Un encuentro cordial
| Miércoles 20 junio, 2012
Un encuentro cordial
En un artículo publicado el pasado miércoles 13 de junio en la sección de opinión de este mismo diario, se afirma de manera errónea la actitud del Vaticano “humillando a la presidenta y al país”, ya que” no le permitieron llevar a su segundo esposo de matrimonio civil”.
Para hacer tales afirmaciones, es necesario tener cierto conocimiento de las normas protocolares, que de acuerdo a las diferentes culturas y tradiciones de los diversos pueblos, varían.
En el caso concreto de la Santa Sede, siendo el Jefe de Estado el máximo representante de la Iglesia Católica, es comprensible que se rija por la doctrina del Evangelio, en este caso lo que enseña al respecto del matrimonio.
Esta es la razón por la cual desde siglos atrás, es costumbre que los gobernantes, en sus visitas oficiales al Papa, cuando son casados por la Iglesia, vayan acompañados de su respectiva esposa o esposo. Esta tradición se aplica principalmente a los países de tradición cristiana, como es el caso de Costa Rica, en donde la Constitución Política establece que la Religión Oficial del estado es la católica.
Entendiendo lo anterior, podemos decir que, contrario a lo que afirma dicho artículo y según lo expresa la misma oficina de prensa de la Casa Presidencial, el encuentro se llevó a cabo en un ambiente de cordialidad entre la Señora Presidenta y el Santo Padre Benedicto XVI.
La misma mandataria en declaraciones a los medios de comunicación dijo haberle llamado mucho la atención el conocimiento del Santo Padre acerca de la realidad costarricense, su profundo respeto hacia la soberanía de los países, así como los elogios hacia Costa Rica, que la calificó como un referente de paz en América y de la cual destacó su gran riqueza natural.
De esta forma, vemos que de ninguna parte —incluida la oficina de prensa de la Presidencia— se desprende que haya existido algún sentimiento de descontento ante las circunstancias que en este caso exige el protocolo.
Lamentamos que se haya querido oscurecer la visita de la Señora Presidenta al Vaticano, queriendo polemizar, cuando en realidad no existen motivos para ello.
Nunciatura Apostólica (Embajada de la Santa Sede) en Costa Rica
En un artículo publicado el pasado miércoles 13 de junio en la sección de opinión de este mismo diario, se afirma de manera errónea la actitud del Vaticano “humillando a la presidenta y al país”, ya que” no le permitieron llevar a su segundo esposo de matrimonio civil”.
Para hacer tales afirmaciones, es necesario tener cierto conocimiento de las normas protocolares, que de acuerdo a las diferentes culturas y tradiciones de los diversos pueblos, varían.
En el caso concreto de la Santa Sede, siendo el Jefe de Estado el máximo representante de la Iglesia Católica, es comprensible que se rija por la doctrina del Evangelio, en este caso lo que enseña al respecto del matrimonio.
Esta es la razón por la cual desde siglos atrás, es costumbre que los gobernantes, en sus visitas oficiales al Papa, cuando son casados por la Iglesia, vayan acompañados de su respectiva esposa o esposo. Esta tradición se aplica principalmente a los países de tradición cristiana, como es el caso de Costa Rica, en donde la Constitución Política establece que la Religión Oficial del estado es la católica.
Entendiendo lo anterior, podemos decir que, contrario a lo que afirma dicho artículo y según lo expresa la misma oficina de prensa de la Casa Presidencial, el encuentro se llevó a cabo en un ambiente de cordialidad entre la Señora Presidenta y el Santo Padre Benedicto XVI.
La misma mandataria en declaraciones a los medios de comunicación dijo haberle llamado mucho la atención el conocimiento del Santo Padre acerca de la realidad costarricense, su profundo respeto hacia la soberanía de los países, así como los elogios hacia Costa Rica, que la calificó como un referente de paz en América y de la cual destacó su gran riqueza natural.
De esta forma, vemos que de ninguna parte —incluida la oficina de prensa de la Presidencia— se desprende que haya existido algún sentimiento de descontento ante las circunstancias que en este caso exige el protocolo.
Lamentamos que se haya querido oscurecer la visita de la Señora Presidenta al Vaticano, queriendo polemizar, cuando en realidad no existen motivos para ello.
Nunciatura Apostólica (Embajada de la Santa Sede) en Costa Rica