Troles pueden morir con una bala de plata, según expertos

El aumento de perfiles falsos en redes sociales debe ser tomado con mucha seriedad por organizaciones públicas y privadas; las cuales, podrían ver como su credibilidad, forjada por años, puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

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Es por ello, que los expertos recomiendan a las organizaciones incluir en sus planes de comunicación, protocolos para enfrentar a los troles.

En el caso de estos personajes ficticios, los community managers de las empresas deben tener en cuenta que los troles siempre intentarán maximizar su exposición.

Bajo esa premisa, la primera gran regla “es no alimentar al trol”; es decir, no se debe argumentar con él, ni mucho menos darle exposición, porque su objetivo es hacer cada vez más grande la situación.

Sin embargo, esto no implica que se deba ignorarlo, sino que lo más recomendable “es matarlo con una “bala de plata”.

Se trata de una respuesta demoledora que ridiculice al personaje ficticio, que sea viralizable y que, al mismo tiempo, genere publicidad gratuita para la marca o producto y que desmotive al trol a seguir molestando.

“A través de una estrategia como el ‘storytelling’, con casos de éxito, testimonios y evidencias de gente real, es posible contraatacar un mensaje desinformado tipo chisme proveniente de un perfil del cual no se conoce su veracidad en la mayor parte de los casos”, dijo Roberto Mesén, experto en storytelling.

Actualmente, la contratación de “bots” o troles puede ayudar a aumentar los seguidores en redes sociales para una organización, o bien, pueden ser parte de estrategias de marketing para resaltar una marca respecto de la competencia.

Sin embargo, también pueden utilizarse con fines difamatorios y desinformar para golpear a la competencia, por lo que, dada la connotación negativa de estos personajes, su utilización para una estrategia comercial no siempre será bien vista, opina Oscar Solano, vicepresidente Creativo y Comercial de Shift Porter Novelli.

“Veamos un ejemplo. Si una o varias de estas cuentas falsas publican que a X persona le salió un insecto en su comida en un restaurante en particular, se genera un daño inmediato y muchos de los que vean esas publicaciones, jamás volverán a ese lugar”, comenta Miguel Pérez, director de Ciberseguridad de la Universidad Cenfotec.

Estimaciones de Facebook e Instagram sugieren que hasta un 80% de las cuentas en redes sociales son falsas, mientras que, en el caso de Twitter, se conoce que cerca del 18% de los perfiles pertenecen a troles.

Justamente, una de las premisas de Elon Musk previo a comprar esta red de “microblogging”, fue la erradicación de cuentas “fantasma”, mismas que responden en su mayoría a motivaciones de carácter político, social o religioso, según Marvin Jiménez, experto en ciberseguridad del Colegio de Profesionales en Informática y Computación.

“En el caso de que sea una organización la que buscara afectar la imagen de la competencia, además de exponerse a enfrentar cargos por injurias, calumnias y difamación, se vincula a prácticas de competencia desleal y las consecuencias dependerán de la naturaleza de la actividad económica que desarrolla la empresa”, añade Jiménez.

La recomendación, cobra mayor relevancia si se considera que los ciberataques contra las empresas han aumentado considerablemente en los últimos años.

Y es que las consecuencias de estos nuevos “paradigmas comunicacionales” también podrían acarrear riesgos en ciberseguridad, dado que estas cuentas falsas podrían ser utilizadas por hackers para ejecutar delitos relacionados con estafas, robo de información personal e identidad, así como difusión de software malicioso, según Martina López, especialista en seguridad informática de ESET.

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Plataformas como Meta y Twitter han realizado esfuerzos para hacer más riguroso el proceso de creación de cuentas, así como la atención de denuncias explícitas de los perjudicados por mensajes calificados como ofensas directas o contenido ofensivo, los cuales, son filtrados.