En busca de la película perdida
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 15 agosto, 2013
CINE
En busca de la película perdida
“Too Much Johnson” era una comedia muda que, 75 años después de ser rodada y tras un complejo proceso de restauración, será estrenada el próximo 9 de octubre en Italia. Internet / La República
En 118 años de historia, el cine ha desarrollado su propia arqueología, que encuentra tesoros perdidos como el debut de Orson Welles, “Too Much Johnson”, recién descubierta en Italia, o la ópera prima de la que Kubrick renegaba, “Fear and Desire”, pero todavía busca filmes de Hitchcok, Lubitsch o Chaplin.“En busca de la película perdida” podría titularse este juego metacinematográfico y varios son los Indiana Jones a la caza de ese celuloide en paradero desconocido y casi siempre con un buen guion que explica su desaparición.
El último de ellos, el italiano Paolo Cherchi Usai, cambia aquello de que “Citizen Kane” es el mejor debut del séptimo arte, pues, en realidad, era la segunda cinta de Welles tras “Too Much Johnson”, que el director abandonó en plena sala de montaje y había dado por perdida tras un incendio en su casa de Madrid en 1970, donde pensaba que se alojaba la única copia esta.
Encontrada en la localidad italiana de Pordenone, “Too Much Johnson” era una comedia muda que, 75 años después de ser rodada y tras un complejo proceso de restauración, será estrenada el próximo 9 de octubre en Italia.
La historia recuerda lo que sucedió en 2008 en los archivos del Museo del Cine de Buenos Aires, donde Fernando Peña encontró 30 minutos perdidos de la obra maestra del expresionismo alemán “Metrópolis”, de Fritz Lang.
Estos fragmentos se habían dado por desaparecidos desde 1973 y completan la versión más cercana a la vista en el estreno en 1927 y que luego pasó por las censuras de la Alemania nazi y el Hollywood de la época.
La película, la única considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a “Los olvidados”, de Luis Buñuel, se estrenó restaurada y en versión completa por todo lo alto en plena Puerta de Brandeburgo en la Berlinale de 2010.
Nueva York / EFE