Un menú a todo vapor
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Miércoles 25 mayo, 2011
Un menú a todo vapor
El restaurante Ferroviario 1857 hace honor a su nombre
Rodeados por la historia y elementos que recuerdan un ferrocarril antiguo, el restaurante Ferroviario 1857 recibe a sus comensales con una experiencia única.
Los meseros vestidos con overoles y gorras, así como una colección de antigüedades que incluye radios, cámaras, lámparas, así como un vagón comedor y una campana, forman parte del espacio.
El concepto fue desarrollado completamente en Costa Rica por Javier Vargas y Marta Garrido, sus propietarios, decididos a implementar un concepto diferente.
“El vagón tiene maletas de la época, cajas de vino, cajas de refrescos de antaño y todo aquello que nos hace viajar por el tiempo y sentirnos en una estación de trenes”, comentó Garrido.
La especialidad del restaurante son los cortes internacionales de carne a la parrilla, así como platos para compartir, colocados en pequeñas parrillas con carbón para que no se enfríe.
El menú, que tiene como peculiaridad ser un periódico viejo que se puede llevar de recuerdo, incluye hongos gratinados portobello, chorizo casero, crema de papa, lomito a la parrilla, parrillada 1857, bife de entraña, churrasco, así como hamburguesas y el famoso choripán.
También incluye pastas, pescados y mariscos, así como postres y una selección de 40 etiquetas de vino de diferentes regiones.
Para quienes quieren un almuerzo entre semana, cuenta con platos ejecutivos.
Y como parte del entretenimiento los jueves trova y los sábados hay música en vivo a partir de las 7 p.m.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
El restaurante Ferroviario 1857 hace honor a su nombre
Rodeados por la historia y elementos que recuerdan un ferrocarril antiguo, el restaurante Ferroviario 1857 recibe a sus comensales con una experiencia única.
Los meseros vestidos con overoles y gorras, así como una colección de antigüedades que incluye radios, cámaras, lámparas, así como un vagón comedor y una campana, forman parte del espacio.
El concepto fue desarrollado completamente en Costa Rica por Javier Vargas y Marta Garrido, sus propietarios, decididos a implementar un concepto diferente.
“El vagón tiene maletas de la época, cajas de vino, cajas de refrescos de antaño y todo aquello que nos hace viajar por el tiempo y sentirnos en una estación de trenes”, comentó Garrido.
La especialidad del restaurante son los cortes internacionales de carne a la parrilla, así como platos para compartir, colocados en pequeñas parrillas con carbón para que no se enfríe.
El menú, que tiene como peculiaridad ser un periódico viejo que se puede llevar de recuerdo, incluye hongos gratinados portobello, chorizo casero, crema de papa, lomito a la parrilla, parrillada 1857, bife de entraña, churrasco, así como hamburguesas y el famoso choripán.
También incluye pastas, pescados y mariscos, así como postres y una selección de 40 etiquetas de vino de diferentes regiones.
Para quienes quieren un almuerzo entre semana, cuenta con platos ejecutivos.
Y como parte del entretenimiento los jueves trova y los sábados hay música en vivo a partir de las 7 p.m.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net