe hacer entonces?

El primer paso para salir de esta crisis educativa es reconocer el problema y así empezar a disminuir los riesgos a futuro que tendrán otras generaciones.

Asignar el porcentaje por ley del financiamiento de la Educación, fortalecer los aprendizajes de los estudiantes y la evaluación de lo que saben, y fortalecer las condiciones laborales y de formación de los docentes será vital para detener este rezago educativo nacional.

Para ello se debe devolver el 8% del PIB a la Educación, aumentar la cantidad de escuelas que brinden todas las materias (currículo completo), aplicar pruebas nacionales estandarizadas que tengan acompañamiento de expertos y mantenerlas a lo largo del tiempo, mejorar condiciones salariales para atraer nuevos docentes al sistema y aplicar la prueba de idoneidad a los profesores, son parte de las recomendaciones de los expertos.