Municipalidades...¿para qué más plata?
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 08 agosto, 2012
No ejecutaron el 34% de recursos presupuestados en 2011
Municipalidades...¿para qué más plata?
Esta semana Asamblea analiza rebaja de impuestos
Aduciendo falta de dinero, las municipalidades pretenden cobrar este año más impuestos por concepto de bienes inmuebles.
Sin embargo, todos los años miles de millones de colones quedan en sus arcas sin utilizar.
Por ejemplo en 2011, engavetaron ¢86 mil millones, lo que significó un 34% de los recursos.
Entonces, surge la pregunta, ¿para qué quieren más plata las municipalidades?
Ese cuestionamiento toma relevancia cuando se analiza la labor de los ayuntamientos al reparar caminos, desechar adecuadamente la basura, mantener el alumbrado público y promover la participación ciudadana, entre otras tareas.
Si se les evaluara como a los estudiantes de colegio que necesitan una nota mínima de 70 para pasar, solo cuatro de los 81 gobiernos locales hubieran aprobado el curso lectivo el año pasado.
Lo peor de todo es que su calificación promedio es de 47, ni siquiera regular, de acuerdo con un informe de gestión municipal elaborado por la Contraloría.
La deficiente ejecución presupuestaria se debe a una ley de contratación administrativa engorrosa, así como a la falta de personal en las municipalidades para llevar a buen término los procesos de contratación, explica Karen Porras, directora ejecutiva de la Unión de Gobiernos Locales.
La reducción en el pago de los impuestos que pretenden los agricultores no haría otra cosa que agravar los problemas de los gobiernos locales, añade Porras.
Pese a que los números son contundentes en su contra, los alcaldes presionan por más dinero.
En las últimas semanas, los agricultores y el sector municipal se han enfrascado en una fuerte lucha por el cobro de más gravámenes.
Esto, porque a partir de este año rige una plataforma de valores para los terrenos en los 81 cantones.
Con las nuevas reglas, no se hace ninguna distinción sobre el uso del suelo en el cálculo de los impuestos por pagar.
Esto significa que un terreno dedicado a turismo o comercio, pagará los mismos impuestos que una finca dedicada al cultivo de papa, plátano o banano.
Esta situación llevó a los agricultores a realizar la semana pasada una gran manifestación en los alrededores de la Asamblea Legislativa. El objetivo era presionar por una rebaja en la tasa impositiva, pues aducen que un gravamen tan alto podría llevarlos a la ruina.
Por cierto, a partir de esta semana el Congreso debatirá un proyecto de ley que pretende obligar a las municipalidades a hacer una distinción entre los comerciantes y los agricultores, lo que permitiría una rebaja de hasta el 80%.
Sin embargo, la iniciativa será motivo de un fuerte pulso.
Esto, porque hay un nutrido grupo de congresistas de diferentes partidos que se llaman a sí mismos “municipalistas”, como Carlos Góngora del Movimiento Libertario, Yolanda Acuña de Acción Ciudadana (PAC) y Alfonso Pérez de Liberación Nacional, los cuales podrían evitar la rebaja de impuestos.
Su argumento es que la eventual reducción no solo favorecería a los pequeños y medianos productores, sino también a las empresas multinacionales que se dedican a la producción de ciertos cultivos como la piña.
Asimismo, insisten en que ese dinero es vital para que las municipalidades puedan operar.
Sin embargo, el sector agrícola niega que sea para favorecer a los grandes empresarios.
“No entiendo cómo nos quieren hacer pagar impuestos tan altos, mientras que las zonas francas están exentas así nada más”, se quejó Guido Vargas, dirigente de Upanacional.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Municipalidades...¿para qué más plata?
Esta semana Asamblea analiza rebaja de impuestos
Aduciendo falta de dinero, las municipalidades pretenden cobrar este año más impuestos por concepto de bienes inmuebles.
Sin embargo, todos los años miles de millones de colones quedan en sus arcas sin utilizar.
Por ejemplo en 2011, engavetaron ¢86 mil millones, lo que significó un 34% de los recursos.
Entonces, surge la pregunta, ¿para qué quieren más plata las municipalidades?
Ese cuestionamiento toma relevancia cuando se analiza la labor de los ayuntamientos al reparar caminos, desechar adecuadamente la basura, mantener el alumbrado público y promover la participación ciudadana, entre otras tareas.
Si se les evaluara como a los estudiantes de colegio que necesitan una nota mínima de 70 para pasar, solo cuatro de los 81 gobiernos locales hubieran aprobado el curso lectivo el año pasado.
Lo peor de todo es que su calificación promedio es de 47, ni siquiera regular, de acuerdo con un informe de gestión municipal elaborado por la Contraloría.
La deficiente ejecución presupuestaria se debe a una ley de contratación administrativa engorrosa, así como a la falta de personal en las municipalidades para llevar a buen término los procesos de contratación, explica Karen Porras, directora ejecutiva de la Unión de Gobiernos Locales.
La reducción en el pago de los impuestos que pretenden los agricultores no haría otra cosa que agravar los problemas de los gobiernos locales, añade Porras.
Pese a que los números son contundentes en su contra, los alcaldes presionan por más dinero.
En las últimas semanas, los agricultores y el sector municipal se han enfrascado en una fuerte lucha por el cobro de más gravámenes.
Esto, porque a partir de este año rige una plataforma de valores para los terrenos en los 81 cantones.
Con las nuevas reglas, no se hace ninguna distinción sobre el uso del suelo en el cálculo de los impuestos por pagar.
Esto significa que un terreno dedicado a turismo o comercio, pagará los mismos impuestos que una finca dedicada al cultivo de papa, plátano o banano.
Esta situación llevó a los agricultores a realizar la semana pasada una gran manifestación en los alrededores de la Asamblea Legislativa. El objetivo era presionar por una rebaja en la tasa impositiva, pues aducen que un gravamen tan alto podría llevarlos a la ruina.
Por cierto, a partir de esta semana el Congreso debatirá un proyecto de ley que pretende obligar a las municipalidades a hacer una distinción entre los comerciantes y los agricultores, lo que permitiría una rebaja de hasta el 80%.
Sin embargo, la iniciativa será motivo de un fuerte pulso.
Esto, porque hay un nutrido grupo de congresistas de diferentes partidos que se llaman a sí mismos “municipalistas”, como Carlos Góngora del Movimiento Libertario, Yolanda Acuña de Acción Ciudadana (PAC) y Alfonso Pérez de Liberación Nacional, los cuales podrían evitar la rebaja de impuestos.
Su argumento es que la eventual reducción no solo favorecería a los pequeños y medianos productores, sino también a las empresas multinacionales que se dedican a la producción de ciertos cultivos como la piña.
Asimismo, insisten en que ese dinero es vital para que las municipalidades puedan operar.
Sin embargo, el sector agrícola niega que sea para favorecer a los grandes empresarios.
“No entiendo cómo nos quieren hacer pagar impuestos tan altos, mientras que las zonas francas están exentas así nada más”, se quejó Guido Vargas, dirigente de Upanacional.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net