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Micheletti dejaría el poder si Zelaya también se aparta

| Jueves 08 octubre, 2009




Micheletti dejaría el poder si Zelaya también se aparta
OEA advierte a bandas encontradas que la crisis empeorará si no hay acuerdo

Tegucigalpa
EFE

Roberto Micheletti, presidente de facto de Honduras, dijo ayer a la misión de la OEA que visita Tegucigalpa en el marco del diálogo para superar la crisis política hondureña que él deja el poder si el derrocado gobernante, Manuel Zelaya, también se hace a un lado.
“Si yo soy obstáculo, me hago a un lado, pero también exijo que se haga a un lado este señor (Zelaya) que le ha causado daño al país”, expresó Micheletti a la misión de la OEA que visita Tegucigalpa en el marco del diálogo para superar la crisis política hondureña.
Micheletti también indicó que las elecciones generales, previstas para el 29 de noviembre próximo, no se van a detener.
“Las elecciones se van a protagonizar el 29 de noviembre” a no ser “que manden un ataque o que nos invadan”, expresó el gobernante de facto en tono enérgico, a la misión de cancilleres y otros representantes de países americanos, España, la OEA y las Naciones Unidas que asisten al diálogo.
El diálogo entre delegados del presidente de facto de Honduras y el depuesto gobernante comenzó ayer en Tegucigalpa bajo la advertencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que deben lograr pronto una salida para no empeorar la crisis.
Si no se resuelve la crisis “llegaremos a un final que no por anunciado será profundamente negativo” para Honduras, señaló el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en su discurso en la instalación de la reunión.
Insulza reafirmó que es necesario “volver a la institucionalidad democrática que imperaba con anterioridad” al derrocamiento de Zelaya, el pasado 28 de junio, y así “terminar con sanciones que nunca” hubieran querido imponer a Honduras, suspendida de la OEA, entre otras medidas de la comunidad internacional.
El titular de la OEA encabeza una misión de cancilleres y representantes de países americanos, España y las Naciones Unidas que asistió al inicio del diálogo, tras dos intentos fracasados en Costa Rica bajo los auspicios del presidente de ese país, Óscar Arias, mediador en el conflicto.
Insulza instó a ambas partes a dialogar “sin intenciones ocultas, con buena voluntad”, porque, insistió, la crisis “ha creado una situación insostenible” para el país.
El canciller del Gobierno de facto, Carlos López, pidió, también en su discurso, que “a la mayor brevedad” cesen “las medidas discriminatorias establecidas desde el extranjero contra Honduras”, porque “afectan a la población más pobre”.
“Ese trato discriminatorio ha supuesto daños al pueblo hondureño en exceso de los 400 millones de dólares”, aseguró López, sin ahondar al respecto.
Reiteró la petición de que “se normalice la situación al interior de la misión del Brasil en Tegucigalpa (donde permanece Zelaya), de acuerdo a lo que establecen las convenciones sobre el derecho de asilo”.
López demandó “que se desarme, si es que todavía no se hubiere hecho, a los extranjeros (sin precisar detalles) y nacionales que irregularmente se hallan al interior de la misión de Brasil”, donde “sólo funcionarios del Brasil deberían ejercer autoridad, y en el exterior, sólo las autoridades hondureñas”.
Insulza pidió que en el diálogo “se consideren todos los puntos planteados en el Acuerdo de San José”, propuesto por Arias en julio.
Recordó que “el acuerdo es claro en cinco aspectos: primero, el restablecimiento del presidente elegido por el pueblo hondureño”; la formación de un gobierno de unidad nacional, la “garantía” de Zelaya de no promover una Asamblea Constituyente, amnistía política y mecanismos de supervisión internacional.
“Queremos que se busquen consensos claros sobre estos puntos”, subrayó el titular de la OEA.
El ministro de Gobernación (Interior) de Zelaya y cabeza de su delegación, Víctor Meza, dijo que acude al diálogo “para ver hacia adelante” y utilizar este mecanismo “como la salida más adecuada” para la crisis.
“Lo importante es no traicionar ni abandonar el espíritu del Acuerdo de San José, esa es nuestra posición”, puntualizó Meza, en referencia a que el Gobierno de facto, que convocó oficialmente el diálogo, lo llama Acuerdo Guaymuras, por el antiguo nombre del país.
El ministro de Estado para Relaciones Exteriores de Canadá, Peter Kent, dijo tener “la sensación de que todos los involucrados entienden que está cerca el momento en que esta crisis se tiene que resolver ya”.
“Este año ha sido difícil para Honduras, pero los últimos meses de 2009 pueden ser positivos”, consideró Kent, quien asistió a la apertura del diálogo como presidente pro-témpore del G-16, el grupo de países y organismos que brindan cooperación a Honduras.
Poco antes de iniciarse el diálogo, el frente de resistencia popular que apoya a Zelaya advirtió de que la restitución de éste “no es negociable”.
Los representantes de Micheletti son la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia Vilma Morales, el empresario Arturo Corrales y al abogado Armando Aguilar, mientras que a Zelaya lo representan, además de Víctor Meza, su ministra de Trabajo, Mayra Mejía, y el sindicalista Juan Barahona.
Barahona denunció a la prensa que la policía dispersó con gas lacrimógeno en la embajada de Estados Unidos una manifestación de decenas de personas que rechazan el golpe de Estado.
La policía también impuso un riguroso cordón de seguridad en los alrededores y dentro del hotel que alberga el diálogo, que busca una salida política negociada a la crisis hondureña, que ha entrado al cuarto mes.

Avances

Bruno Stagno, canciller de Costa Rica, dijo ayer en Tegucigalpa que hay conformidad entre las partes en un 85 por ciento del Acuerdo de San José para buscar una solución a la crisis política de Honduras.
“Hay un acuerdo casi en un 85 por ciento en torno del Acuerdo de San José, hay dos puntos que siguen en discordia y esos dos puntos van a formar parte del diálogo que van a tener en esta mesa de diálogo”, subrayó en declaraciones a periodistas Stagno sin precisar detalles.
Uno de los puntos en los que las partes no se han podido poner de acuerdo en los últimos meses es en la restitución del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, aspecto esencial de la propuesta auspiciada por el mandatario costarricense, Óscar Arias, para resolver la crisis generada tras el golpe de Estado del 28 de junio.
Stagno señaló que si los hondureños pueden llegar a un acuerdo político “sería un excelente resultado pensando en el futuro de su propio pueblo, pero la verdad es que tarde o temprano van a tener que abordar temas que están en el Acuerdo de San José”.
Agregó que la resolución del problema por parte de los hondureños “tendrá el apoyo de la comunidad internacional” y que el Acuerdo de San José “no está escrito en piedra”.
Stagno integra la misión de cancilleres americanos al frente del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que ayer llegó a Tegucigalpa para contribuir a buscar una solución a la crisis hondureña tras el golpe de Estado a Zelaya.
“Los cancilleres debemos alentar a todo Honduras, a todos los sectores a que den todos los espacios para que se pueda encontrar en este diálogo interno de hondureños una solución a la crisis política que vive Honduras”, expresó el diplomático.
“Instamos a todos, a los gremios a los sindicatos a los sectores empresariales, a los candidatos presidenciales, a todos a participar en este diálogo”, enfatizó.
Stagno confía en que los participantes en el diálogo tengan capacidad de “tomar posiciones vinculantes, de poder hablar por aquellos que hoy están en discordia”.
Esa capacidad, acotó Stagno, permitirá “encontrar en un calendario relativamente corto, para el futuro inmediato de Honduras, una solución que permita la realización del proceso electoral transparente, libre y justo que permita la plena realización de Honduras en la comunidad internacional”.
“Eso es lo que se merece este pueblo tan querido por todos nosotros, queremos un acuerdo político que permita enmarcar las elecciones y ese acuerdo político debe de llegar antes de las elecciones, es necesario que se pueda dar la reconciliación del pueblo hondureño y esto tiene que ser casi inmediato”, apostilló.






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