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Domingo, 15 de diciembre de 2024



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Entrevista especial con la periodista: Blanche Petri sobre las elecciones en México este domingo

“Primera mujer presidenta de México enfrenta el desafío de erradicar la violencia y los femicidios”

Tatiana Gutiérrez Wa-Chong tgutierrez@larepublica.net | Sábado 01 junio, 2024 06:24 p. m.


Blanche Petrich
Blanche Petrich periodista del periódico La Jornada. Cortesía/LA REPÚBLICA


México vivirá unas elecciones históricas este domingo, por primera vez una mujer podría ocupar la silla presidencial, se trata de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez que destacan como las preferidas en las encuestas.

Más de 98 millones de mexicanos deberán escoger entre darle continuidad al gobierno de Andrés Manuel López Obrador o buscar un cambio con Gálvez quien es respaldada por una coalición de los partidos tradicionales PAN y PRI (que gobernaron durante siete décadas hasta el 2000).

Para entender más sobre esta contienda electoral, LA REPÚBLICA entrevistó la periodista: Blanche Petrich Moreno, quien trabaja en el periódico La Jornada y tiene una amplia experiencia en temas políticas y de equidad de género. Además, cubrió los conflictos armados en Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

Ella es egresada de licenciatura en periodismo de la Escuela Carlos Septién García y ha realizado diplomados en periodismo internacional en el Colegio de México y en la Universidad del Sur de California.

¿Qué significa para México tener una mujer presidenta?

La forma como se ha ido alineando esta circunstancia única e histórica de que las dos candidatas punteras para la presidencia en México sean mujeres, aunque de signo político totalmente contrario, se ha tomado para mí sorpresa con mucha naturalidad.

No puedo negar que hubo algunos comentarios o reacciones machistas y misóginas, pero mayoritariamente la sociedad se lo ha tomado con mucha naturalidad y yo creo que es porque hay una historia detrás.

En los últimos 10 o 15 años, los liderazgos femeninos en todos los ámbitos de la política han sido cada vez más notables y hay cada vez más mujeres, senadoras, diputadas, ministras, juezas y hay que reconocer que eso ha calado hondo.

Ahora bien, en esta administración, aunque la apatía del presidente Andrés López Amador hacia el movimiento femenino y hacia las protestas en contra de la violencia de las mujeres y los femicidios ha sido pobre y lamentablemente insensible, ha tenido por otra parte, gestos muy contundentes, como, por ejemplo, mantener la paridad de hecho en los miembros de gabinete.

¿Si gana Claudia, como señalan las encuestas, habrá un cambio significativo?

Las posibilidades de incorporar una agenda feminista en el programa de gobierno o de lograr transformaciones que hagan efectiva o que por lo menos, reduzcan las inequidades en materia de género en todos los ámbitos salud, educación, en lo laboral y social van a ser mucho mayores porque ella si es una mujer que se ha definido feminista.

También, porque los movimientos de mujeres que en México son muy diversos, se desarrollan con mayor naturalidad en ámbitos liberales de izquierda progresista, mucho más que en los conservadores.

Tiene un lastre y no quiero decir para nada que vaya a ser una copia o un muñeco ventrílocuo del actual presidente, porque ella es una mujer con ideas propias y con una trayectoria brillante que la ha llevado a llegar a donde está, pero efectivamente hay un peso enorme de un presidente que ha tenido un perfil histórico, como en los años cuarenta y es uno de los más populares y carismáticos y con muchos claros y oscuros.

Yo anotaría entre esos oscuros o entre las sombras esa falta de conexión con lo que las mujeres que protestan le están diciendo desde hace tiempo y hace de oídos sordos a los clamores de las mujeres sobre todo por detener los femicidios que hay a fin a la impunidad, que hay como un semáforo en verde para que los hombres sigan matando mujeres, porque se puede y por la sencilla razón de que los índices de impunidad son tan altos que rara vez hay un castigo. Entonces, ha sido muy insensible frente a este clamor el presidente.

En un escenario distinto, en el que ganara Xóchitl Gálvez, habrá un estancamiento en las políticas de la mujer.

Es cierto que ella ha hecho a nivel de discurso pronunciamientos sobre su propia historia como ha crecido desde abajo y lo liberal que es, en la visión de la familia y de las drogas, pero lo cierto es que ella está acuerpada por el partido conservador y ha sido muy explícita en sus expresiones como católica, muy respetables desde luego, pero en este país hay un sentimiento muy profundo de separar lo público y lo personal en materia de religión y no cae muy bien sus expresiones en boca de los políticos.

¿De qué forma empodera a la mujer mexicana tener una mujer presidenta?

Es fácil asumir que una mujer en la presidencia puede significar un empoderamiento de las mujeres, pero realmente no siempre lo que se asume es lo que ocurre.

Yo creo que en este caso hay experiencias en la historia de que ha sido muy difícil, jefas de estado conservadoras como Margaret Thatcher y Angela Merkel y hay un freno a las agendas de los cambios legislativos y normativos que pudieran crear una mayor equidad para las mujeres.

Pero curiosamente también en los tres casos en los que he estado reflexionando de América Latina mujeres que formaron parte de la ola progresista de América Latina, es decir, jefas de estado no ha significado un cambio radical de las mujeres.

Tanto Dilma Rousseff en Brasil, como Michelle Bachelet, en Chile, pugnaron por tener cambios en muchos aspectos y les fue muy cuesta arriba.

En el caso de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina su impulso a despenalizar el aborto no se dio durante su mandato.

En materia de seguridad ¿cómo se desarrollará la lucha contra el narco? México está inmerso en una ola de violencia ¿cómo podría enfrentarlo una nueva presidenta?

López Obrador cambió dramáticamente el paradigma de cómo manejar la violencia y lo que había antes eran políticas belicistas y poco efectivas y eso provocó el enorme desastre humanitario que vive el país a causa de la violencia relacionada con el crimen organizado.

Por otra parte, Xóchitl Gálvez ha dicho que el ejército va a regresar a sus cuarteles y yo creo que es una vil mentira eso porque las etapas de verdadera militarización y las bases militares desplegadas en territorio y muchas veces con un papel represivo se dio en los periodos del PAN y del PRI, no en el período de Morena. López Obrador dejaría un legado que si llega Claudia al poder va a tener que lidiar con él.


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