Licencia para emocionar
| Jueves 13 noviembre, 2008
Licencia para emocionar
• Sin igualar a su predecesora, la nueva entrega en la saga de James Bond ofrece abundante diversión
Quantum of Solace
(Quantum of Solace)
Dirección: Marc Forster. Reparto: Daniel Craig, Olga Kurylenko, Mathieu Amalric, Judi Dench. Duración: 1:46. Origen: Inglaterra-EE.UU. 2008. Calificación: 7.
En la filmografía oficial de James Bond, célebre personaje creado por el escritor Ian Fleming, “Quantum of Solace” ocupa el lugar número 22. Por segunda vez, después de “Casino Royale” (2006), el actor Daniel Craig viste el traje de 007, proponiendo una versión moderna del agente secreto británico con licencia para matar: menos elegante y refinado; más rudo, cínico y brutal.
Lamentablemente, en este proceso de transformación, el super espía ha ido perdiendo su identidad: hoy en día, se asemeja a cualquier héroe de acción del montón. Lo que no ha perdido aún es su capacidad de emocionar al público masivo, materializando en pantalla sus fantasías de aventura y glamour. Sin igualar los brillantes resultados de su predecesora, esta nueva entrega ofrece abundante diversión.
Continuando directamente los eventos relatados en “Casino Royale”, el argumento describe los esfuerzos del protagonista por atrapar a unos villanos, responsables de la muerte de su amada Vesper Lynd. La investigación lo lleva a descubrir la existencia de una poderosa organización criminal llamada Quantum. Esta podría ser una actualización de la legendaria Spectre, con la que se enfrentaba Bond en sus primeras incursiones cinematográficas.
Otras referencias al pasado incluyen la imagen de una mujer desnuda, cubierta de petróleo: una toma emblemática, que recuerda el cadáver dorado al principio de la clásica “Goldfinger” (1964). Por lo demás, este Bond remozado tiene poco en común con sus predecesores: más que el sentido del deber, lo impulsa el deseo de venganza. Asimismo, su fuerza física supera su astucia.
El guion es el punto débil de esta producción colosal, donde la intriga de espionaje se reduce al mínimo indispensable, proporcionando una frágil excusa para presentar secuencias exóticas y cargadas de adrenalina. Hay tremendas persecuciones en automóvil, en avión, en lancha y a pie; tiroteos apabullantes y furibundas peleas a puño limpio, digna de las mejores cintas de artes marciales.
El director de origen alemán Marc Forster, conocido por títulos intimistas como “Descubriendo el País de Nunca Jamás” (2004) y “Cometas en el cielo” (2007), cambia completamente de estilo y confecciona un filme de alto impacto, que no teme comparaciones con los ejemplos más espectaculares del género.
Eso sí, Forster comparte sus méritos con una larga lista de acróbatas, coreógrafos, creadores de efectos especiales y demás miembros del equipo técnico, quienes dieron su contribución para hacer de “Quantum of Solace” una experiencia electrizante.
• Sin igualar a su predecesora, la nueva entrega en la saga de James Bond ofrece abundante diversión
Quantum of Solace
(Quantum of Solace)
Dirección: Marc Forster. Reparto: Daniel Craig, Olga Kurylenko, Mathieu Amalric, Judi Dench. Duración: 1:46. Origen: Inglaterra-EE.UU. 2008. Calificación: 7.
En la filmografía oficial de James Bond, célebre personaje creado por el escritor Ian Fleming, “Quantum of Solace” ocupa el lugar número 22. Por segunda vez, después de “Casino Royale” (2006), el actor Daniel Craig viste el traje de 007, proponiendo una versión moderna del agente secreto británico con licencia para matar: menos elegante y refinado; más rudo, cínico y brutal.
Lamentablemente, en este proceso de transformación, el super espía ha ido perdiendo su identidad: hoy en día, se asemeja a cualquier héroe de acción del montón. Lo que no ha perdido aún es su capacidad de emocionar al público masivo, materializando en pantalla sus fantasías de aventura y glamour. Sin igualar los brillantes resultados de su predecesora, esta nueva entrega ofrece abundante diversión.
Continuando directamente los eventos relatados en “Casino Royale”, el argumento describe los esfuerzos del protagonista por atrapar a unos villanos, responsables de la muerte de su amada Vesper Lynd. La investigación lo lleva a descubrir la existencia de una poderosa organización criminal llamada Quantum. Esta podría ser una actualización de la legendaria Spectre, con la que se enfrentaba Bond en sus primeras incursiones cinematográficas.
Otras referencias al pasado incluyen la imagen de una mujer desnuda, cubierta de petróleo: una toma emblemática, que recuerda el cadáver dorado al principio de la clásica “Goldfinger” (1964). Por lo demás, este Bond remozado tiene poco en común con sus predecesores: más que el sentido del deber, lo impulsa el deseo de venganza. Asimismo, su fuerza física supera su astucia.
El guion es el punto débil de esta producción colosal, donde la intriga de espionaje se reduce al mínimo indispensable, proporcionando una frágil excusa para presentar secuencias exóticas y cargadas de adrenalina. Hay tremendas persecuciones en automóvil, en avión, en lancha y a pie; tiroteos apabullantes y furibundas peleas a puño limpio, digna de las mejores cintas de artes marciales.
El director de origen alemán Marc Forster, conocido por títulos intimistas como “Descubriendo el País de Nunca Jamás” (2004) y “Cometas en el cielo” (2007), cambia completamente de estilo y confecciona un filme de alto impacto, que no teme comparaciones con los ejemplos más espectaculares del género.
Eso sí, Forster comparte sus méritos con una larga lista de acróbatas, coreógrafos, creadores de efectos especiales y demás miembros del equipo técnico, quienes dieron su contribución para hacer de “Quantum of Solace” una experiencia electrizante.