Próximo gobierno heredará muchas tareas incumplidas

Pateando la bola

Público pierde, ante parálisis política

Su calidad de vida y acceso a oportunidades están siendo afectados por decisiones que este gobierno no habría tomado, acerca de temas importantes, que van desde la crisis de la Caja hasta lo que sucederá con la carretera a San Ramón.
La parálisis política se debe en parte a que Liberación Nacional está dividido, de modo que la presidenta Laura Chinchilla no puede enviar un proyecto al Congreso con votos asegurados.
En este momento, Liberación Nacional para efectos prácticos consiste en dos fracciones: una que aún apoya a Chinchilla y otra que ya obedece a Johnny Araya.
Dado que las visiones respectivas de Chinchilla y Araya en muchos temas no son las mismas, allí se encuentra el primer escollo.
Mientras tanto, el ambiente preelectoral también distrae a muchos diputados, que esperan encontrar trabajo en el siguiente gobierno, incitan a tomar decisiones potencialmente desagradables para el público.
Mientras tanto, la administración Chinchilla no quisiera bajar aún más en el nivel de impopularidad, que ya es histórico.
La práctica de patear la bola ha sido la constante del último semestre.
De hecho, el mes pasado el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, aceptó que no será este gobierno el que tome una decisión de la reforma que requiere el régimen de pensiones de la Caja.
La decisión la tomaron una semana después de enfrentar el revés con la concesión de la carretera a San Ramón, discusión que puso en evidencia la dificultad de negociación entre el Congreso, la sociedad civil y la visión de la Presidenta.
A la lista se suman los intentos fallidos por resolver la administración de los Ebais por parte de la UCR.
También la infructuosa discusión de una reforma fiscal y el reglamento del Congreso.
En tanto, las riñas entre partidos de oposición limitan la capacidad de acuerdos para respaldar proyectos grandes.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net