¡Se quedó la U!
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Jueves 08 abril, 2010
¡Se quedó la U!
En su propia academia no aprobó el examen
Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net
La victoria era obligatoria y no se logró.
Ramonense les sacó el empate a los celestes en el coqueto Estadio Ecológico, rebosante en sus gradas de catedráticos, incluyendo a la señora rectora, Yamileth González, para dejar las cosas igual. Dos puntos de ventaja para los poetas en la clasificación general, a solo dos fechas del cierre.
Se acaba el tiempo para los discípulos de Johnny Chávez que ayer volvieron a jugar igual, toque y toque entre sus cinco volantes y casi nada en el área de candela, ocupada primero por Víctor Gutiérrez, después por Gabriels y finalmente por Ever Alfaro, todos inquilinos aislados, fácil presa de los grilletes de Erick Sánchez y Lee Zapata.
Cuando Nacho Quesada, la figura del partido, ahora metido en la cintura dado el buen trabajo de Erick Rojas como carrilero, empezaba a hacer estragos y rompía la retaguardia celeste, los anfitriones se encontraron con un gol temprano que no supieron capitalizar. Un centro inofensivo de José Brenes, lo soltó Shane Orio, tras rozar con Sebastián Mattus, el meta soltó la pelota al caer y el mismo Mattus lo madrugó a puerta descubierta.
Media hora de partido; bombazo de Nacho que pasa a centímetros del poste; Delgado saca a Granados y mete a José Luis Cordero y le entra talento al mediocampo visitante.
El balón se centra en la mitad del campo y los propósitos de gol se resumen a remates de larga distancia: los hacen Ramírez, Mattus, Davis y un mortero de Rocky Cordero a las tenazas de Chacón. El mismo Ramírez casi sorprende a Orio con disparo lejano, cuando el meta andaba de vacaciones.
No pudo la UCR aprovechar ese gol tan beneficioso como inesperado para apretar y liquidar y se la jugó a esperar la segunda parte. John Jairo Quiñónez entra al ataque poeta y es el que le pone un servicio precioso y preciso a Ignacio Quesada, a la espalda de José Vargas. Nacho aguanta, pica y quiebra el remate para doblar la salida de Chacón. Este rechaza, con tan mala suerte que el rebote da en el pecho de Flores quien entraba a la acción y se devuelve a la red. Un legítimo autogol que da paridad al cotejo hasta su cierre.
La U se volcó sobre el marco de Orio con su estilo de toque sin remate; la gran oportunidad la tuvo Diego Madrigal, quien prefirió rematar sin ángulo en la nariz de Shane, en lugar de servir el pase de la muerte. El ímpetu celeste abrió su retaguardia y Ramonense casi hace fiesta. Un bombazo de Quiñónez lo salvó Chacón con su puño y después de tiro libre, anotó José Luis Cordero, pero Walter Quesada anuló la conquista por fuera de juego, que pocos vieron de John Jairo.
El 1-1 se selló hasta el final; Ramonense salva los papeles, mientras la Universidad toca fondo. San Carlos, que enfrentará a los dos, será el juez del descenso.
En su propia academia no aprobó el examen
Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net
La victoria era obligatoria y no se logró.
Ramonense les sacó el empate a los celestes en el coqueto Estadio Ecológico, rebosante en sus gradas de catedráticos, incluyendo a la señora rectora, Yamileth González, para dejar las cosas igual. Dos puntos de ventaja para los poetas en la clasificación general, a solo dos fechas del cierre.
Se acaba el tiempo para los discípulos de Johnny Chávez que ayer volvieron a jugar igual, toque y toque entre sus cinco volantes y casi nada en el área de candela, ocupada primero por Víctor Gutiérrez, después por Gabriels y finalmente por Ever Alfaro, todos inquilinos aislados, fácil presa de los grilletes de Erick Sánchez y Lee Zapata.
Cuando Nacho Quesada, la figura del partido, ahora metido en la cintura dado el buen trabajo de Erick Rojas como carrilero, empezaba a hacer estragos y rompía la retaguardia celeste, los anfitriones se encontraron con un gol temprano que no supieron capitalizar. Un centro inofensivo de José Brenes, lo soltó Shane Orio, tras rozar con Sebastián Mattus, el meta soltó la pelota al caer y el mismo Mattus lo madrugó a puerta descubierta.
Media hora de partido; bombazo de Nacho que pasa a centímetros del poste; Delgado saca a Granados y mete a José Luis Cordero y le entra talento al mediocampo visitante.
El balón se centra en la mitad del campo y los propósitos de gol se resumen a remates de larga distancia: los hacen Ramírez, Mattus, Davis y un mortero de Rocky Cordero a las tenazas de Chacón. El mismo Ramírez casi sorprende a Orio con disparo lejano, cuando el meta andaba de vacaciones.
No pudo la UCR aprovechar ese gol tan beneficioso como inesperado para apretar y liquidar y se la jugó a esperar la segunda parte. John Jairo Quiñónez entra al ataque poeta y es el que le pone un servicio precioso y preciso a Ignacio Quesada, a la espalda de José Vargas. Nacho aguanta, pica y quiebra el remate para doblar la salida de Chacón. Este rechaza, con tan mala suerte que el rebote da en el pecho de Flores quien entraba a la acción y se devuelve a la red. Un legítimo autogol que da paridad al cotejo hasta su cierre.
La U se volcó sobre el marco de Orio con su estilo de toque sin remate; la gran oportunidad la tuvo Diego Madrigal, quien prefirió rematar sin ángulo en la nariz de Shane, en lugar de servir el pase de la muerte. El ímpetu celeste abrió su retaguardia y Ramonense casi hace fiesta. Un bombazo de Quiñónez lo salvó Chacón con su puño y después de tiro libre, anotó José Luis Cordero, pero Walter Quesada anuló la conquista por fuera de juego, que pocos vieron de John Jairo.
El 1-1 se selló hasta el final; Ramonense salva los papeles, mientras la Universidad toca fondo. San Carlos, que enfrentará a los dos, será el juez del descenso.