Fiesta Espinar arrasó en Liberia
| Miércoles 30 julio, 2008
Fiesta Espinar arrasó en Liberia
Alrededor de 15 mil personas se reunieron para disfrutar de la música internacional, el calor, los toldos y la gente de la megafiesta de Liberia
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
El reloj marcaba la medianoche y en el fondo se podía escuchar al grupo argentino Los Pericos. Alrededor de 15 mil gargantas coreaban las canciones de la banda sudamericana.
Era la noche del sábado al domingo y toda esta gente se hizo de un espacio tras casi cuatro horas de espera y una fila de vehículos de casi 8 kilómetros.
Se trataba de la ya usual fiesta de los hermanos Espinar Rivas en conmemoración del 184 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, en la finca Las Delicias, en Liberia.
A pesar del cansancio de la espera, presas y la falta de parqueos, los asistentes no querían desperdiciar la ocasión para escuchar a la banda argentina y a Infected Mushroom, el dúo de DJ israelí, quienes mantuvieron a los presentes eufóricos hasta las 8.30 a.m. del domingo.
Los israelíes tocaron en uno de los cinco toldos con los que contaba la actividad, bajo la luz de cientos de flashes y empujones. Mientras que en los otros cuatro ambientes del evento, se dejó de lado la música electrónica, para dar paso a los clásicos de los 80, el reguetón y la cumbia.
Sin embargo, el folclor guanacasteco no podía faltar, solo era necesario caminar unos cuantos metros para poder disfrutar de cimarronas y de uno que otro uyuyuyyy.
A pesar de que la fiesta había comenzado nueve horas antes y el sol ya comenzaba a asomarse, la gente no quería irse a sus casas u hoteles, todo lo contrario, sacaban de sus bolsos anteojos de sol y continuaban bailando, solo que esta vez al son del sol y no de la luna.
Fue hasta las 8.30 a.m. que los miles de presentes se fueron del evento, retomando la odisea de las largas filas de carros con las que se habían encontrando a la hora de su arribo. Claro, con la alegría de que esta fiesta se repetirá a finales de diciembre.
Alrededor de 15 mil personas se reunieron para disfrutar de la música internacional, el calor, los toldos y la gente de la megafiesta de Liberia
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
El reloj marcaba la medianoche y en el fondo se podía escuchar al grupo argentino Los Pericos. Alrededor de 15 mil gargantas coreaban las canciones de la banda sudamericana.
Era la noche del sábado al domingo y toda esta gente se hizo de un espacio tras casi cuatro horas de espera y una fila de vehículos de casi 8 kilómetros.
Se trataba de la ya usual fiesta de los hermanos Espinar Rivas en conmemoración del 184 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, en la finca Las Delicias, en Liberia.
A pesar del cansancio de la espera, presas y la falta de parqueos, los asistentes no querían desperdiciar la ocasión para escuchar a la banda argentina y a Infected Mushroom, el dúo de DJ israelí, quienes mantuvieron a los presentes eufóricos hasta las 8.30 a.m. del domingo.
Los israelíes tocaron en uno de los cinco toldos con los que contaba la actividad, bajo la luz de cientos de flashes y empujones. Mientras que en los otros cuatro ambientes del evento, se dejó de lado la música electrónica, para dar paso a los clásicos de los 80, el reguetón y la cumbia.
Sin embargo, el folclor guanacasteco no podía faltar, solo era necesario caminar unos cuantos metros para poder disfrutar de cimarronas y de uno que otro uyuyuyyy.
A pesar de que la fiesta había comenzado nueve horas antes y el sol ya comenzaba a asomarse, la gente no quería irse a sus casas u hoteles, todo lo contrario, sacaban de sus bolsos anteojos de sol y continuaban bailando, solo que esta vez al son del sol y no de la luna.
Fue hasta las 8.30 a.m. que los miles de presentes se fueron del evento, retomando la odisea de las largas filas de carros con las que se habían encontrando a la hora de su arribo. Claro, con la alegría de que esta fiesta se repetirá a finales de diciembre.