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Energía como estrategia fiscal (I)

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com | Lunes 29 septiembre, 2014


La insuficiencia energética que tenemos crea además una enorme y creciente fuga de recursos fiscales


Energía como estrategia fiscal (I)

Los países en el mundo están usando la producción nacional de energía primaria como una importante estrategia fiscal.
Primero, porque la competitividad energética potencia el crecimiento económico, lo que genera una creciente recaudación de impuestos en toda la economía. Segundo, porque en el caso de la producción sostenible de gas natural y petróleo se generan muchos más ingresos fiscales.
Dentro de este grupo de naciones se encuentra Noruega, que tiene un importante superávit fiscal y gastos sociales superiores a la mayoría de los países:
• “Gracias a los activos de hidrocarburos (gas natural y petróleo), los ingresos del gobierno en Noruega han excedido los gastos durante los últimos diez años, incluso durante la crisis fiscal mundial reciente” .

• “El gobierno noruego dedica un alto porcentaje promedio de recursos fiscales para programas sociales, que son los más altos entre los países de la OCDE” .

• “Noruega también destina relativamente una mayor proporción de los recursos a la salud que muchos otros países” .

• “La industria petrolera y de gas natural genera empleos y actividad económica en todo el país” .
Este tipo de estrategia energética multipropósito (fiscal, económica, social y ambiental) ha sido clave en estos países para mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes.
El desarrollo energético no solamente se enfoca en producir energía, sino que también se enfoca en crear competitividad nacional, crecimiento económico, progreso social (educación, salud, generación de empleo, lucha contra la pobreza, etc.), infraestructura moderna y recursos para el Estado y el sistema de pensiones. 
En Costa Rica, por el contrario, no buscamos aprovechar todo nuestro potencial energético para eliminar el déficit fiscal (y obtener también muchos otros beneficios económicos y sociales).
La producción nacional de energía primaria aquí no solamente es cara e insuficiente (por eso hay que importar masivamente derivados de petróleo) sino que no tiene tampoco los otros efectos multiplicadores en la sociedad que sí existen en otros países.
La insuficiencia energética que tenemos (que algunos llaman esclavitud energética) crea además una enorme y creciente fuga de recursos fiscales que terminan en las arcas de los países exportadores de petróleo.
Mientras “exportamos” masivamente riqueza nacional y recursos fiscales a través de las crecientes importaciones de derivados de petróleo caros, el país se desangra con un creciente déficit fiscal que nos endeuda a pasos agigantados, aumenta el costo de vida, deteriora la competitividad, la economía y el bienestar social y crea mayor pobreza y desempleo. Todo esto en nombre de dogmas sin sustento técnico y científico. 
En Noruega, como en muchos otros países, no existen este tipo de dogmas, lo que permite lograr un mayor y mejor desarrollo. La evidencia demuestra que gracias a su política energética, este país ha logrado ocupar el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano  y se encuentra entre los países con mayor desempeño ambiental  en el mundo, muy por encima de Costa Rica.

Roberto dobles
 

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