Un cajero automático de cupcakes
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 31 marzo, 2014
NUEVAS IDEAS
Un cajero automático de cupcakes
La iniciativa surgió en California, fue idea de la chef Candice Nelson
"Sprinkles Cupcakes" tiene cajeros automáticos de cupcakes en Beverly Hills, Las Vegas, Dallas y Chicago, además del que acaba de estrenar en Manhattan, al cual asistió la modelo Holly Madison. Internet / La República
En la "ciudad que nunca duerme", la última ocurrencia de una pastelería de la Gran Manzana ha sido abrir un "cajero automático" para que los neoyorquinos puedan saciar su apetito por los "cupcakes" a cualquier hora del día."He venido desde Connecticut para probar estos 'cupcakes'. Me han dicho que son muy buenos y es básicamente el motivo por el que estoy en Nueva York", dijo a Efe Kelly Cattano, una joven de 14 años que no dudó en viajar una hora en tren para probar un "red velvet" (de chocolate y vainilla recubierto de un colorante rojo hecho con remolacha).
Otros como Malene se enteraron a través de las redes sociales de esta golosa iniciativa y antes de ir al trabajo decidió pasar por el "cajero automático" para comprar un par de "cupcakes" a sus compañeros, a $4,25 cada antojito.
La iniciativa surgió hace un par de años en California, cuando la popular chef Candice Nelson, fundadora de "Sprinkles Cupcakes", salió con unos amigos y en mitad de la noche fue incapaz de aplacar su antojo por un pastelito.
El primer local se estrenó hace nueve años en el corazón de Beverly Hills, a unos pasos de Rodeo Drive, y desde entonces han abierto quince pastelerías repartidas en ocho estados, desde California a Nueva York, pasando por Illinois, Georgia o Texas.
Con casi medio millón de "amigos" en Facebook y más de 127 mil seguidores en Twitter, por ahora tienen "cajeros automáticos" en sus pastelerías de Beverly Hills, Las Vegas, Dallas y Chicago, además del que acaban de estrenar en Manhattan.
Para su asalto a Nueva York han optado por el Upper East Side, el barrio "nice" de la ciudad, donde esperan ganarse la confianza de una clientela fiel que siente un fervor casi religioso por este dulce tradicional que volvió a reinventarse con "Sex and the City" ("Sexo en Nueva York").
Nueva York / EFE