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Rompiendo las cadenas de la monotonía: La creatividad como motor del cambio

Josette Guzmán Castro redaccion@larepublica.net | Jueves 18 mayo, 2023


Josette Guzmán Castro
Josette Guzmán Castro


Desde pequeña la curiosidad que trasciende en el motivo del conocimiento por las cosas, palabras, eventos, habitaba en mí. En una de estas pequeñas-grandes curiosidades científicas, alrededor de mis seis años, recuerdo haberle preguntado a mi madre - ¿“Ma, quién decide cómo se llaman las cosas? ¿Quién le puso “silla” a la silla?”

En tiempos traumáticos, como lo han sido los tiempos post pandémicos, el ser humano trata de unirse a aquello que le dé esperanza, un sentido de vida y algo por el cuál luchar, esto ha logrado ejercer en nuestra humanidad ponerle foco a distintas palabras si bien muy utilizadas, poco conocidas en su totalidad, como lo son innovación, creatividad, pensamiento creativo y productividad, entre otras.

Me gustaría empezar por hacer una diferenciación marcada entre creatividad e innovación, si bien son conceptos que pueden y deberían ir de la mano, no son lo mismo.

La creatividad podemos definirla por esta manera de ver las cosas, lugares, pensamientos distintos al habitual, que, si bien su concepto se describe muy fácilmente, históricamente se ha pensado en creatividad como un don dado a los dioses o bien únicamente a aquellas personas que han dedicado su vida a las artes.

Si bien es un músculo que se entrena muy fuerte para las artes, se nos ha creado un imaginario colectivo donde se encuadra únicamente allí, donde el resto de los mortales que quisiéramos dedicarnos a matemáticas o cualquier otra ciencia exacta, somos excluidos.

A mí parecer, se ha clasificado la creatividad como si existieran tipos de ella: "La creatividad de pensamiento, la creatividad kinestésica, la creatividad auditiva, la creatividad visual, etc.". Lo cual al ser separadas no permite un flujo constante de pensamiento creativo que sea estimulado por múltiples percepciones.

Y es por esto por lo que debe de existir una propuesta promovida desde el inicio, ya sea de padres a hijos, de Estado a pueblo, de empleador a empleado, al final, de individuo a individuo. Es, para mí, una forma de adaptación del ser humano que como sociedad nos enseñe que no existe una única manera de solucionar una situación, además como individuos tomando ventaja de nuestra evolución y la elasticidad del cerebro que nos lleva a adaptarnos a lo "nuevo", siendo esto por lo que siempre se puede buscar de una manera creativa el realizar cierta actividad o resolver cierto problema.

Con esto es indispensable destacar el concepto de innovación, donde para que algo sea innovador debe ser funcional. Comparto el significado de la RAE “Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.” (Real Academia Española,2023). La clave acá está en “y su introducción en un mercado”. Para que pueda ser introducido en un mercado debe tener una demanda o demanda potencial real.

Así que el ser creativo podemos resumirlo en pensar en nuevas cosas, e innovación como una palabra de acción, hacer nuevas cosas funcionales. Todos podemos ser creativos e innovadores, no pertenece a una rama especifica, la creatividad no solamente es artística, no se deja encasillar.

Una de las barreras más grandes de la creatividad es el miedo a fallar, que nos aleja de un espacio creativo para ver las posibles soluciones desde otra perspectiva, además de la costumbre a realizar las actividades de la misma manera porque "siempre se ha hecho así". Por buscar la perfección cerramos las ideas y creatividad que puedan surgir de nosotros. En ocasiones solo basta con dar el primer paso, aunque este no sea perfecto y a partir de allí la creatividad nos va a permitir ir aumentando o mejorando esa idea central. Con esto comparto cinco claves para estimular el pensamiento creativo:

• Usar las manos: Al utilizar las manos estamos generando gimnasia cerebral que nos hará también conectar con el presente.

• Buscar patrones: Buscar patrones en superficies como montañas, nubes, mosaicos, buscarle una forma a lo que a simple vista no la tiene.

• Tener dónde anotar: Ya sea una libreta o en las notas del celular, cualquier idea interesante, anotarla sin juzgarla, solo anotarla para en el momento de pensar hacer el juicio de innovación o no.

• Reciba retroalimentación: Es necesaria para crecer profesional y personalmente, brinde su idea a otra persona para analizar la factibilidad y posibles escenarios que no haya contemplado.

• Leer: Al leer imaginamos, esto estimulará nuestro pensamiento y por ende nuestra creatividad. Además, nos ayudará a estar al tanto de lo que suceda en el mundo.

• Ejercitarse: Se conoce ya bien los beneficios de dopamina y serotonina que esto nos puede generar.

• Pregunte a personas jóvenes: Si tiene un problema que no logra resolver, explíqueselo a personas jóvenes. Usted no solamente va a decodificar la forma técnica que está observando el problema, sino que le ayudará a verlo de otra manera, además de tener una dosis de actualidad.

• Celebrarse: No importa el avance que sea, celebre sus pequeñas o grandes victorias, esto le va a ayudar a tener un empoderamiento que todo pensamiento es importante.

Las rutinas, si bien se han visto como algo sumamente alejado a la libertad y creatividad, me parece una manera muy apropiada de verlas como ayuda y no como "cárcel". La rutina puede promover espacios de creatividad o pensamiento creativo que al final nos hagan, sin buscarlo, salir de ella. Tomar un tiempo al día para pensar conscientemente.

No se puede dejar de lado el concepto de productividad, la cual ha sido observada como una secuencia en masa y no como un acto de algo productivo y significativo.

He realizado algunas consultorías a distintas personas del país con diferentes puestos donde se observa que el concepto de productividad es una lucha con las 24 horas del días, donde no sabemos a qué apuntar con firmeza y por eso se señala a todo lugar para ver si se logra terminar algo; para mí, este tipo de productividad afecta proporcionalmente la creatividad, porque crea barreras mentales de sacar todo lo más pronto posible y no lo mejor posible.

Revisando el famoso caso KODAK, es impresionante ver como la historia se repitió una vez más en época de pandemia, sin embargo, muchas empresas lograron adaptarse al mercado que esta vez no cambiaba por el consumo mercantil únicamente sino también por un tema de salud internacional, donde ya las empresas de comida rápida no tenían permitido aforos al inicio de la pandemia donde todo aquello que no era esencial se tuvo que postergar o reinventarse para llegar a los consumidores.

El punto principal, es poder tener una planificación lo más prospectiva posible, revisando siempre qué pasa en el mundo y sin pensar "eso no va a llegar hasta acá", como muchas empresas pensaron de la pandemia, sino con planificación prospectiva, realizar diferentes escenarios y en conjunto con la creatividad pensar en soluciones en momentos de crisis.

La curiosidad y creatividad sigue viva en nosotros, que se puede alimentar desde cualquier idea por pequeña que parezca, siendo esta algo realmente grande.

Más adelante podremos conversar de cómo estimular el pensamiento creativo, ya que como bien diría Maslow “una persona creativa, es una persona sana, conectada con su humanidad” y sí que necesitamos en estos tiempos conectar con nuestra humanidad más que nunca. Tardemos más en encontrarlo o no, todos somos personas creativas y tenemos pensamiento creativo. Únicamente tenemos que aprender a despertarlo.

La autora es MBA. en Innovación y Liderazgo

Trabaja como Automation Program Manager en HP Inc.

joss0494@gmail.com








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