Huelga paraliza gran parte de Perú
| Jueves 10 julio, 2008
Peruanos con marchas masivas y bloqueo de vías
Huelga paraliza gran parte de Perú
Al menos 21 policías resultaron heridos y otras 216 personas fueron detenidas durantes las manifestaciones
Lima
EFE
Marchas masivas y bloqueos de carreteras en diversos puntos de Perú predominaron ayer en la huelga nacional contra la política económica y social del presidente, Alan García, en la que al menos 21 policías resultaron heridos y otras 216 personas fueron detenidas.
A pesar de que Luis Alva Castro, ministro del Interior, dijo que durante la jornada no se registraron “hechos que lamentar”, en el interior del país se produjeron ataques violentos contra locales estatales en las regiones de Madre de Dios y Huancavelica.
Al menos 21 policías resultaron heridos durante el ataque de miles de manifestantes a la sede del gobierno regional de Madre de Dios, en la amazonía peruana, según confirmó el representante de la Defensoría del Pueblo, Humberto Cordero.
Cordero señaló al portal del diario El Comercio que uno de los policías resultó herido por un flechazo en un brazo y que todos los afectados se mantienen en situación estable en el Hospital Santa Rosa, de la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios.
“Quienes han estado involucrados en este acto vandálico son miembros de comunidades nativas, mineros y jóvenes vándalos que están aprovechando el pánico”, afirmó.
La turba protestó contra la denominada “Ley de la Selva”, una propuesta que aún no ha sido aprobada por el Congreso, pero es rechazada por supuestamente facilitar la venta de tierras de las comunidades y promover la inversión privada en reforestación.
En la ciudad andina de Huancavelica otro grupo de vándalos atacó la oficina regional del programa social Juntos, destruyó los archivos y retuvo a tres personas, que luego fueron liberadas cuando un vigilante realizó varios disparos al aire.
Según la emisora Radioprogramas, los manifestantes entraron al local gritando lemas contra el Gobierno, tras lo cual destruyeron muebles, quemaron documentos y robaron tres ordenadores.
Al ofrecer un balance del paro convocado por varias organizaciones encabezadas por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Alva Castro indicó que 216 personas fueron detenidas por pretender bloquear carreteras y cometer actos ilícitos.
Al inicio de la jornada, otro grupo de manifestantes se enfrentó a la Policía cuando intentaba despejar las vías de la populosa periferia norte de Lima, mientras que otros trabajadores agredieron a la prensa en una zona céntrica de la capital peruana.
Además, las fuerzas del orden utilizaron bombas lacrimógenas para despejar un tramo de la carretera Panamericana, que atraviesa toda la costa peruana, a la altura de la región de Ica, a unos 200 kilómetros al sur de Lima.
Las emisoras locales también informaron de varios bloqueos de carreteras en el interior del país, donde se sintió con mayor fuerza el paro, principalmente en las sureñas regiones de Puno y Arequipa.
En Cuzco, donde se desarrolla una reunión preparatoria para la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), que acogerá Lima en noviembre próximo, las actividades transcurrieron con tranquilidad.
El Gobierno desplegó unos 100 mil efectivos policiales, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, para garantizar el orden durante la huelga nacional.
Las exigencias de este paro, declarado ilegal por el Ministerio de Trabajo, fueron el aumento de sueldos y la derogatoria de varios decretos privatizadores, entre ellos los que promueven las inversiones en tierra de las comunidades campesinas y amazónicas o en zonas declaradas patrimonio histórico o cultural.
Los manifestantes también se pronunciaron contra la criminalización de la protesta social y demandaron atención a la “agenda agraria y social” para que no se reduzcan los derechos laborales y combatir la corrupción gubernamental, dijo el secretario general de la CGTP, Mario Huamán.
La protesta se realiza en momentos en que Perú brilla por el 8,3% de crecimiento económico registrado en 2007, uno de los más altos de la región y que contrasta con los peores salarios del continente y niveles de pobreza en 40% de la población.
El malestar en Perú se agrava por la subida de los precios de los alimentos y los combustibles, contando con que la inflación del primer semestre fue de 3,51% y el sueldo mínimo es de 500 soles (unos $177).
La CGTP calificó la paralización de “contundente y exitosa a nivel nacional”, mientras que el Gobierno señaló que la mayoría de peruanos realizó sus actividades con normalidad, aunque también admitió que existe descontento por el alza mundial de los precios de los alimentos.
Crisis superada
Bolivia y Perú dieron por superados los roces diplomáticos que los enfrentaron durante la última semana, afirmó ayer en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, David Choquehuanca.
“Después de la conversación que he sostenido con el canciller del Perú (José Antonio García Belaúnde), hemos dado por superado” los incidentes diplomáticos, afirmó Choquehuanca.
La semana pasada el Gobierno de Alan García llamó a consultas a su embajador en La Paz, Fernando Rojas, tras acusar al presidente boliviano, Evo Morales, de injerencias en su política interna.
El mandatario boliviano había denunciado una supuesta instalación de bases militares estadounidenses en Perú e instó a los peruanos a rebelarse contra esa situación.
Las relaciones entre García y Morales se han visto salpicadas por continuos cruces de declaraciones en los que el boliviano ha llegado a llamar a su homólogo peruano “gordo”, “poco anti imperialista” y “antidemocrático”.
Huelga paraliza gran parte de Perú
Al menos 21 policías resultaron heridos y otras 216 personas fueron detenidas durantes las manifestaciones
Lima
EFE
Marchas masivas y bloqueos de carreteras en diversos puntos de Perú predominaron ayer en la huelga nacional contra la política económica y social del presidente, Alan García, en la que al menos 21 policías resultaron heridos y otras 216 personas fueron detenidas.
A pesar de que Luis Alva Castro, ministro del Interior, dijo que durante la jornada no se registraron “hechos que lamentar”, en el interior del país se produjeron ataques violentos contra locales estatales en las regiones de Madre de Dios y Huancavelica.
Al menos 21 policías resultaron heridos durante el ataque de miles de manifestantes a la sede del gobierno regional de Madre de Dios, en la amazonía peruana, según confirmó el representante de la Defensoría del Pueblo, Humberto Cordero.
Cordero señaló al portal del diario El Comercio que uno de los policías resultó herido por un flechazo en un brazo y que todos los afectados se mantienen en situación estable en el Hospital Santa Rosa, de la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios.
“Quienes han estado involucrados en este acto vandálico son miembros de comunidades nativas, mineros y jóvenes vándalos que están aprovechando el pánico”, afirmó.
La turba protestó contra la denominada “Ley de la Selva”, una propuesta que aún no ha sido aprobada por el Congreso, pero es rechazada por supuestamente facilitar la venta de tierras de las comunidades y promover la inversión privada en reforestación.
En la ciudad andina de Huancavelica otro grupo de vándalos atacó la oficina regional del programa social Juntos, destruyó los archivos y retuvo a tres personas, que luego fueron liberadas cuando un vigilante realizó varios disparos al aire.
Según la emisora Radioprogramas, los manifestantes entraron al local gritando lemas contra el Gobierno, tras lo cual destruyeron muebles, quemaron documentos y robaron tres ordenadores.
Al ofrecer un balance del paro convocado por varias organizaciones encabezadas por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Alva Castro indicó que 216 personas fueron detenidas por pretender bloquear carreteras y cometer actos ilícitos.
Al inicio de la jornada, otro grupo de manifestantes se enfrentó a la Policía cuando intentaba despejar las vías de la populosa periferia norte de Lima, mientras que otros trabajadores agredieron a la prensa en una zona céntrica de la capital peruana.
Además, las fuerzas del orden utilizaron bombas lacrimógenas para despejar un tramo de la carretera Panamericana, que atraviesa toda la costa peruana, a la altura de la región de Ica, a unos 200 kilómetros al sur de Lima.
Las emisoras locales también informaron de varios bloqueos de carreteras en el interior del país, donde se sintió con mayor fuerza el paro, principalmente en las sureñas regiones de Puno y Arequipa.
En Cuzco, donde se desarrolla una reunión preparatoria para la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), que acogerá Lima en noviembre próximo, las actividades transcurrieron con tranquilidad.
El Gobierno desplegó unos 100 mil efectivos policiales, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, para garantizar el orden durante la huelga nacional.
Las exigencias de este paro, declarado ilegal por el Ministerio de Trabajo, fueron el aumento de sueldos y la derogatoria de varios decretos privatizadores, entre ellos los que promueven las inversiones en tierra de las comunidades campesinas y amazónicas o en zonas declaradas patrimonio histórico o cultural.
Los manifestantes también se pronunciaron contra la criminalización de la protesta social y demandaron atención a la “agenda agraria y social” para que no se reduzcan los derechos laborales y combatir la corrupción gubernamental, dijo el secretario general de la CGTP, Mario Huamán.
La protesta se realiza en momentos en que Perú brilla por el 8,3% de crecimiento económico registrado en 2007, uno de los más altos de la región y que contrasta con los peores salarios del continente y niveles de pobreza en 40% de la población.
El malestar en Perú se agrava por la subida de los precios de los alimentos y los combustibles, contando con que la inflación del primer semestre fue de 3,51% y el sueldo mínimo es de 500 soles (unos $177).
La CGTP calificó la paralización de “contundente y exitosa a nivel nacional”, mientras que el Gobierno señaló que la mayoría de peruanos realizó sus actividades con normalidad, aunque también admitió que existe descontento por el alza mundial de los precios de los alimentos.
Crisis superada
Bolivia y Perú dieron por superados los roces diplomáticos que los enfrentaron durante la última semana, afirmó ayer en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, David Choquehuanca.
“Después de la conversación que he sostenido con el canciller del Perú (José Antonio García Belaúnde), hemos dado por superado” los incidentes diplomáticos, afirmó Choquehuanca.
La semana pasada el Gobierno de Alan García llamó a consultas a su embajador en La Paz, Fernando Rojas, tras acusar al presidente boliviano, Evo Morales, de injerencias en su política interna.
El mandatario boliviano había denunciado una supuesta instalación de bases militares estadounidenses en Perú e instó a los peruanos a rebelarse contra esa situación.
Las relaciones entre García y Morales se han visto salpicadas por continuos cruces de declaraciones en los que el boliviano ha llegado a llamar a su homólogo peruano “gordo”, “poco anti imperialista” y “antidemocrático”.