Un poco de optimismo cae bien

Una dosis de esperanza nos la trae LA REPUBLICA hoy, mediante una entrevista que refleja la percepción del economista Fernando Naranjo, ex canciller, ex ministro de Hacienda y presidente de TACA Costa Rica, al afirmar que el país no está en crisis ni lo estará el año entrante

Aunque considera innegable que las circunstancias económicas mundiales puedan tener un impacto al interior de nuestras fronteras, sugiere que se puede contrarrestar con más gasto del Gobierno central, como carreteras y calles, aeropuertos y programas sociales y de las instituciones públicas como la Caja y el ICE. No se justifica el superávit si a cambio se puede reactivar la economía, es su tesis. En este caso, la posición de Naranjo es la keynesiana.

Los técnicos, especialmente los economistas, tienen su visión sobre formas de salir adelante en situaciones de crisis. La deben tener también los políticos, desde luego, para encaminar al país, si la recuperación se logra, hacia el modelo de desarrollo que los costarricenses desean. Pero cualquier camino elegido para superar un problema, por acertado que sea, se concreta mediante la acción humana cotidiana. Ese complejo motor energético es el que pone en marcha todo.

Por eso es buena también una dosis de optimismo desde la antropología. Sin ignorar los problemas, especialmente cuando se originan en factores exógenos, pero aun si los hemos iniciado o aumentado en casa, la actitud optimista ante ellos puede modificar de manera importante la situación.

Pero no hablamos de un optimismo para soslayar alegremente las circunstancias adversas y caminar atolondrados hacia un problema cada vez más profundo y difícil, sino para enfrentarlas con una actitud enérgica, productiva y cargada de esperanza. Esto puede marcar la diferencia porque se constituirá en el complemento a las medidas sugeridas por los técnicos, que deberán ser llevadas a la práctica por seres humanos.

En otras palabras, no dejemos de lado la cuestión de la actitud, porque es el motor que mueve todos los mecanismos de que disponemos para seguir adelante con éxito.