Logo La República

Viernes, 13 de diciembre de 2024



COLUMNISTAS


¿Más gastos y más impuestos?

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 22 mayo, 2020


Sinceramente

Cuando se aprobaron los últimos impuestos, todos sabíamos que éstos no alcanzarían para cerrar el déficit fiscal. Ese aumento de los impuestos vendría necesariamente acompañado de una reforma del estado para fusionar aquellas instituciones que pudieran serlo, para cerrar todas las instituciones que ya no cumplieran claramente con una función social aceptable y para reducir todo el personal excedente.

El PAC había criticado acremente que la administración Arias Sánchez hubiera contratado personal en la CCSS y el ICE sin que esas instituciones aparentemente lo necesitaran. Ante tal crítica el país esperaba que prescindieran de esos empleados tan pronto como llegara al poder. No fue así, la administración anterior a ésta, más bien contrató más funcionarios en el sector público según los datos del INEC. En estos pasados dos años el sector público ha seguido aumentando los empleados.

Con la llegada del COVID-19 el estado se ha enfrentado a dos grandes problemas que la administración Arias ya lo había hecho hace unos 10 años. Su recaudación fiscal ante la crisis se ha caído. Las cargas sociales en su monto cobrado se han reducido también. El aumento violento del desempleo ha hecho que las personas ya no estén en planillas, que muchos que hacían aportes patronales tampoco existan, y como han perdido su trabajo los aportes de los trabajadores se han reducido. La CCSS ha aumentado su gasto y sus ingresos ya no son del nivel que eran.

Más gastos y menos ingresos generan un aumento del déficit fiscal y un aumento del endeudamiento del país. Las deudas generan intereses y además hay que amortizarlas por lo que las exigencias fiscales aumentan en razón de esas deudas nuevas y crecidas. Es imperativo suprimir todo gasto por pequeño que este sea. Asesorías, viajes, viáticos, propaganda, gastos de representación, todo debe de irse.

¿Dónde está la reforma del estado que era urgente antes del COVID-19? ¿Dónde está la reducción de los gastos generados por instituciones cuyos servicios en el presente son cuestionados en su utilidad y vigencia? ¿Dónde está el despido del personal que el PAC en oposición afirmaba que era prescindible y que había sido contratado atentando contra el fisco? ¿Dónde están los traslados o los despidos de todas estas personas que presuntamente eran una carga para todos los contribuyentes? No aparecen y más bien hay nuevas adicionales contrataciones.

El Estado está regalando bonos y diarios. Es correcto y es deseable. La emergencia lo impone. ¿Dónde están los ahorros en desperdicio, duplicaciones y excesos que todos sabemos existen, para con ello sufragar este plan?

Las instituciones todas y también las autonomías deben de analizarse íntegramente. Deben de cerrarse aquellas cuyos servicios y funciones no tengan vigencia. Cortar el desperdicio y eliminar lo que ya no contribuye es fortalecer al estado y mejorar su situación fiscal. Pedir impuestos y contraer deudas cuando hay duplicaciones, desperdicios e instituciones que ya no empujan el esfuerzo nacional es muy contraproducente. Más impuestos acabarán con los esfuerzos empresariales que apenas sobreviven empeorando las cosas. Más impuestos reducirán aún más el poder de consumo del costarricense.

Se habla que el Gobierno ha contraído obligaciones con el FMI para un enorme préstamo en trámite que consiste en aumentar el IVA a niveles del 15% y aumentar los impuestos a los salarios. ¿Quieren reiniciar la recesión que el aumento anterior generó? ¡No más impuestos! Menos gastos son los que deberíamos estar analizando con detenimiento y rigor. No deberíamos siquiera pensar en aplastar al consumidor ni tampoco a las empresas sobrevivientes.

El país vive una pandemia económica sin precedentes. Miles de PYMES y Mipymes han cerrado sus puertas. Miles de sodas, bazares, centros de servicio automotriz, impresores de fotocopias, pulperías y abastecedores han quebrado. El desempleo arroja cifras de terror. ¿Y estamos pidiendo prestado para mantener servicios estatales que ya no van a servir para reactivar la economía? ¿Quieren ponernos más impuestos y cargas sin haber hecho los ahorros? No es justo, no es lógico y no es razonable.

La politiquería debe de terminar en el manejo de los problemas fiscales. La politiquería, el paternalismo, el clientelismo y otras prácticas viciadas deben de suprimirse antes de contraer más deudas e imponer nuevos y mayores tributos.


NOTAS ANTERIORES


Comunicar, comunicar, comunicar

Viernes 13 diciembre, 2024

Defenderse es más peligroso que dar un paso al frente y contar lo que sea necesario y que sabemos que los públicos quieren saber.







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.