¿Debe el ICE construir obra pública?, José María Figueres piensa que sí

El ICE tiene la experiencia y el talento humano necesario para construir cualquier obra pública, según José María Figueres, candidato de Liberación Nacional, quien no descarta esa posibilidad en un eventual gobierno suyo a partir del 2022.

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Eso sí, la única condición que pone Figueres es que el ICE compita con otras empresas privadas, para que se garantice el mejor precio y la mayor calidad de las obras públicas.

“Tomando en consideración la cantidad de infraestructura que estaríamos haciendo y la capacidad y experiencia del ICE y su talento humano, pienso que sí podría construir obra pública, pero que compita en igualdad de condiciones con el mercado (…) Es una posibilidad que se metan en esa tarea, siempre y cuando todo sea transparente y no hayan subsidios cruzados”, dijo Figueres la semana pasada en una actividad organizada por AmCham.

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En ese sentido, Figueres reconoció que para construir obra pública en su gobierno, se pondrán en marcha alianzas público – privadas, ya que el Estado tiene recursos limitados.

Otra opción sería invertir las pensiones complementarias en infraestructura, lo cual, generaría buenos rendimientos a futuro para los ahorrantes, a la vez que se mitigaría el histórico rezago en infraestructura.

El ICE ha sido cuestionado en múltiples ocasiones por actores políticos y empresariales, por el sobreprecio de sus grandes plantas hidroeléctricas.

Por ejemplo, la inversión planificada para el proyecto de Pirrís era inicialmente de $300 millones y terminó costando $630 millones, mientras que para construir Reventazón se invirtieron $1.508 millones; es decir, más de $750 millones de lo que se planificó inicialmente.

La propuesta para que el ICE construya obra pública no es nueva, ya que anteriormente otros políticos como Fabricio Alvarado de Nueva República y Welmer Ramos del PAC, lo sugirieron y hasta presentaron proyectos de ley para tal fin.

“La mera ideológica ha provocado que, por muchísimos años, Costa Rica haya dejado de hacer obras de infraestructura pública ejecutada directamente por el Estado, entrabando y atrasando los proyectos necesarios para el desarrollo del país”, dijo Ramos, a quien le gustaría que le ICE fuera el “brazo constructor del Estado”.

La búsqueda de alternativas para el desarrollo de obra pública, se da en momentos en que varias de las empresas constructoras del país – H Solís y Meco – se encuentran seriamente cuestionadas por un supuesto caso de corrupción.

Se trata del escándalo “Cochinilla”, el cual, implicó supuestamente el pago de sobornos y la entrega de dádivas para unos 20 funcionarios del Conavi y del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, con el objetivo de que estos facilitaran procesos de construcción o carteles de licitación.

Precisamente, en estos momentos el mantenimiento de vías ya tiene seis meses sin realizarse, lo cual, genera preocupación entre el sector productivo.

“El mantenimiento de la infraestructura vial no se puede suspender, lo que sí se puede hacer, es que si existen otras empresas, propiciamos que sean ellas las que construyan y den mantenimiento. Este gobierno debe garantizar a todos los costarricenses que las carreteras estarán en buen estado”, dijo Arturo Rosabal, vicepresidente de la Cámara de Comercio a LA REPÚBLICA anteriormente.