La historia de la copa
| Viernes 03 julio, 2009
Esquina Epicúrea
La historia de la copa
Las tenemos en la mano y frecuentemente se nos olvida cuándo y dónde nacieron y quizás pensemos que siempre tuvieron el mismo diseño o hechas del miemos material.
No se sabe cuándo, dónde y quién invento el vidrio, pero la historia ya cuenta que lo primero fueron cuernos, conchas, vasijas, cáscaras de frutos y quizás hasta cráneos los que se usaban para evitar agacharse a tomar agua de los arroyos.
Al volverse sedentario, el hombre piensa y crea, y así nace la copa, primero de barro, después de cobre y de estaño para los pobres y de oro y plata para los ricos.
Los persas bajo Alejandro Magno ya usaban el vidrio y entre los siglos XIII al XV, en la ciudad de Damasco surgieron preciosos ejemplares esmaltados, que más tarde servirían de modelo a los vidrieros italianos.
En el Renacimiento, el vidrio alcanzó niveles de utilización muy elevados, surgieron en Venecia excelentes maestros vidrieros y sus continuas investigaciones con el vidrio les llevó a conseguir una versión blanca bastante pura, que dio lugar al prestigioso “cristal de Venecia”.
Este “cristal de Venecia” alcanzó una enorme popularidad y su fama fue explosiva.
Pero fue en el último tercio del siglo XVI cuando apareció un tipo de copa más o menos estándar, de forma esbelta, con forma de cáliz montada sobre un pie. Fueron los ingleses, sin embargo, los que se apuntaron el tanto del descubrimiento del cristal, en el siglo XVII, al añadir a la pasta vítrea óxido de plomo.
Al principio, las formas y tamaños de estas nuevas copas de cristal inglés seguían cánones venecianos. El elemento de la copa que más variedades experimentó fue el tallo, no sólo porque ofrecía más posibilidades experimentales, sino porque había que contrarrestar de alguna manera la fragilidad de esta parte de la copa.
A lo largo del siglo XVIII se desarrolló todo un muestrario de modelos de copas de cristal, que se irían estilizando con el paso de los años hasta el día de hoy en el que tenemos incontables opciones.
Buen provecho y hasta la próxima semana!
La historia de la copa
Las tenemos en la mano y frecuentemente se nos olvida cuándo y dónde nacieron y quizás pensemos que siempre tuvieron el mismo diseño o hechas del miemos material.
No se sabe cuándo, dónde y quién invento el vidrio, pero la historia ya cuenta que lo primero fueron cuernos, conchas, vasijas, cáscaras de frutos y quizás hasta cráneos los que se usaban para evitar agacharse a tomar agua de los arroyos.
Al volverse sedentario, el hombre piensa y crea, y así nace la copa, primero de barro, después de cobre y de estaño para los pobres y de oro y plata para los ricos.
Los persas bajo Alejandro Magno ya usaban el vidrio y entre los siglos XIII al XV, en la ciudad de Damasco surgieron preciosos ejemplares esmaltados, que más tarde servirían de modelo a los vidrieros italianos.
En el Renacimiento, el vidrio alcanzó niveles de utilización muy elevados, surgieron en Venecia excelentes maestros vidrieros y sus continuas investigaciones con el vidrio les llevó a conseguir una versión blanca bastante pura, que dio lugar al prestigioso “cristal de Venecia”.
Este “cristal de Venecia” alcanzó una enorme popularidad y su fama fue explosiva.
Pero fue en el último tercio del siglo XVI cuando apareció un tipo de copa más o menos estándar, de forma esbelta, con forma de cáliz montada sobre un pie. Fueron los ingleses, sin embargo, los que se apuntaron el tanto del descubrimiento del cristal, en el siglo XVII, al añadir a la pasta vítrea óxido de plomo.
Al principio, las formas y tamaños de estas nuevas copas de cristal inglés seguían cánones venecianos. El elemento de la copa que más variedades experimentó fue el tallo, no sólo porque ofrecía más posibilidades experimentales, sino porque había que contrarrestar de alguna manera la fragilidad de esta parte de la copa.
A lo largo del siglo XVIII se desarrolló todo un muestrario de modelos de copas de cristal, que se irían estilizando con el paso de los años hasta el día de hoy en el que tenemos incontables opciones.
Buen provecho y hasta la próxima semana!