Solo golf: Curioso campo de golf
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 23 julio, 2009
Curioso campo de golf
Es el más exclusivo del mundo, pero no tiene nombre ni dirección
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
No tiene un nombre oficial, lo que lo hace el club de golf más exclusivo; las pocas personas que han podido disfrutar de una ronda en este misterioso campo lo han denominado como “el mejor del continente europeo e incluso del mundo”.
Tal es el caso del ex campeón estadounidense del golf, Walter Hagen, quien lo resumió como “la suma de la rareza y la belleza, la que conforma el carácter romántico”.
Otros como Frederic Anger, el jugador profesional del club de Saint Donat, expresó que “Vidauban es el mejor campo de golf de Francia, el mejor de Europa y, una vez que uno ha jugado en él, quizá uno de los mejores del mundo”.
Los diferentes nombres le han sobrado al club “Goat Track”, “Rockpile”, “Greens of Vidauban”, “Prince de Provence” y “La Fondation d’Entreprise du Golf de Vidauban Pour l’Environnement”, pero ninguno de ellos es oficial y hasta la dirección para llegar a él se convierte en una verdadera incógnita.
“Algunas veces los miembros les vendan los ojos a sus invitados para que la ruta continúe siendo secreta”, dijo Michele Benedetti, de 68 años y presidente de Benedetti S.A., una empresa de construcción que desde 1969 ha construido 130 campos de golf en Europa, así como el jardín trasero en la propiedad del multimillonario ruso Roman Abramovich en la Costa Azul.
Hasta Benedetti aseguró que se ha perdido en más de una ocasión cuando va a disfrutar de un día de juego. “Algunas de las señales por las que me guiaba en el pasado han sido retiradas”, recordó Benedetti.
Eso le agrada al gerente general del club John Gould, quien asegura que todo lo hacen para tratar de pasar inadvertidos. “Es totalmente inaccesible. No hay señales, no hay puertas marcadas, no tenemos página web y no aparece en ningún sistema de posicionamiento mundial”, comentó.
Las personas que han logrado dar con dicho club tienen derecho a una ronda de golf, pero al mismo tiempo deben pasar por una ceremonia de juramento para que nunca revelen su ubicación.
Para el presidente del club Michael Hilti, ellos siempre buscan guardar el hecho de “querer que este club sea lo más exclusivo posible”.
Hilti, de 62 años, posee un handicap de 16 y asegura que “la libertad no tiene precio y que un campo de golf cuesta dinero, aunque ya no sé lo que gastamos en construirlo. Actualmente tenemos un programa de inversión de entre 10 millones de euros y 20 millones de euros para el futuro y, en teoría, algún día podríamos tener 100 miembros”, indicó.
La historia de dicho campo comienza en 1977, cuando el arquitecto de campos de golf Robert Trent Jones Sr., que paseaba junto al río L’Argent, decidió comprar la propiedad a un agricultor. Con su hijo, Robert Trent Jones Jr., concibió este campo del misterio.
Este campo, ubicado en algún lugar de Francia, consta de 18 hoyos (7.093 yardas) y anualmente genera un total de 18 millones de euros con menos de 500 golfistas que juegan en el campo cada año, según los registros de que dispone el club.
Consulta: www.bloomberg.com
Es el más exclusivo del mundo, pero no tiene nombre ni dirección
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
No tiene un nombre oficial, lo que lo hace el club de golf más exclusivo; las pocas personas que han podido disfrutar de una ronda en este misterioso campo lo han denominado como “el mejor del continente europeo e incluso del mundo”.
Tal es el caso del ex campeón estadounidense del golf, Walter Hagen, quien lo resumió como “la suma de la rareza y la belleza, la que conforma el carácter romántico”.
Otros como Frederic Anger, el jugador profesional del club de Saint Donat, expresó que “Vidauban es el mejor campo de golf de Francia, el mejor de Europa y, una vez que uno ha jugado en él, quizá uno de los mejores del mundo”.
Los diferentes nombres le han sobrado al club “Goat Track”, “Rockpile”, “Greens of Vidauban”, “Prince de Provence” y “La Fondation d’Entreprise du Golf de Vidauban Pour l’Environnement”, pero ninguno de ellos es oficial y hasta la dirección para llegar a él se convierte en una verdadera incógnita.
“Algunas veces los miembros les vendan los ojos a sus invitados para que la ruta continúe siendo secreta”, dijo Michele Benedetti, de 68 años y presidente de Benedetti S.A., una empresa de construcción que desde 1969 ha construido 130 campos de golf en Europa, así como el jardín trasero en la propiedad del multimillonario ruso Roman Abramovich en la Costa Azul.
Hasta Benedetti aseguró que se ha perdido en más de una ocasión cuando va a disfrutar de un día de juego. “Algunas de las señales por las que me guiaba en el pasado han sido retiradas”, recordó Benedetti.
Eso le agrada al gerente general del club John Gould, quien asegura que todo lo hacen para tratar de pasar inadvertidos. “Es totalmente inaccesible. No hay señales, no hay puertas marcadas, no tenemos página web y no aparece en ningún sistema de posicionamiento mundial”, comentó.
Las personas que han logrado dar con dicho club tienen derecho a una ronda de golf, pero al mismo tiempo deben pasar por una ceremonia de juramento para que nunca revelen su ubicación.
Para el presidente del club Michael Hilti, ellos siempre buscan guardar el hecho de “querer que este club sea lo más exclusivo posible”.
Hilti, de 62 años, posee un handicap de 16 y asegura que “la libertad no tiene precio y que un campo de golf cuesta dinero, aunque ya no sé lo que gastamos en construirlo. Actualmente tenemos un programa de inversión de entre 10 millones de euros y 20 millones de euros para el futuro y, en teoría, algún día podríamos tener 100 miembros”, indicó.
La historia de dicho campo comienza en 1977, cuando el arquitecto de campos de golf Robert Trent Jones Sr., que paseaba junto al río L’Argent, decidió comprar la propiedad a un agricultor. Con su hijo, Robert Trent Jones Jr., concibió este campo del misterio.
Este campo, ubicado en algún lugar de Francia, consta de 18 hoyos (7.093 yardas) y anualmente genera un total de 18 millones de euros con menos de 500 golfistas que juegan en el campo cada año, según los registros de que dispone el club.
Consulta: www.bloomberg.com