Preocupa Irán a Romney
EFE | Lunes 30 julio, 2012
Preocupa Irán a Romney
Mitt Romney, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, se reunió con líderes israelíes con quienes coincidió en los temores de que Irán alcance la capacidad nuclear.
“Sentimos que es inaceptable que Irán se convierta en un país con armas nucleares, la amenaza que representará para Israel, para la región y el mundo es incomparable e inaceptable”, declaró al iniciar una reunión de trabajo con Simón Peres, presidente israelí.
El candidato republicano a la Casa Blanca, que se enfrenta al demócrata Barack Obama en noviembre, viajó a Israel procedente del Reino Unido para recabar el apoyo judío y evangélico, en una visita que concluirá hoy con una cena recaudatoria para su campaña.
Las ambiciones nucleares iraníes, que Teherán afirma tienen fines exclusivamente pacíficos, centraron los encuentros mantenidos con los dirigentes israelíes, que consideran el asunto una de las mayores amenazas existenciales.
Durante el encuentro Peres expresó su respaldo a la “coalición global liderada por Estados Unidos. Contra un Irán nuclear y al régimen de sanciones y presión política que ejerce actualmente mientras mantiene todas las opciones sobre la mesa”, indica un comunicado difundido.
Horas antes, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, defendió ante Romney la necesidad de una “amenaza militar fuerte y creíble” que obligue a Irán a detener su programa nuclear.
Ambos se reunirán nuevamente al concluir la jornada de duelo de Tishá Be Av, en la que los judíos conmemoran la destrucción de los templos bíblicos de Jerusalén, durante una cena donde Romney pronunciará un discurso sobre su política en Oriente Medio de resultar presidente.
El líder republicano dijo tomar con “gran seriedad” las opiniones sobre el tema de Netanyahu.
“En un momento en que afrontamos los retos de un Irán que busca capacidades nucleares, tenemos que recurrir a nuestros intereses y valores para hacerles tomar otro camino y asegurarnos de que la gente reconoce a lo largo y ancho del mundo que Estados Unidos e Israel están unidos uno al otro en sus compromisos”, agregó.
Durante la jornada Romney se vio con Shaul Mofaz, líder del principal partido de oposición israelí, el Kadima, de centro-derecha, y con el primer ministro palestino, Salam Fayad.
En el último momento anuló un encuentro previsto con la líder laborista, Shelly Yajimovich, y en su lugar visitó el Muro de las Lamentaciones, lo que despertó la crítica del grupo.
“Lamentamos que Romney no tuviera oportunidad de escuchar la alternativa política y económica que existe hoy al Gobierno Netanyahu y esa alternativa es el Partido Laborista”, reza un comunicado de esta facción parlamentaria.
La prensa destaca la buena sintonía entre Romney y Netanyahu, que se conocen desde hace tres décadas, cuando estudiaron en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
Los medios están cubriendo la visita de Romney -quien viaja acompañado de su esposa Ann- con lujo de detalles, incluida la decisión de autorizar a un número reducido de representantes de la prensa en la cena recaudatoria, tras las críticas surgidas al anunciarse que sería a puerta cerrada.
Jerusalén
EFE
“Sentimos que es inaceptable que Irán se convierta en un país con armas nucleares, la amenaza que representará para Israel, para la región y el mundo es incomparable e inaceptable”, declaró al iniciar una reunión de trabajo con Simón Peres, presidente israelí.
El candidato republicano a la Casa Blanca, que se enfrenta al demócrata Barack Obama en noviembre, viajó a Israel procedente del Reino Unido para recabar el apoyo judío y evangélico, en una visita que concluirá hoy con una cena recaudatoria para su campaña.
Las ambiciones nucleares iraníes, que Teherán afirma tienen fines exclusivamente pacíficos, centraron los encuentros mantenidos con los dirigentes israelíes, que consideran el asunto una de las mayores amenazas existenciales.
Durante el encuentro Peres expresó su respaldo a la “coalición global liderada por Estados Unidos. Contra un Irán nuclear y al régimen de sanciones y presión política que ejerce actualmente mientras mantiene todas las opciones sobre la mesa”, indica un comunicado difundido.
Horas antes, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, defendió ante Romney la necesidad de una “amenaza militar fuerte y creíble” que obligue a Irán a detener su programa nuclear.
Ambos se reunirán nuevamente al concluir la jornada de duelo de Tishá Be Av, en la que los judíos conmemoran la destrucción de los templos bíblicos de Jerusalén, durante una cena donde Romney pronunciará un discurso sobre su política en Oriente Medio de resultar presidente.
El líder republicano dijo tomar con “gran seriedad” las opiniones sobre el tema de Netanyahu.
“En un momento en que afrontamos los retos de un Irán que busca capacidades nucleares, tenemos que recurrir a nuestros intereses y valores para hacerles tomar otro camino y asegurarnos de que la gente reconoce a lo largo y ancho del mundo que Estados Unidos e Israel están unidos uno al otro en sus compromisos”, agregó.
Durante la jornada Romney se vio con Shaul Mofaz, líder del principal partido de oposición israelí, el Kadima, de centro-derecha, y con el primer ministro palestino, Salam Fayad.
En el último momento anuló un encuentro previsto con la líder laborista, Shelly Yajimovich, y en su lugar visitó el Muro de las Lamentaciones, lo que despertó la crítica del grupo.
“Lamentamos que Romney no tuviera oportunidad de escuchar la alternativa política y económica que existe hoy al Gobierno Netanyahu y esa alternativa es el Partido Laborista”, reza un comunicado de esta facción parlamentaria.
La prensa destaca la buena sintonía entre Romney y Netanyahu, que se conocen desde hace tres décadas, cuando estudiaron en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
Los medios están cubriendo la visita de Romney -quien viaja acompañado de su esposa Ann- con lujo de detalles, incluida la decisión de autorizar a un número reducido de representantes de la prensa en la cena recaudatoria, tras las críticas surgidas al anunciarse que sería a puerta cerrada.
Jerusalén
EFE