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Solís dejaría listo solo un 30% de nueva ruta a Limón

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 26 febrero, 2015


Camioneros y dirigentes comunales de Limón se colocaron ayer frente al Congreso para exigir la aprobación del préstamo para la carretera china. Esteban Monge/La República


Burocracia atrasará arranque de obras hasta por dos años

Solís dejaría listo solo un 30% de nueva ruta a Limón

Diputados avalan en segundo debate riesgoso préstamo con China por $465 millones

Si todo sale conforme a su plan, Luis Guillermo Solís dejará construido un 30% de la nueva ruta a Limón cuando entregue la banda presidencial a su sucesor en 2018.
Esto, gracias a que ayer el Congreso aprobó en su trámite de segundo debate el préstamo con China por $465 millones, a pesar de que los legisladores no tenían certeza de los detalles del proyecto.
La modesta meta se debe a que en los tres años que le quedan de gestión, el mandatario tendrá que superar primero una serie de trámites burocráticos que atrasarán el banderazo de salida de esta importante obra de infraestructura.
Además de ejecutar una serie de expropiaciones que hoy día no se tienen claras, el Gobierno tendrá que gestionar y financiar el traslado de servicios públicos, como el oleoducto de Recope y el tendido eléctrico del ICE en la zona.
Por otra parte, hay varios puntos que deben ser renegociados con la empresa CHEC de China, como son el ajuste en el ancho de vía e intersecciones, así como la garantía de que el diseño de la obra se acople a la normativa centroamericana y nacional, confirmó Carlos Segnini, ministro del MOPT.
Por si eso fuera poco, también se requiere la aprobación del estudio de impacto ambiental y el refrendo del contrato por parte de la Contraloría General de la República.
Todas esta tareas durarían varios años, mientras que los chinos estarán listos para arrancar en ocho meses. La meta de avance al término de la gestión, está incluida entre las prioridades del Gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Hay una serie de aspectos técnicos que deben incorporarse al anteproyecto, para que cumpla y se ajuste con normativas de ingeniería nacionales y centroamericanas vigentes. Una vez incorporados esos cambios es que el Ministerio dará el visto bueno a ese anteproyecto”, expresó Segnini.
Ayer, tras una acalorada discusión que se extendió por más de seis horas, el Congreso aprobó en segundo debate el préstamo chino por $465 millones.
Eso sí, los legisladores lo hicieron con la observación de que el mandatario Solís será el principal responsable si algo sale mal y que a partir de ayer, serán férreos fiscalizadores de que el empréstito se ejecute.
“No podemos permitir que se repita una trocha más, un caso como el OAS. Limón merece respeto, a partir de ahora, las asociaciones locales, los dirigentes de Limón, tienen que convertirse en un ente fiscalizador del Gobierno, para que esta carretera se construya”, indicó Gerardo Vargas, del Frente Amplio.
Debido a que Segnini indicó el martes que aún quedaban varios puntos por negociar, el aval del empréstito se complicó más de la cuenta.
La ausencia de un anteproyecto que cumpla con todos los requisitos, la falta de información sobre las expropiaciones y relocalizaciones, así como el posible encarecimiento de la carretera en varios millones de dólares, fueron algunas de las críticas que lanzaron los legisladores.
Por otra parte, temen el eventual pago de una indemnización millonaria a los chinos si no se construye la obra, tal y como lo ha advertido la Contraloría General, así como el Colegio de Ingenieros y de Arquitectos, por sus falencias técnicas.
Al término del debate, los defensores del plan apenas lograron 46 votos a favor y seis en contra.
La ampliación de la ruta 32, entre Río Frío y Limón, abarcará 107 kilómetros. La ruta pasará de dos a cuatro carriles.

Este proyecto tiene un costo estimado de $465 millones, de los cuales el 15% será aportado por el país, ya garantizados por el Ministerio de Hacienda, y el resto corresponde a un empréstito de China.
El plan tendrá un plazo de ejecución de 42 meses, de los cuales ocho meses se enfocarán en el diseño de los planos y el resto para la construcción.
Esta ampliación y una serie de mejoras a la condición actual de la ruta permitirán tener una velocidad de diseño de 100 kilómetros por hasta la entrada de Moín.


Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR







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