Signos esperanzadores
Debe darse el apoyo a pequeñas y medianas empresas que necesitan consolidarse para estabilizar adecuados niveles de producción y estándares de calidad para enfrentar con éxito el camino de la
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 24 febrero, 2010
Algunos signos en la economía nacional permiten ver con fundamentada esperanza el panorama cada vez más liberado de la crisis económica. Las exportaciones comienzan a repuntar, nos dice un titular de este medio ayer, al referirse al desempeño en ese sentido de las industrias alimentaria y agrícola. La senda del crecimiento se retoma poco a poco en el sector exportador. Por tercer mes consecutivo las ventas al exterior muestran características de reverdecimiento. Solo en enero se incrementaron en $113,5 millones con respecto a enero de 2009. Aunque son los sectores alimentario y agrícola los que más señales dan de recuperación e incremento de las exportaciones, otros también lanzan buenas señales. Por ejemplo, la producción de banano comienza a mostrar buenos signos gracias a su incursión en los mercados de Oriente Medio. Por otra parte ya sabemos que hay dos sectores que nunca dejaron de tener un buen comportamiento en materia de exportaciones nacionales: el pecuario y el de pesca. Esta diversificación que se muestra en el portafolio exportador, robusta y creciente, debe continuar. Costa Rica debe estar cada vez más lista para aprovechar los tratados de libre comercio firmados que abren una enorme ventana de posibilidades. Estados unidos, Centroamérica, China y la Unión Europea siguen siendo nuestros principales socios comerciales, pero deben explorarse todas las posibilidades. Nuestro país se ha preparado en materia legal para comerciar con el mundo, pero debe prepararse internamente para el buen aprovechamiento de esta situación creada. Esto deberá darse mediante un apoyo a las pequeñas y medianas empresas que necesitan consolidarse para estabilizar adecuados niveles de producción y estándares de calidad como para enfrentar con éxito el camino de las exportaciones. Esto es lo que puede generar los deseados encadenamientos, la generación de empleo y una ruta sólida de capacitación y crecimiento. Algo de vital importancia para un país como el nuestro donde el Estado no ha podido subsanar la situación del desempleo actual.