Los guardianes de la Isla del Coco que conservan uno de los mayores tesoros del planeta

A 532 kilómetros de las costas costarricenses se ubica uno de los tesoros naturales más importantes del planeta, el Parque Nacional Isla del Coco, que recién cumplió 45 años de creación y es resguardado celosamente por un grupo de guardianes.

Se trata de más de 20 guardaparques que dejan sus hogares y a sus familias por más de 30 días consecutivos para dedicarse a proteger toda la biodiversidad de la Isla del Coco y educar los turistas, voluntarios e investigadores que llegan en pocas cantidades a este destino remoto.

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De ese grupo de guardaparques, seis mujeres han incursionado en una tarea que conlleva una serie de sacrificios, pero que recompensa el corazón de estas guardianas y quienes siguieron el ejemplo de Katy Conejo, que a finales de los años noventa se convirtió en la primera mujer guardaparque de la isla.

Con dos años de servicio en la Isla del Coco, Katherine Quirós, cumplió su sueño de ser nombrada en este paraíso natural y se convirtió en la única mujer en un puesto de control y protección, labor que históricamente estaba relegada para los hombres.

“Es más de lo que yo había soñado, yo lo soñé desde los 18 años y bueno, hace dos años se me cumplió, yo no me imaginaba jamás, verdad que yo iba a ser nombrada en la Isla del Coco. Como para cualquier otro costarricense, esto es un sueño, a veces uno lo ve inalcanzable, pero bueno, la vida me dio el privilegio de ser funcionaria de este Parque Nacional”, dijo Quirós.

Perderse cumpleaños, navidades y hasta la partida de seres queridos, son parte de las historias de sacrificio que cuenta Quirós, tras realizar viajes de 36 horas para volver a la costa tica.

La distancia, el cansancio y la lucha contra las emociones son alguno de los obstáculos que los guardianes del Parque Nacional deben enfrentar para realizar esta faena.

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Su labor abarca desde tareas administrativas y labores de limpieza hasta recibir turistas, cuidar las áreas verdes y patrullar en el mar para garantizar la protección de los recursos marinos.

“Uno agarra ese sentido de orgullo de decir, yo quiero que mis hijos y los de las demás personas vean también esa ballena, esa tortuga o esos tiburones, está ese sentido de orgullo, yo trabajo en este jardín y soy parte de los que aportan un granito de arena a la conservación de la Isla del Coco”, dijo Josué Morales, guardaparque de la isla.

Josué Morales, guardaparque. Cortesía / La República

Además, reconoció la labor fundamental de las funcionarias de la cocina del Área Protegida, quienes desempeñan una de las tareas más importantes para los guardaparques, voluntarios y demás personal destacado en la isla.

A pesar del orgullo con el que ejercen su labor, los funcionarios del Parque Nacional se enfrentan a limitaciones en su día a día y observan cómo, a menudo, el presupuesto destinado a las Áreas Protegidas se reduce.

Ante esta situación, el Área de Conservación Marina Cocos (ACMC) ha tenido que reinventarse y buscar alianzas público-privadas y con organizaciones que buscan obtener recursos adicionales para la protección de la isla, como señala Gina Cuza, directora de ACMC.

“Todas las alianzas público-privadas que podamos mantener y tener, por que eso nos permite, al no tener los aportes del gobierno, poder optar por esas alianzas, convenios con otras organizaciones que nos permitan avanzar y no estancarnos por falta de recursos”, explicó Cuza.

La conectividad, equipos de embarcación y vigilancia, y mejoras en infraestructura son parte de los nudos críticos identificados por la directora del ACMC.

Por este motivo, agradecen las contribuciones de organizaciones como la Fundación Amigos de la Isla del Coco (FAICO), que les ha permitido avanzar más allá de las posibilidades actuales de la institución.

“Nos ayudaron a gestionar un plan de infraestructura que nos va a decir cuándo tenemos que renovar ciertos procesos, por ejemplo, ahorita están casualmente mejorando las condiciones de las habitaciones o cabañas de los compañeros, pero eso tiene que ser de previos estudios que nos den a nosotros y nos indiquen estas son las prioridades, es un tema de planificación”, explicó Cuza.

Gina Cuza, directora del ACMC. Foto: Esteban Monge / La República

En el marco de la celebración del 45 aniversario del Parque Nacional, se anunció la donación de equipos por parte de FAICO para los funcionarios destacados en la Isla del Coco, como parte del programa "Calidad de Vida de los Guardaparques".

Este programa ha suministrado equipos e insumos para fortalecer las labores de control y vigilancia, turismo sostenible y el manejo de recursos naturales del Área Protegida.