Crisis griega eclipsa cumbre del G20
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 04 noviembre, 2011
Crisis griega eclipsa cumbre del G20
Los grandes temas de la cumbre del G20, como las políticas para el desarrollo económico y social, se vieron ayer eclipsados por la crisis griega, para disgusto de algunos países y agentes sociales.
La sexta reunión al máximo nivel del G20 arrancó en Cannes (Francia) bajo la larga sombra de la crisis política griega, que provocó numerosos encuentros paralelos e, incluso, la celebración de una minicumbre de los líderes de la eurozona que se encontraban en esta ciudad de la Costa Azul francesa.
La cita había sido ideada con un programa muy ambicioso por el Gobierno francés de Nicolás Sarkozy, presidente de turno del G20, pero los acontecimientos en Grecia y, sobre todo, la difícil situación que vive Europa obligaron a bajar las expectativas.
En paralelo al inicio de la cumbre, que arrancó con un almuerzo de trabajo y un debate sobre la situación económica actual, en los pasillos y en las salas de prensa las televisiones proyectaban los noticiarios griegos y emitían en directo la intervención del primer ministro de Grecia, Yorgos Papandréu, en el Parlamento.
Pero este excesivo protagonismo de la crisis económica provocó un cierto descontento entre los países de fuera de la zona euro, que acudieron a Cannes con ganas de hablar sobre la ayuda al desarrollo, la liberalización del comercio internacional o la reformulación del Sistema Monetario Internacional, ejes de la agenda de la presidencia francesa.
Una de las líderes en alzar la voz fue la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien mostró su hartazgo por una crisis de la que se lleva hablando, sin solución, casi desde que se inició la crisis financiera, hace tres años.
"Han pasado tres años y cuando a un enfermo no le dan la solución cada vez se agrava más", dijo durante una intervención en un foro empresarial paralelo al G20.
Recordó que desde la quiebra de Lehman Brothers se han gastado "miles de millones de dólares" para resolver los problemas del sistema financiero que deberían ser volcados en la economía real.
También las ONG acreditadas ante el G20 lamentaron que la crisis de la deuda en EEUU y Europa esté acaparando la atención en el comienzo de la cumbre, en la que abogan por una mayor regulación del sistema financiero internacional y un control de los precios de los alimentos.
Con un ojo puesto en el plenario de la cumbre y otro en las informaciones procedentes de Grecia, los líderes del G20 trataron de avanzar en el eje central de la cumbre, que se ha marcado como objetivo trazar un plan que permita lograr un desarrollo sostenible en el planeta.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue uno de los mandatarios que defendieron una iniciativa para que los países que no están sujetos a una austeridad presupuestaria pongan en marcha políticas de estímulo que favorezcan el crecimiento global.
En este sentido, el G20 tiene previsto presentar mañana un plan de acción que recoge el consenso en este sentido.
Francia/EFE
La sexta reunión al máximo nivel del G20 arrancó en Cannes (Francia) bajo la larga sombra de la crisis política griega, que provocó numerosos encuentros paralelos e, incluso, la celebración de una minicumbre de los líderes de la eurozona que se encontraban en esta ciudad de la Costa Azul francesa.
La cita había sido ideada con un programa muy ambicioso por el Gobierno francés de Nicolás Sarkozy, presidente de turno del G20, pero los acontecimientos en Grecia y, sobre todo, la difícil situación que vive Europa obligaron a bajar las expectativas.
En paralelo al inicio de la cumbre, que arrancó con un almuerzo de trabajo y un debate sobre la situación económica actual, en los pasillos y en las salas de prensa las televisiones proyectaban los noticiarios griegos y emitían en directo la intervención del primer ministro de Grecia, Yorgos Papandréu, en el Parlamento.
Pero este excesivo protagonismo de la crisis económica provocó un cierto descontento entre los países de fuera de la zona euro, que acudieron a Cannes con ganas de hablar sobre la ayuda al desarrollo, la liberalización del comercio internacional o la reformulación del Sistema Monetario Internacional, ejes de la agenda de la presidencia francesa.
Una de las líderes en alzar la voz fue la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien mostró su hartazgo por una crisis de la que se lleva hablando, sin solución, casi desde que se inició la crisis financiera, hace tres años.
"Han pasado tres años y cuando a un enfermo no le dan la solución cada vez se agrava más", dijo durante una intervención en un foro empresarial paralelo al G20.
Recordó que desde la quiebra de Lehman Brothers se han gastado "miles de millones de dólares" para resolver los problemas del sistema financiero que deberían ser volcados en la economía real.
También las ONG acreditadas ante el G20 lamentaron que la crisis de la deuda en EEUU y Europa esté acaparando la atención en el comienzo de la cumbre, en la que abogan por una mayor regulación del sistema financiero internacional y un control de los precios de los alimentos.
Con un ojo puesto en el plenario de la cumbre y otro en las informaciones procedentes de Grecia, los líderes del G20 trataron de avanzar en el eje central de la cumbre, que se ha marcado como objetivo trazar un plan que permita lograr un desarrollo sostenible en el planeta.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue uno de los mandatarios que defendieron una iniciativa para que los países que no están sujetos a una austeridad presupuestaria pongan en marcha políticas de estímulo que favorezcan el crecimiento global.
En este sentido, el G20 tiene previsto presentar mañana un plan de acción que recoge el consenso en este sentido.
Francia/EFE