Crece esperanza del regreso de todos los rehenes
| Viernes 04 julio, 2008
Gobierno estima en 700 los secuestrados en manos de las FARC
Crece esperanza del regreso de todos los rehenes
Betancourt reencuentra a sus hijos y viajará a Francia para ver a Sarkozy
Bogotá
EFE
El rescate militar de quince rehenes de las FARC mantenía ayer en una alegría colectiva a los colombianos y alimenta la esperanza del Gobierno y del país de que pronto recuperen la libertad todos los secuestrados por esa guerrilla.
“Vamos a encontrar los mecanismos para que sean liberados los que siguen secuestrados”, declaró la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también nacional francesa, y uno de los quince rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rescatados ayer por el Ejército.
Horas antes, casi a la medianoche, Álvaro Uribe, presidente colombiano, había declarado que “la única factura” que le iba a pasar a las FARC por la “Operación Jaque” es “la invitación a que hagan la paz”.
“Hemos mantenido siempre la disposición. Y que empiecen liberando a los secuestrados que aún permanecen en su poder”, manifestó el mandatario colombiano.
Las FARC mantienen cautivas a 25 personas que pretenden canjear por unos 500 rebeldes presos, pero el Gobierno calcula que son unos 700 los secuestrados que tienen en su poder con fines de extorsión.
Por ahora los observadores expresan preocupación por la suerte de los 25 rehenes que siguen en manos de las FARC y que ya no tienen el valor estratégico de negociación de Betancourt y los tres estadounidenses rescatados con ella.
“Nos preocupan muchísimo los que quedan”, declaró a los periodistas Marleny Orjuela, directora de la Asociación de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por los Grupos Guerrilleros (Asfamipaz).
Los once militares y policías liberados también admitieron que su felicidad no era completa, pues dejaron en la selva a muchos compañeros en condiciones infrahumanas.
Entre ellos se encuentra el cabo Pablo Emilio Moncayo, cuyo padre, el profesor Gustavo Moncayo, recorrió a pie miles de kilómetros para llamar la atención sobre el olvido de algunos secuestrados.
Betancourt muy emocionada por momentos se reencontró ayer en Bogotá con sus hijos, Melanie y Lorenzo Delloye, a quienes no veía desde hace siete años, y volverá con ellos a Francia donde tiene previsto entrevistarse con el presidente Nicolas Sarkozy.
Además de éstos, Betancourt se reunión con su hermana Astrid, su ex marido y padre de sus hijos, Fabrice Delloye, y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, quien agradeció al Gobierno de Colombia el rescate.
Betancourt, que ha reiterado su agradecimiento a Francia por la movilización y los esfuerzos hechos para su liberación y que deseó ser enterrada en ese país cuando muera, viajó anoche junto a sus hijos y el resto de la delegación gala que llegó ayer a Bogotá, para entrevistarse hoy en París con Sarkozy.
El canciller francés, que se reunió ayer con Uribe, aseguró que “no acepta” sacar de la lista de organizaciones terroristas a un grupo que usa métodos como el secuestro de personas inocentes, y pidió a las FARC liberar a los demás rehenes que mantienen en cautiverio.
Por su parte, Mélanie, se refirió al momento que vivía como “el más feliz” e insistió, como su madre y su hermano, en que hay que “seguir luchando por ellos”, el resto de secuestrados.
Lorenzo Delloye no pudo dar nombre al sentimiento que le embargaba y afirmó que aunque se ha ganado “un combate por la libertad”, todavía “hay secuestrados en la selva”.
Análisis
Impulso político
El rescate militar de quince secuestrados por las FARC, entre ellos y de manera especial la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y 14 rehenes más, tiene entre otras una connotación política de gran importancia, en particular para el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Este golpe propinado a las FARC, además de su transcendencia en la lucha del Estado contra la guerrilla, supone un incremento del ya amplio caudal popular y político de Uribe en momentos en que, enfrentado a la Corte Suprema de Justicia, mantiene al país al borde de una crisis institucional, según la mayoría de los analistas.
El presidente, tras una decisión de la sala penal de esa corte, en la que se ponía en duda el acto legislativo que provocó la reforma de la Constitución en 2005 para aprobar su reelección, apeló al Congreso para poder consultar al pueblo por medio de un referéndum y repetir las elecciones de 2006, que ganó con amplitud.
“Uribe tiene un respaldo popular y político muy grande y más ahora, pero tiene muchos cabos sueltos en sus problemas con la Corte Suprema de Justicia, por lo que es un conflicto muy difícil de solucionar”, dijo a Efe León Valencia, analista político, director de la fundación Nuevo Arco Iris y antiguo guerrillero.
A su juicio, “es evidente que Uribe sale muy fortalecido con este triunfo” que constituye el rescate de los secuestrados.
Nadie duda en Colombia del éxito de la operación y del capital político que ha conseguido el presidente con ella, pero permanece como una incógnita la decisión de Uribe de perseguir un tercer mandato, al que le animan sus partidarios, o bien concluir en 2010 el actual.
Antes de la “Operación Jaque”, que ha recibido calificativos como “impecable”, “perfecta” o “sin precedentes”, Uribe gozaba de una popularidad superior al 80%.
Para el analista Valencia el rescate de los secuestrados, que consideró un “triunfo de Uribe”, puede “poner en dificultades, en estos momentos, a la Corte Suprema, porque existe un ambiente político muy favorable al presidente”, pero la “enemistad absoluta” que existe entre ambos “no indica que vaya a haber una conciliación”.
Crece esperanza del regreso de todos los rehenes
Betancourt reencuentra a sus hijos y viajará a Francia para ver a Sarkozy
Bogotá
EFE
El rescate militar de quince rehenes de las FARC mantenía ayer en una alegría colectiva a los colombianos y alimenta la esperanza del Gobierno y del país de que pronto recuperen la libertad todos los secuestrados por esa guerrilla.
“Vamos a encontrar los mecanismos para que sean liberados los que siguen secuestrados”, declaró la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también nacional francesa, y uno de los quince rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rescatados ayer por el Ejército.
Horas antes, casi a la medianoche, Álvaro Uribe, presidente colombiano, había declarado que “la única factura” que le iba a pasar a las FARC por la “Operación Jaque” es “la invitación a que hagan la paz”.
“Hemos mantenido siempre la disposición. Y que empiecen liberando a los secuestrados que aún permanecen en su poder”, manifestó el mandatario colombiano.
Las FARC mantienen cautivas a 25 personas que pretenden canjear por unos 500 rebeldes presos, pero el Gobierno calcula que son unos 700 los secuestrados que tienen en su poder con fines de extorsión.
Por ahora los observadores expresan preocupación por la suerte de los 25 rehenes que siguen en manos de las FARC y que ya no tienen el valor estratégico de negociación de Betancourt y los tres estadounidenses rescatados con ella.
“Nos preocupan muchísimo los que quedan”, declaró a los periodistas Marleny Orjuela, directora de la Asociación de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por los Grupos Guerrilleros (Asfamipaz).
Los once militares y policías liberados también admitieron que su felicidad no era completa, pues dejaron en la selva a muchos compañeros en condiciones infrahumanas.
Entre ellos se encuentra el cabo Pablo Emilio Moncayo, cuyo padre, el profesor Gustavo Moncayo, recorrió a pie miles de kilómetros para llamar la atención sobre el olvido de algunos secuestrados.
Betancourt muy emocionada por momentos se reencontró ayer en Bogotá con sus hijos, Melanie y Lorenzo Delloye, a quienes no veía desde hace siete años, y volverá con ellos a Francia donde tiene previsto entrevistarse con el presidente Nicolas Sarkozy.
Además de éstos, Betancourt se reunión con su hermana Astrid, su ex marido y padre de sus hijos, Fabrice Delloye, y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, quien agradeció al Gobierno de Colombia el rescate.
Betancourt, que ha reiterado su agradecimiento a Francia por la movilización y los esfuerzos hechos para su liberación y que deseó ser enterrada en ese país cuando muera, viajó anoche junto a sus hijos y el resto de la delegación gala que llegó ayer a Bogotá, para entrevistarse hoy en París con Sarkozy.
El canciller francés, que se reunió ayer con Uribe, aseguró que “no acepta” sacar de la lista de organizaciones terroristas a un grupo que usa métodos como el secuestro de personas inocentes, y pidió a las FARC liberar a los demás rehenes que mantienen en cautiverio.
Por su parte, Mélanie, se refirió al momento que vivía como “el más feliz” e insistió, como su madre y su hermano, en que hay que “seguir luchando por ellos”, el resto de secuestrados.
Lorenzo Delloye no pudo dar nombre al sentimiento que le embargaba y afirmó que aunque se ha ganado “un combate por la libertad”, todavía “hay secuestrados en la selva”.
Análisis
Impulso político
El rescate militar de quince secuestrados por las FARC, entre ellos y de manera especial la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y 14 rehenes más, tiene entre otras una connotación política de gran importancia, en particular para el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Este golpe propinado a las FARC, además de su transcendencia en la lucha del Estado contra la guerrilla, supone un incremento del ya amplio caudal popular y político de Uribe en momentos en que, enfrentado a la Corte Suprema de Justicia, mantiene al país al borde de una crisis institucional, según la mayoría de los analistas.
El presidente, tras una decisión de la sala penal de esa corte, en la que se ponía en duda el acto legislativo que provocó la reforma de la Constitución en 2005 para aprobar su reelección, apeló al Congreso para poder consultar al pueblo por medio de un referéndum y repetir las elecciones de 2006, que ganó con amplitud.
“Uribe tiene un respaldo popular y político muy grande y más ahora, pero tiene muchos cabos sueltos en sus problemas con la Corte Suprema de Justicia, por lo que es un conflicto muy difícil de solucionar”, dijo a Efe León Valencia, analista político, director de la fundación Nuevo Arco Iris y antiguo guerrillero.
A su juicio, “es evidente que Uribe sale muy fortalecido con este triunfo” que constituye el rescate de los secuestrados.
Nadie duda en Colombia del éxito de la operación y del capital político que ha conseguido el presidente con ella, pero permanece como una incógnita la decisión de Uribe de perseguir un tercer mandato, al que le animan sus partidarios, o bien concluir en 2010 el actual.
Antes de la “Operación Jaque”, que ha recibido calificativos como “impecable”, “perfecta” o “sin precedentes”, Uribe gozaba de una popularidad superior al 80%.
Para el analista Valencia el rescate de los secuestrados, que consideró un “triunfo de Uribe”, puede “poner en dificultades, en estos momentos, a la Corte Suprema, porque existe un ambiente político muy favorable al presidente”, pero la “enemistad absoluta” que existe entre ambos “no indica que vaya a haber una conciliación”.