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EDITORIAL


Una visita esperada

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 21 noviembre, 2007


Editorial


Atrás podrían quedar las acusaciones, las diferencias y el distanciamiento que lamentablemente ha marcado la relación entre los presidentes de dos países vecinos.

Después de casi un año de haber asumido el poder en Nicaragua y de haber dejado a Costa Rica de último en la lista de países centroamericanos por visitar, el mandatario nicaragüense Daniel Ortega anunció su llegada a suelo nacional para mañana.

Ortega decidió atender la invitación que Oscar Arias le cursara en la reciente visita que realizó a Managua por iniciativa del cardenal Miguel Obando y Bravo para conmemorar los 20 años del Plan de Paz para Centroamérica.

Desde entonces las relaciones parecen haber entrado en una nueva fase más promisoria sin la intercesión de terceros ni reproches verbales que conducían a un peligroso camino para ambos gobiernos.

Por eso, la visita de mañana, sin lugar a dudas esperada, despierta una gran expectativa entre las poblaciones de dos naciones que saben que tienen mucho por resolver.

Del próximo jueves se esperan noticias de lo que bien podría convertirse en un futuro común que permita conseguir mejores condiciones para los dos países así como a la zona fronteriza, la cual tiene un gran potencial turístico y comercial que aún no ha sido bien aprovechado.

Costa Rica y Nicaragua necesitan logros comunes tanto en el ámbito político como en el social.

Hoy un nicaragüense que habita en Costa Rica se siente más lejos de su patria de lo que geográficamente dicta la realidad. De igual manera un ciudadano costarricense que vive en Nicaragua no se siente tan cercano como sí lo están las fronteras.

Costa Rica necesita de la fuerza laboral nicaragüense por lo que es conveniente la posibilidad de firmar convenios con los marcos legales respectivos, tal y como se ha hecho con Panamá.

La lista de pendientes es extensa y la agenda bilateral está ávida de atención, una atención que se mantenga en el tiempo, que no se abandone y se retome con el paso de los años y las diferentes administraciones.

Las poblaciones estás esperanzadas y los gobernantes darían un primer paso mañana, ojalá que así sea.







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