¡En el ring de tu mente!
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 30 noviembre, 2010
¡En el ring de tu mente!
“El éxito es un tanto similar a luchar contra un gorila. Usted no deja de luchar cuando esté agotado sino cuando el gorila esté cansado”. Esta afirmación de R. Strauss explica qué tienen en común las personas y equipos que saben qué voces escuchar al enfrentar desafíos.
Einstein no escuchó la advertencia del maestro que le dijo que nunca llegaría a hacer algo útil. Thomas Edison prestó oídos sordos a quienes le expresaron que era “ineducable”. Michael Jordan desobedeció el consejo de un entrenador que le sugirió dedicarse a otra actividad. Van Gogh solo vendió una pintura mientras vivió. Un empresario musical expresó “no me gustan como suenan, los grupos de guitarra ya no venden”, y desestimó representar a los Beatles. Y la lista de los “rebeldes” que se rehusaron a claudicar en su afán por llegar más allá de los límites de la época incluye a Cristóbal Colón, Mozart, los hermanos Wrigth, Copérnico, Newton y muchos más.
Las voces externas de quienes decían que algo no se podía hacer se enfrentaron con las internas de estos pioneros. Para el bien de la humanidad, en muchos casos ha ganado la batalla la voz de quienes simplemente se negaron a fracasar. Incluso, inventores como Edison, no se detuvieron a celebrar cada éxito, sino que de inmediato se plantearon retos aún más desafiantes.
Negarse a ser fracasados es una decisión tomada con coraje. El destino de un equipo es el resultado de sus decisiones; por eso conviene ser estrictos al determinar quiénes pueden tomar el timón para señalar el rumbo. Los “tercos inteligentes” persisten en sus metas y escuchan puntos de vista; saben que: “Quien teme preguntar se avergüenza de aprender”.
Hay voces que tocan a la puerta una sola vez y otras que se pegan del timbre. Unas son las que dicen que las cosas se pueden hacer y las otras las que insisten en que todo ya está inventado, que no vale la pena innovar. La tentación de renunciar a un objetivo siempre va a estar presente.
La decisión de los jueces en un combate de boxeo se da luego de evaluar a los dos contendientes. En igual modo, las voces en disputa se enfrentan en el ring de nuestra mente, donde ocurre la gran batalla. El reto es tomar la decisión que conducirá a la actitud correcta.
La voz que obedezcamos determinará el rumbo; es una decisión. Los pioneros tienen amplia visión para ver la razón de cada parte en disputa por su decisión y luego adoptan la que sea mejor compañera de su conciencia y de sus sueños.
German Retana
german.retana@incae.edu
“El éxito es un tanto similar a luchar contra un gorila. Usted no deja de luchar cuando esté agotado sino cuando el gorila esté cansado”. Esta afirmación de R. Strauss explica qué tienen en común las personas y equipos que saben qué voces escuchar al enfrentar desafíos.
Einstein no escuchó la advertencia del maestro que le dijo que nunca llegaría a hacer algo útil. Thomas Edison prestó oídos sordos a quienes le expresaron que era “ineducable”. Michael Jordan desobedeció el consejo de un entrenador que le sugirió dedicarse a otra actividad. Van Gogh solo vendió una pintura mientras vivió. Un empresario musical expresó “no me gustan como suenan, los grupos de guitarra ya no venden”, y desestimó representar a los Beatles. Y la lista de los “rebeldes” que se rehusaron a claudicar en su afán por llegar más allá de los límites de la época incluye a Cristóbal Colón, Mozart, los hermanos Wrigth, Copérnico, Newton y muchos más.
Las voces externas de quienes decían que algo no se podía hacer se enfrentaron con las internas de estos pioneros. Para el bien de la humanidad, en muchos casos ha ganado la batalla la voz de quienes simplemente se negaron a fracasar. Incluso, inventores como Edison, no se detuvieron a celebrar cada éxito, sino que de inmediato se plantearon retos aún más desafiantes.
Negarse a ser fracasados es una decisión tomada con coraje. El destino de un equipo es el resultado de sus decisiones; por eso conviene ser estrictos al determinar quiénes pueden tomar el timón para señalar el rumbo. Los “tercos inteligentes” persisten en sus metas y escuchan puntos de vista; saben que: “Quien teme preguntar se avergüenza de aprender”.
Hay voces que tocan a la puerta una sola vez y otras que se pegan del timbre. Unas son las que dicen que las cosas se pueden hacer y las otras las que insisten en que todo ya está inventado, que no vale la pena innovar. La tentación de renunciar a un objetivo siempre va a estar presente.
La decisión de los jueces en un combate de boxeo se da luego de evaluar a los dos contendientes. En igual modo, las voces en disputa se enfrentan en el ring de nuestra mente, donde ocurre la gran batalla. El reto es tomar la decisión que conducirá a la actitud correcta.
La voz que obedezcamos determinará el rumbo; es una decisión. Los pioneros tienen amplia visión para ver la razón de cada parte en disputa por su decisión y luego adoptan la que sea mejor compañera de su conciencia y de sus sueños.
German Retana
german.retana@incae.edu