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Las claves del futuro... educación, salud y obras

Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Jueves 24 noviembre, 2011




Competidores adelantan a Costa Rica, dice Estado de la Nación
Las claves del futuro… educación, salud y obras

Deterioro en economía y desarrollo humano caracterizaron el último año

La educación, salud e infraestructura, así como el desarrollo rural, son los temas claves para mejorar la evolución del país en los próximos años, dice el último informe Estado de la Nación
Por ahora, Costa Rica carece de un rumbo a largo plazo para el mejoramiento económico, contrario a otras naciones latinas como Chile, Panamá y Uruguay.
En lo que a soluciones de los problemas nacionales se refiere, enfocar la enseñanza nacional hacia la ciencia y la nuevas tecnologías será primordial.
Costa Rica es exitoso en la alfabetización, con una cobertura total y tiene una tasa destacada en secundaria cercana al 50% de la población.
Sin embargo, es fundamental que el país concentre un esfuerzo en aumentar los graduados universitarios en áreas como ingeniería, tecnología y servicios avanzados.
Una generación de empleo más dinámica sería mayor en asesoría financiera, así como manufactura avanzada.
Por ejemplo, Bridgestone Costa Rica el año entrante traerá al país toda su operación de soporte financiero para Latinoamérica.
La estrategia educativa del futuro más bien deberá reproducir las experiencias positivas, como los colegios científicos o el programa Aprender Haciendo Ciencia, que estimula la investigación científica de los alumnos.
Otro pilar esencial para que el país siga avanzando, es garantizar que la Caja de Seguro Social cuente con el financiamiento adecuado.
Para lograr esta meta, sería necesario un acuerdo político sobre el sistema económico de la institución.
La tercera salida para el país tiene que ver con la modernización de carreteras, puertos y aeropuertos, dice el informe.
Precisamente en esta área el capital privado será vital para la inversión de obras estratégicas.
Para avanzar en esta materia es necesario establecer un plan a largo plazo, 20 años como mínimo, para la inversión en la infraestructura necesaria para impulsar el crecimiento económico.
Precisamente son algunas compañías locales y las multinacionales, con su apuesta en el país, las que han mostrado que el camino está relacionado con la alta calificación y el valor agregado.
Los actores políticos serán los encargados de lograr que los empleos de alta remuneración no se concentren únicamente en el Valle Central.
Además, la generación de oportunidades en las zonas rurales es vital para disminuir las desigualdades.
El rol de algunas de las figuras políticas con opciones presidenciales, para las próximas elecciones, sería fundamental para el plan del país a largo plazo.
El proyecto a elegir debería contar con los actores sociales y el sector empresarial, recomienda el Estado de la Nación.
El país tiene al menos dos décadas en las cuales descuidó aspectos estructurales básicos en la economía por falta de toma de decisiones.
La crisis global aceleró el decaimiento en el bienestar de la población, visualizado principalmente en la baja generación de empleo y la ralentización de la economía.
Además la recuperación aún es frágil porque a nivel internacional todavía hay inestabilidad.
Le urge al país encontrar soluciones a sus problemas, que en varios aspectos se van deteriorando año tras año.
Uno de los retrocesos en 2010 fue el crecimiento de la pobreza, que alcanzó al 21% de la población, en comparación con el 18,5% del año anterior, indica el informe.
Por su parte, el déficit público acumulado cerró en un 6% el año pasado, mayor en casi la mitad de 2009.
Además, el aumento del empleo en el sector privado quedó casi estancado, con un incremento de apenas el 0,4%.
Mientras carece de rumbo, Costa Rica pierde posiciones frente a otras economías latinoamericanas que tienen un plan a largo plazo, asegura el informe.
La percepción de éxito para las compañías medianas y pequeñas el año pasado fue de tan solo un 40% en Costa Rica, mientras que en Chile alcanza más del 60% y en Uruguay un 50%.
Otra de las dificultades está en la eficiencia en la recaudación tributaria. El promedio nacional de pago de impuestos por persona fue, el año pasado, de $1.500, mientras que en Chile ascendió a $2 mil y en Uruguay a $2.500.
Los resultados comparativos del Estado de la Nación por cierto coinciden con un reciente análisis hecho por LA REPUBLICA, que demostró que el crecimiento en Panamá y Uruguay está asociado a una estrategia clara para el futuro.
Mientras que hace tan solo cuatro años, el costarricense en promedio tenía un ingreso similar a sus homólogos en esos países, actualmente el panameño gana el 20% más, mientras el uruguayo está por encima por un 3%.
Por su parte, Panamá se está posicionando como el tercer centro logístico mundial, después de Hong Kong y Singapur, a través de la logística avanzada, el centro comercial de mayoreo más grande de las Américas, y un sistema bancario sólido.
Los panameños están logrando el objetivo porque el Canal y el aeropuerto de Tocumen son referentes para el comercio latinoamericano.
Uruguay ha sabido aprovechar las ganancias de los “commodities” agrícolas, tales como carne, granos y soya, así como una infraestructura avanzada, y las finanzas públicas sanas, para transformarse en la nación de la región latina con el índice más alto de equidad.
Chile es otro caso en el que la coherencia institucional genera crecimiento económico y disminución de las desigualdades.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net







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