Londres está buscando nuevos visitantes

Para medir el lugar que ocupa Londres en la economía global, se pueden examinar las estadísticas del Banco Mundial, sondear a los inversores y analizar los volúmenes comerciales. O se puede visitar Mahiki, un club nocturno con temática polinesia en el elegante barrio de Mayfair donde una botella de Champagne Cristal cuesta $719 –y los clientes rusos están siendo suplantados por trasnochadores de países como China y Nigeria.
“Estamos viendo muchos menos apellidos rusos en la lista de reservas. Es muy fácil ver lo que está pasando en el mundo a partir de los mercados que atraemos”, declaró Michael Evans, director creativo del club, donde gente como Rihanna y el príncipe Harry fueron detectados después del anochecer. “.
En tanto las tensiones en Ucrania persisten y el presidente Vladimir Putin se empeña en reducir la dependencia de Occidente, los rusos ricos están comprando menos productos de alta gama, desde pieles hasta Ferraris, y haciendo menos negocios con estudios jurídicos y bancos de inversión de la ciudad. Esto llevó a Londres, una ciudad conectada como ninguna otra con economías lejanas y de alto crecimiento, a buscar nuevos mecenas, eligiendo a China y los países africanos sub-saharianos como posibles sucesores.
Las compras que involucran a empresas rusas, gestionadas a menudo por las oficinas de bancos globales en Londres, se desplomaron 39% en el primer semestre de 2014, hasta $16.600 millones, según datos de Bloomberg. A las firmas rusas también les está resultando más difícil recaudar dinero. HSBC Holding Plc y Lloyds Banking Group Plc se retiraron el mes pasado de un préstamo para financiar un acuerdo de suministro de petróleo por $1.500 millones para el grupo de energía estatal OAO Rosneft debido a las preocupaciones por Ucrania, según una persona al tanto del tema.
Entre enero y mayo, el gasto minorista por parte de visitantes rusos en el Reino Unido cayó 22% respecto del mismo período del año anterior, según Global Blue, que maneja servicios de devolución de impuestos.

Bloomberg