Mina lucha por evitar título de huelga más larga de Chile

La mina de cobre más grande del mundo está a punto de obtener otro superlativo menos deseable, el de la huelga minera más larga de Chile en una generación.

Los dirección de la empresa y el sindicato de la mina Escondida, propiedad de BHP Billiton, iniciarán otra ronda de conversaciones, en momentos en que la huelga entra en su 42º día. A menos que los equipos de negociación logren reducir la diferencia, todavía amplia, de expectativas salariales y de beneficios en las próximas horas, la huelga superará el conflicto de 42 días de la mina Spence de BHP en 2009.

"Esta es una etapa en la que tenemos que tomar decisiones", dijo Carlos Allendes, portavoz del sindicato que representa a unos 2.500 trabajadores en huelga. "Esto tiene que resolverse. No puede continuar mucho más tiempo”.
El mercado del cobre está apostando a que no falta mucho para un acuerdo, por lo que los precios retrocedieron más del 3% desde que se reanudaron las conversaciones el lunes.
La disputa ha parado la producción en una mina que representa alrededor del 5% de la producción mundial y, al tener lugar en un momento de problemas en otras minas, habría contribuido a elevar los precios del metal. La resolución del conflicto también sería un alivio para los propietarios de otras minas con contratos colectivos a punto de renovarse.
La clave de la paralización es la exigencia del sindicato de que Escondida no haga ningún cambio en los beneficios ni en el horario de trabajo y no distinga entre los trabajadores existentes y los nuevos empleados. El lunes, las dos partes se mantuvieron firmes en sus posiciones, dijo Allendes, que calificó una reunión que se extendió hasta pasada la medianoche de conversación en lugar de negociación.
"El proceso está atravesando una etapa de poner las cartas sobre la mesa y ver cuáles son las demandas de ambas partes", dijo por teléfono. "La empresa dice tener la intención de mejorar su oferta, pero tenemos que superar estos tres puntos para seguir negociando".
En una nueva propuesta de contrato que se hizo pública el viernes, BHP tomó en cuenta las tres demandas del sindicato y realizó una oferta más generosa que incluía un bono de fin de conflicto más alto. Pero el hecho de que la empresa pusiera el foco en los salarios y no en los beneficios no satisfizo a los trabajadores, que rechazaron por abrumadora mayoría la nueva propuesta.