Creador de Waze: “La idea de que tienen el peor tráfico, es solo una percepción”

Sí, las condiciones de las carreteras y las horas pico colocaron a Costa Rica en la lista de Waze sobre los peores lugares para manejar durante 2015; lo cierto es que esa posición se alcanzó únicamente porque los conductores están molestos con la experiencia de manejo que tienen a diario.

Esta postura la sostiene el propio desarrollador de la aplicación móvil, Uri Levine, quien basado en las experiencias que tuvo mientras dirigía el equipo que desarrolló Waze, confirma que todos los usuarios a nivel mundial están seguros de que tienen el peor tráfico del mundo.

LA REPÚBLICA, conversó con Levine sobre su proyecto estrella, los momentos que pasó cuando el gigante de la tecnología Google se acercó para establecer negocios con la app que nació en un pueblo israelí, sus nuevos proyectos y los pasos que se deben seguir para alcanzar el éxito.

¿Por qué decidió crear la aplicación Waze? ¿Cómo surgió la idea?

Los proyectos se basan en desarrollar aplicaciones que intentan combatir la ineficiencia en el día a día y facilitar la vida de las personas, yo odiaba los atascos del tráfico de la ciudad donde estaba y creo que mucha gente también tenía el mismo sentimiento. Waze nació porque quería crear algo que me ayudara a evitar y escapar del tráfico.

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Según la propia empresa Costa Rica está dentro de los peores lugares para manejar ¿esta condición les complicó el trabajo cuando estaban creando los mapas y rutas para el país? ¿Realmente es una ciudad difícil?

Costa Rica fue relativamente fácil porque es un lugar pequeño y los lugares para nosotros no fueron nada complicados para el desarrollo, porque también trabajamos con la información que nos daban las personas.
Todo el mundo piensa que la ciudad en que viven tiene el peor tráfico del mundo, pero es solo una percepción y en el caso de Costa Rica porque es un país pequeño, hay que considerar casos como los de Bogotá, Sao Paulo, México o Lima que sí nos complicaron el trabajo.

¿Cómo tomaron el acercamiento y las intenciones que tenía Google de comprarles la aplicación?
Siempre se tienen dudas cuando se va tomar una decisión tan importante como lo era resolver si íbamos a vender nuestra propia idea y negocio, pensamos bastante sobre las condiciones y garantías de la propuesta que era muy atractiva y como equipo decidimos ceder porque pensamos que Google iba a seguir con lo más importante, que era ayudarles a los usuarios a evitar las presas y que podía crear nuevas funciones alrededor de eso.

¿Cuatro años después de haber vendido Waze, piensa que la aplicación ha perdido la esencia con la que fue creada?
Verdaderamente no lo sé porque no estoy dentro, pero si volvemos a ver la aplicación Waze sigue siendo muy similar a lo que era cuando la creamos y no se ha convertido en Google Maps ni en otra solución parecida a la que manejan ellos.

¿Qué sucedió con la empresa luego de que vendió su proyecto estrella?

Los emprendedores saben qué es lo que viene, los verdaderos creadores siempre tienen en mente qué es lo que van a crear después y cuando hice la venta casi de manera inmediata estaba abriendo las puertas de una nueva startup y actualmente estoy trabajando unos ocho proyectos nuevos.

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¿Cuáles proyectos vinieron después?

Creamos FeeX, que se encarga de comunicarles a los clientes de bancos si la empresa financiera está cobrando comisiones abusivas, y lanzamos Movit, que tiene la esencia de resolver los problemas de tráfico pero en el transporte público, que siempre es una buena opción para evitar más carros particulares con una sola persona.
La app le muestra al usuario cuáles paradas de autobús o tren tomar para llegar más rápido a un destino y les sugiere a las personas distintas opciones de transporte público para movilizarse dentro de una ciudad.

¿Cuáles son los consejos que deben seguir los emprendedores que quieren conseguir el éxito con startups de tecnología?

El mensaje es encontrar primero un problema y pensar en cómo lo va a solucionar, luego deben encontrar a las personas que se pueden beneficiar de esa solución, escuchar y entender la percepción que tienen de tu propuesta y luego lanzar el proyecto.

Tienen que enamorarse del problema que quieren resolver y no de la solución.