Fed rehúsa identificar receptores de $2 billones en préstamos
| Lunes 15 diciembre, 2008
Fed rehúsa identificar receptores de $2 billones en préstamos
Bloomberg. La Reserva Federal de Estados Unidos rechazó una petición de Bloomberg News para que revelara la identidad de los receptores de más de $2 billones en préstamos de emergencia financiados por los contribuyentes estadounidenses y los activos que el banco central está aceptando como garantía.
Bloomberg interpuso una demanda el 7 de noviembre amparándose en la ley de Libertad de Información pidiendo detalles sobre las condiciones de los 11 programas de préstamos de la Fed, la mayor parte creados durante la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión.
La Fed respondió en días pasados diciendo que le está permitido retener memorandos internos, así como información sobre secreto profesional y actividades comerciales.
La institución confirmó que una búsqueda entre los registros encontró 231 páginas de documentos relacionados con algunas de las peticiones.
“Si nos dijeran lo que tienen, sabríamos las pérdidas potenciales en las que el Gobierno podría incurrir y eso es lo que no quieren que sepamos”, dijo Carlos Méndez, que supervisa unos $14.000 millones en ICP Capital LLC., con sede en Nueva York.
La Fed asumió el papel de rescatador, que fue el propósito original del programa conocido como Troubled Asset Relief (TARP) -- ayuda para activos en problemas -- por valor de $700.000 millones del Departamento del Tesoro. Los préstamos del banco central no tienen las salvaguardas supervisoras que el Congreso impuso al TARP.
Los préstamos totales de la Fed superaron por primera vez los $2 billones el 6 de noviembre. Subieron un 138 por ciento, o $1,23 billones, en las 12 semanas transcurridas desde el 14 de septiembre, cuando los gobernadores del banco central relajaron los estándares de garantías para aceptar instrumentos que no tenían la calificación de AAA.
El Congreso está exigiendo más transparencia a la Fed y al Tesoro en sus rescates, más recientemente durante las audiencias del 10 de diciembre de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, cuando el congresista David Scott, Demócrata por Georgia, dijo que los estadounidenses habían “sido embaucados”.
En su respuesta a la petición de Bloomberg, la Fed dijo que Estados Unidos se está enfrentando a “una crisis sin precedentes” en un momento en que “una pérdida de confianza en las entidades financieras y entre ellas mismas puede suceder a la velocidad del rayo y con efectos devastadores”.
La Fed proporcionó copias de tres correos electrónicos en respuesta a la petición de revelar las identidades de los proveedores de datos sobre colateral, así como sus contratos.
Aunque los remitentes y destinatarios de los mensajes fueron revelados, los contenidos aparecen borrados, excepto dos frases que identifican a un vendedor como “IDC”
Brian Willinsky, un portavoz de Interactive Data Corp., con sede en Massachusetts, una empresa que vende información sobre renta fija, declinó hacer comentarios.
“A pesar de las peticiones para incrementar la transparencia, el Consejo debe protegerse de importantes y múltiples daños que podrían resultar como consecuencia de divulgar” información, dijo en una carta enviada por correo electrónico Jennifer J. Johnson, secretaria del Consejo de Gobernadores de la Fed.
“A su juicio y dadas las actuales circunstancias, sería una medida peligrosa distribuir esta información confidencial”, escribió.
Citigroup Inc., que está reduciendo su personal mundial de 352.000 trabajadores mediante ventas de activos y despidos, se encuentra entre los nueve bancos más grandes que recibieron $125.000 millones en capital del TARP desde que éste se convirtió en ley el 3 de octubre.
Más de 170 bancos regionales están buscando $74.000 millones adicionales.
El Presidente de la Fed, Ben S. Bernanke, y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijeron en septiembre que acatarían las exigencias transparencia del Congreso en el rescate del sistema bancario de $700.000 millones.
La Ley de Libertad de Información exige a las agencias federales poner a la disposición de la prensa y los ciudadanos documentos oficiales.
La Fed prestó dinero y deuda pública a bancos que entregaban a cambio como colateral acciones y deuda “subprime” o de alto riesgo e instrumentos estructurados, como obligaciones con garantía de un fondo de deuda (CDO), según la página web de la Fed.
Entre los prestarios se incluye al ahora quebrado Lehman Brothers Holdings Inc., Citigroup y a JPMorgan Chase & Co., con sede en Nueva York, el mayor banco del país por activos.
Los bancos se oponen a hacer pública la información porque eso podría indicar debilidad y propiciar las ventas en corto o una huida de los ahorradores, dijo en una entrevista el mes pasado Scott Talbott, vicepresidente sénior de políticas públicas en Financial Services Roundtable, un grupo empresarial con sede en Washington.
Todo esto se da en medio de una recesión que lleva un año, y que se está ahondando según los expertos.
La cantidad de estadounidenses que presentan reclamaciones de beneficios de desempleo por primera vez se dispararon a un máximo de 26 años.
El presidente electo Barack Obama se comprometió el 6 de diciembre a revivir la economía y crear empleos haciendo la “mayor inversión” en caminos, puentes y edificios públicos desde la presidencia de Eisenhower.
A la vez que no dijo cuánto costaría tal paquete, un grupo de más de 150 economistas exhortó a Obama a apoyar un plan de estímulo de $900.000 millones.
Bloomberg. La Reserva Federal de Estados Unidos rechazó una petición de Bloomberg News para que revelara la identidad de los receptores de más de $2 billones en préstamos de emergencia financiados por los contribuyentes estadounidenses y los activos que el banco central está aceptando como garantía.
Bloomberg interpuso una demanda el 7 de noviembre amparándose en la ley de Libertad de Información pidiendo detalles sobre las condiciones de los 11 programas de préstamos de la Fed, la mayor parte creados durante la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión.
La Fed respondió en días pasados diciendo que le está permitido retener memorandos internos, así como información sobre secreto profesional y actividades comerciales.
La institución confirmó que una búsqueda entre los registros encontró 231 páginas de documentos relacionados con algunas de las peticiones.
“Si nos dijeran lo que tienen, sabríamos las pérdidas potenciales en las que el Gobierno podría incurrir y eso es lo que no quieren que sepamos”, dijo Carlos Méndez, que supervisa unos $14.000 millones en ICP Capital LLC., con sede en Nueva York.
La Fed asumió el papel de rescatador, que fue el propósito original del programa conocido como Troubled Asset Relief (TARP) -- ayuda para activos en problemas -- por valor de $700.000 millones del Departamento del Tesoro. Los préstamos del banco central no tienen las salvaguardas supervisoras que el Congreso impuso al TARP.
Los préstamos totales de la Fed superaron por primera vez los $2 billones el 6 de noviembre. Subieron un 138 por ciento, o $1,23 billones, en las 12 semanas transcurridas desde el 14 de septiembre, cuando los gobernadores del banco central relajaron los estándares de garantías para aceptar instrumentos que no tenían la calificación de AAA.
El Congreso está exigiendo más transparencia a la Fed y al Tesoro en sus rescates, más recientemente durante las audiencias del 10 de diciembre de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, cuando el congresista David Scott, Demócrata por Georgia, dijo que los estadounidenses habían “sido embaucados”.
En su respuesta a la petición de Bloomberg, la Fed dijo que Estados Unidos se está enfrentando a “una crisis sin precedentes” en un momento en que “una pérdida de confianza en las entidades financieras y entre ellas mismas puede suceder a la velocidad del rayo y con efectos devastadores”.
La Fed proporcionó copias de tres correos electrónicos en respuesta a la petición de revelar las identidades de los proveedores de datos sobre colateral, así como sus contratos.
Aunque los remitentes y destinatarios de los mensajes fueron revelados, los contenidos aparecen borrados, excepto dos frases que identifican a un vendedor como “IDC”
Brian Willinsky, un portavoz de Interactive Data Corp., con sede en Massachusetts, una empresa que vende información sobre renta fija, declinó hacer comentarios.
“A pesar de las peticiones para incrementar la transparencia, el Consejo debe protegerse de importantes y múltiples daños que podrían resultar como consecuencia de divulgar” información, dijo en una carta enviada por correo electrónico Jennifer J. Johnson, secretaria del Consejo de Gobernadores de la Fed.
“A su juicio y dadas las actuales circunstancias, sería una medida peligrosa distribuir esta información confidencial”, escribió.
Citigroup Inc., que está reduciendo su personal mundial de 352.000 trabajadores mediante ventas de activos y despidos, se encuentra entre los nueve bancos más grandes que recibieron $125.000 millones en capital del TARP desde que éste se convirtió en ley el 3 de octubre.
Más de 170 bancos regionales están buscando $74.000 millones adicionales.
El Presidente de la Fed, Ben S. Bernanke, y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijeron en septiembre que acatarían las exigencias transparencia del Congreso en el rescate del sistema bancario de $700.000 millones.
La Ley de Libertad de Información exige a las agencias federales poner a la disposición de la prensa y los ciudadanos documentos oficiales.
La Fed prestó dinero y deuda pública a bancos que entregaban a cambio como colateral acciones y deuda “subprime” o de alto riesgo e instrumentos estructurados, como obligaciones con garantía de un fondo de deuda (CDO), según la página web de la Fed.
Entre los prestarios se incluye al ahora quebrado Lehman Brothers Holdings Inc., Citigroup y a JPMorgan Chase & Co., con sede en Nueva York, el mayor banco del país por activos.
Los bancos se oponen a hacer pública la información porque eso podría indicar debilidad y propiciar las ventas en corto o una huida de los ahorradores, dijo en una entrevista el mes pasado Scott Talbott, vicepresidente sénior de políticas públicas en Financial Services Roundtable, un grupo empresarial con sede en Washington.
Todo esto se da en medio de una recesión que lleva un año, y que se está ahondando según los expertos.
La cantidad de estadounidenses que presentan reclamaciones de beneficios de desempleo por primera vez se dispararon a un máximo de 26 años.
El presidente electo Barack Obama se comprometió el 6 de diciembre a revivir la economía y crear empleos haciendo la “mayor inversión” en caminos, puentes y edificios públicos desde la presidencia de Eisenhower.
A la vez que no dijo cuánto costaría tal paquete, un grupo de más de 150 economistas exhortó a Obama a apoyar un plan de estímulo de $900.000 millones.