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Una Buena Alianza

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 01 junio, 2022


Arnoldo André Tinoco, Canciller de Costa Rica
Arnoldo André Tinoco, Canciller de Costa Rica


Arnoldo André Tinoco, Canciller de Costa Rica

La región de Asia ha producido en las últimas décadas, índices altos de crecimiento y desarrollo sostenido, que además han demostrado una alta resiliencia para enfrentar las crisis. Con sólidas estrategias para potenciar ese crecimiento, Asia ofrece oportunidades para una vinculación efectiva de largo plazo de nuestro país con la región, sobre la base de los objetivos de desarrollo nacional, y con acciones decididas.

En el diseño de las acciones estratégicas de la política exterior costarricense con Asia, hemos aprovechado esa vinculación efectiva para identificar oportunidades con los denominados ejes transpacíficos, como el Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este (FOCALAE), el Consejo de Cooperación Económica del Pacífico (PECC), el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), con una orientación a la acción. El trabajo de las misiones diplomáticas y consulados de Costa Rica, ha sido determinante en el continuo intercambio político, de comercio, inversión, y entre las academias, solo para citar algunos.

En este contexto, subrayamos la importancia de nuestra relación con la República Popular China, oficializada el 1 de junio 2007, y fortalecida a lo largo de 15 años, sobre la base de una amistad sólida, el respeto, la solidaridad y la cooperación. Esta relación, que cumple la visión china del desarrollo como un proyecto a largo plazo, pone de manifiesto la relevancia de una diplomacia orientada a cosechar réditos a partir de las semejanzas, en lugar de centrarnos en las diferencias.

La Alianza Estratégica entre Costa Rica y China, ha generado múltiples resultados positivos multidimensionales. Se han propiciado acciones concretas de cooperación en temas como educación, comercio, agricultura, ciencia e innovación, entre otros, convirtiendo así a China en un socio fundamental para Costa Rica. Nuestro país, por su parte, se ha convertido en un centro de atracción de inversiones, que gracias a la multiplicidad de enlaces en todos los campos con los países de la región, primeramente, pero también con otros fuera de ella, es un claro puente para facilitar encuentros y alianzas, en particular en tiempos de recuperación económica. La estabilidad política que nos caracteriza contribuye a hacernos un socio en posición de privilegio.

El Reino Medio es también un socio que comparte valores con nuestro país. La identificación del ser humano como el punto de referencia esencial, y de su bienestar como norte de las acciones del Estado, dibuja una línea de partida común. Adicionalmente, coincidimos en el reconocimiento del sistema multilateral internacional, suscribiendo en toda su dimensión el principio del multilateralismo, en la necesidad de crear las condiciones para un desarrollo sostenible, y en el trabajo orientado a producir desarrollo, que China suscribe bajo los principios de paz duradera, armonía y prosperidad común. Concordamos en la visión de alcanzar la descarbonización de nuestras economías, y la implementación de metas de carbono neutralidad para el año 2060 para China y 2050 para Costa Rica.

Los retos de la Cuarta Revolución Industrial están presentes para estos países que buscan mejorar sus índices, en medio de los desafíos que plantea el cambio climático y los compromisos que ambos hemos suscrito a través de instrumentos internacionales. El establecimiento de Zonas Económicas Verdes, en las que la protección del ambiente sea el punto de partida, y el elemento transversal en la toma de decisiones, es un área donde ambos podemos cooperar.

Sobre el eje de lograr relaciones de beneficio mutuo, hoy contamos con índices relevantes en nuestra balanza comercial con China, con quien venimos creando oportunidades de comercio desde la década de los 90. La suscripción de un tratado de libre comercio entre ambos países en el año 2010, potenció aún más esa relación, que para el 2021 contabilizó un intercambio comercial de US$3 246 millones.

La oferta de productos exportados e importados es vasta y diversa, e incluye de nuestra parte dispositivos médicos, carne, cítricos, preparados o conservados, pieles y cueros, café, circuitos integrados, entre otros, y de parte de China, productos laminados de hierro o acero, computadoras portátiles, celulares, pantallas de televisión, vehículos para el transporte de personas, manufacturas de plástico, entre otros.

Este pilar de ganar-ganar también se ha traducido en acuerdos en diferentes áreas de cooperación técnica, como el Memorando de Entendimiento de la Franja y la Ruta, firmado en el 2018, orientado a llevar a cabo cooperación en estrategias de desarrollo, planificación y políticas. De igual forma, el Protocolo Temporal para la Promoción de Turismo de China, firmado en fecha reciente, reconoció las posibilidades para una industria decisiva en el abordaje de la recuperación post pandemia. Ambos países estamos encaminados hacia el desarrollo de una cooperación integral, que sea verde, resiliente e inclusiva, pero además pragmática, y solidaria.

Otras experiencias exitosas las tenemos en el ámbito cultural, en donde China ha compartido su idioma, su arte, sus tradiciones y sus costumbres. El número de estudiantes costarricenses que se ha beneficiado de becas de estudio en China, además de la labor constante del Instituto Confucio en la promoción cultural china desde el año 2009, han contribuido a un mayor entendimiento del gigante asiático, permitiéndonos un conocimiento más cercano.

Además, la característica de solidaridad también tiene una gran relevancia en la relación de Costa Rica y China, y ha estado presente momentos clave. China respondió a los requerimientos para la atención de la pandemia por COVID-19, con la donación de cientos de miles de insumos de protección personal y de uso médico, sumando su aporte a la campaña que el país construyó para asegurar las condiciones adecuadas a las personas usuarias de los servicios de salud.

Las visitas de alto nivel entre los dos países también han sido motores para esta relación que este año cumple su aniversario de cristal. Costa Rica y China han recibo presidentes, ministros, y otras figuras políticas relevantes de su contraparte, que resultaron en importantes acuerdos de donación, y convenios para asistencia técnica en programas de atracción de inversiones, desarrollo de tecnología, y otros. Producto de estas visitas, también contamos hoy con importantes proyectos de infraestructura. En un futuro próximo, será necesario retomar encuentros a este nivel, siempre necesarios para revisar el estado de las relaciones, la agenda de diálogo político, de cooperación, de comercio y de atracción de inversiones, a fin de fortalecer la visión de largo plazo que hoy es el basamento de una relación exitosa.

Organizaciones como la Asociación de Amistad China-Costa Rica, también se han convertido en elementos destacados en el entrelazado de intereses y posibilidades que cobija las relaciones de los dos países.

Desde 1855, cuando habitantes de la ciudad de Cantón vinieron a la región a trabajar en la construcción del ferrocarril, nuestro país fue receptor de personas con gran mística de trabajo, un deseo por el emprendimiento y mucha solidaridad, cuya participación en la sociedad costarricense cosechó y continúa cosechando, importantes frutos.

Ahora, en el futuro de la relación de estos dos países tan distintos en sus dimensiones, pero tan parecidos en sus ideales, está presente una plétora de oportunidades. La pandemia vino a poner al descubierto los negativos resultados de su impacto en las sociedades menos preparadas para enfrentar las crisis y los cambios, pero también, evidenció el valor del trabajo conjunto, y la cooperación, a nivel nacional, regional, y en los espacios de encuentro de las naciones en la arena multilateral. En todos esos ámbitos, nuestro país tiene un compañero de viaje: un gigante que también ha vivido en carne propia los dolores del desarrollo, pero que entiende, como también lo hace Costa Rica, que “los intereses que deben considerarse, son los intereses de todos”. (Cita: Obras Clásicas citadas por Xi Jinping. Autor Xi Jinping, EUNA Editorial Universidad Nacional. 1953, página 223.)


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