Amenaza de cambio en los ecosistemas
| Sábado 06 junio, 2009
Amenaza de cambio en los ecosistemas
El medio ambiente de los seres vivos es su entorno, y está constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química, biológica y sociocultural, que interactúan entre sí, y están en permanente modificación por la acción humana o natural.
Actualmente, la humanidad ha superado la cifra de 6 mil millones de habitantes y ocupa prácticamente todo el planeta. Los bosques son talados para conseguir madera y las zonas agrícolas y los recursos marinos y del subsuelo se explotan a tal escala, que no tardan en agotarse, lo que supone una seria amenaza a la vida en la tierra, en el largo plazo.
El crecimiento demográfico ha impulsado la transformación del medio natural, en un medio humanizado, con mejoras y nuevos descubrimientos en la agricultura y la ganadería, los avances científicos y técnicos, la realización de obras (edificios, caminos y puentes, etcétera), y la industrialización a partir del siglo XVIII.
Sin embargo, todo este progreso tecnológico, simultáneamente también nos ha traído preocupaciones, porque los recursos son perecederos, fungibles y presentan el peligro de sucumbir ante los actos corrosivos y de desgaste de los humanos.
A todas luces, el mundo sufre la amenaza de un cambio radical en sus ecosistemas, y la conservación del medio se impone, pues es la única manera de alcanzar un ritmo de desarrollo sostenible que permita la expansión humana, sin poner en peligro el equilibrio ecológico.
Los problemas ambientales, ya no aparecen independientes unos de otros, sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente, al margen de los grandes fenómenos catastróficos, que son cada día más frecuentes, por su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.
La conservación del ambiente supone un reto a los valores de la sociedad, porque es muy difícil que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, y las pautas de consumo.
Sin embargo, la educación ambiental, como instrumento de transformación no debe limitarse solamente a un aspecto concreto del proceso educativo, es necesario incluirla en los programas de planificación, con el objetivo de hacer planteamientos innovadores, que nos permitan reinventar de forma creativa nuestra forma de entender y relacionarnos con el mundo natural.
Claro está que la educación no puede, por sí sola, orientar el proceso hacia el desarrollo sostenible, este debe vincularse con la legislación, las políticas, y las decisiones que adopten los gobiernos en relación al medio ambiente.
Finalmente, el desarrollo de la humanidad no debe estar por encima de la conservación del medio ambiente. La protección del ambiente y de nuestros recursos naturales depende de todos y cada uno de nosotros.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos el Río Pacuare
Director ejecutivo
El medio ambiente de los seres vivos es su entorno, y está constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química, biológica y sociocultural, que interactúan entre sí, y están en permanente modificación por la acción humana o natural.
Actualmente, la humanidad ha superado la cifra de 6 mil millones de habitantes y ocupa prácticamente todo el planeta. Los bosques son talados para conseguir madera y las zonas agrícolas y los recursos marinos y del subsuelo se explotan a tal escala, que no tardan en agotarse, lo que supone una seria amenaza a la vida en la tierra, en el largo plazo.
El crecimiento demográfico ha impulsado la transformación del medio natural, en un medio humanizado, con mejoras y nuevos descubrimientos en la agricultura y la ganadería, los avances científicos y técnicos, la realización de obras (edificios, caminos y puentes, etcétera), y la industrialización a partir del siglo XVIII.
Sin embargo, todo este progreso tecnológico, simultáneamente también nos ha traído preocupaciones, porque los recursos son perecederos, fungibles y presentan el peligro de sucumbir ante los actos corrosivos y de desgaste de los humanos.
A todas luces, el mundo sufre la amenaza de un cambio radical en sus ecosistemas, y la conservación del medio se impone, pues es la única manera de alcanzar un ritmo de desarrollo sostenible que permita la expansión humana, sin poner en peligro el equilibrio ecológico.
Los problemas ambientales, ya no aparecen independientes unos de otros, sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente, al margen de los grandes fenómenos catastróficos, que son cada día más frecuentes, por su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.
La conservación del ambiente supone un reto a los valores de la sociedad, porque es muy difícil que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, y las pautas de consumo.
Sin embargo, la educación ambiental, como instrumento de transformación no debe limitarse solamente a un aspecto concreto del proceso educativo, es necesario incluirla en los programas de planificación, con el objetivo de hacer planteamientos innovadores, que nos permitan reinventar de forma creativa nuestra forma de entender y relacionarnos con el mundo natural.
Claro está que la educación no puede, por sí sola, orientar el proceso hacia el desarrollo sostenible, este debe vincularse con la legislación, las políticas, y las decisiones que adopten los gobiernos en relación al medio ambiente.
Finalmente, el desarrollo de la humanidad no debe estar por encima de la conservación del medio ambiente. La protección del ambiente y de nuestros recursos naturales depende de todos y cada uno de nosotros.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos el Río Pacuare
Director ejecutivo