Costa Rica se une a sus vecinos para acelerar carrera aeroespacial

Costa Rica trabaja para poner en órbita su segundo satélite, con el lanzamiento de un CubeSat, un nanosatélite cuya misión es la de predecir las inundaciones centroamericanas causadas por fenómenos climáticos, al medir las cuencas hidrográficas.

Se llama Proyecto Morazán, en honor del último presidente de la República Federal de Centroamérica.

El nanosatélite está programado para lanzarse en 2021 a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).

La dirección del proyecto estará a cargo de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y Espacio (ACAE), con la colaboración de universidades nacionales y de Guatemala y Honduras.

Es la segunda vez que el país colabora en un proyecto aeroespacial conjunto, después de que lo hiciera con la Universidad George Washington en el diseño de un satélite tipo CubeSat 3U el año pasado.

Anteriormente se hizo el Proyecto Irazú, que lanzó al espacio el satélite Batsú CS-1 a mediados del año anterior y que se hizo con recursos locales.

Esto supone una transferencia de conocimiento en un área tecnológica incipiente para el país, que desde hace dos años tiene un laboratorio de sistemas espaciales.

“Apuntamos a crear capacidades muy específicas y especializadas en áreas que sabemos donde hay un gran valor, especialmente en electrónica, mecatrónica, impresión 3D, diseño industrial y sistemas de propulsión”, explicó Carlos Enrique Alvarado, presidente de ACAE.

Más que exportar, la Academia busca atraer inversión extranjera especializada, de un mercado espacial valorado aproximadamente en $350 mil millones, según la consultora Morgan Stanley.

Por otra parte, Guatemala también prepara su primer nanosatélite, el Quetzal-1, creado por estudiantes y profesores de la Universidad del Valle.

El proyecto busca fondos para llegar a la ISS y espera estar en órbita este año.