Es necesario dejar gobernar (II)
| Jueves 21 agosto, 2014
En los próximos cuatro años deben (la oposición) dejar gobernar al Presidente de la República y a su equipo
Es necesario dejar gobernar (II)
Hace casi tres años escribí un artículo que fue publicado por este medio y hoy, con ligeros ajustes, lo publico nuevamente, con la convicción de que muchos políticos le siguen haciendo un gran daño al país, con su eterna y majadera politiquería.
Cada quien y cada institución debe abocarse a lo suyo pero coordinando como corresponde, no “zafando tablas ni serruchando pisos” para lograr posiciones mezquinas, oportunistas y momentáneas. Requerimos verdaderos/as políticos y estadistas en el gobierno y en la oposición, no politiqueros.
Los destinos de la Patria han sido confiados a personas que el pueblo considera, están entre sus mejores ciudadanos para dirigir el navío; intachables y vestidas con la coraza de la dignidad, el honor y la honradez.
Soñar es posible, creer un poco más difícil; pero aun así, me atrevo a afirmar que los más, son portadores de esas altas cualidades. Son muestras sacadas al azar del conglomerado de gente buena, sana y no corrupta que conforman este pueblo honesto y trabajador.
La Asamblea Legislativa debe llegar a acuerdos a lo interno por medio del diálogo y del compromiso. El Ejecutivo debe tener claras sus metas, sus objetivos y contar con una gran predisposición a la negociación y al diálogo; y ambos están en la obligación de marchar juntos sabiendo que la interdependencia es innata en su relación y quehacer cotidiano.
Aquellos que de manera errada muy prematuramente han encendido los fuegos electoreros, urge que se replieguen y dejen gobernar. Que reorganicen partidos y actualicen programas, pues ya llegarán los momentos de volver a las plazas públicas, a los “tablados” a hacerle más promesas al pueblo.
En los próximos cuatro años deben dejar gobernar al señor Presidente de la República y a su equipo.
Por su lado, la alianza que dirige hoy a la Asamblea Legislativa, que lo haga de manera inteligente y pensando, solamente, en los más altos valores de la Patria.
Los políticos, los aprendices de político y los politiqueros deben entender que ya en Costa Rica, desde hace rato, no existe el bipartidismo y que las fuerzas sociales se han dispersado, que se han conformado y aglutinado en bloques de diferentes tamaños y colores, que son conglomerados con intereses diversos, pero es menester que no olviden que la Patria sigue siendo una, y en su nombre se pueden encontrar vías de convergencia para lograr acuerdos.
Debemos tener claro que la opinión pública en Costa Rica es muy fuerte, que los medios de comunicación tienen influencia innegable en las relaciones de poder, que los sindicatos y demás gremios tienen mucho que decir y dentro de este panorama, el logro del equilibrio es tarea prioritaria de políticos y funcionarios de experimentada condición de estadistas; caso contrario, el caos será la otra vertiente.
Dejar gobernar entonces, es el arte de la negociación, de descubrir la oportunidad precisa, sensata y pensada para actuar, para pedir o para ceder. Gobernar es escuchar, conciliar, ceder muy a menudo, ejecutar hoy y no posponer.
No podemos olvidar que el pueblo somos todos, gobernados y gobernantes; que las acciones de unos u otros nos afectan a todos por igual y que de una vez por todas, dejemos gobernar; para que quien fue electo en su alto cargo, pueda realizar su mandato de manera positiva, creativa y tranquila.
Johnny Sáurez Sandí