Costa Rica requiere mejorar atención de desastres
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 10 enero, 2009
Costa Rica requiere mejorar atención de desastres
Aunque existen planes para su reducción, por lo general no son puestos en práctica
Yessenia Garita
ygarita@larepublica.net
Aunque las labores efectuadas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para el rescate de las víctimas del terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter en Poás de Alajuela han sido idóneas, el país requiere mejorar algunos aspectos en la atención de emergencias.
Una mayor eficiencia en la solicitud y trámite de ayuda internacional, falta de ejecución de un plan nacional de emergencias, y carencia de dinero para la CNE son las principales debilidades que enfrenta el país ante la amenaza de desastres naturales.
“Los protocolos para solicitar la ayuda internacional deberían ser más ágiles y activarse de inmediato cuando sucede una emergencia, deberían realizarse simulacros y no activar los procedimientos cuando sucede la emergencia”, indicó Héctor Chaves, director de Bomberos.
“La ayuda internacional debió solicitarse de inmediato cuando sucedió la tragedia, porque es una forma importante para el rescate de las víctimas”, agregó Chaves.
Sin embargo, esto no sucedió. Ayer por la tarde, aunque se contaba con el ofrecimiento de los gobiernos estadounidense y colombiano para el envío de aeronaves, estas no habían llegado.
“Estamos trabajando con seis helicópteros en el rescate de los afectados. Ya fue solicitada la ayuda internacional, pero con nuestros helicópteros hemos podido evacuar a una importante cantidad de víctimas”, dijo Daniel Gallardo, presidente de la CNE.
Sin embargo, los equipos de la Cruz Roja, Bomberos y la policía trabajaron durante toda la noche para tratar de llegar hasta las zonas devastadas y ofrecer ayuda a las víctimas del terremoto.
“Una de las principales debilidades en la atención de esta emergencia fue el no poder tener acceso por la vía terrestre”, explicó Gallardo.
Costa Rica es un país sumamente vulnerable a los sismos, y aunque existen buenos planes para la reducción de los efectos derivados de las amenazas, estos por lo general no son puestos en práctica.
La omisión de recomendaciones de grupos técnicos, la falta de ejecución de un Plan Nacional de Emergencias, la falta de dinero para la CNE, son las principales debilidades que enfrenta el país ante los desastres naturales, según una investigación de la Universidad de Costa Rica.
Aunque el país cuenta con planes para mitigar el impacto de los desastres provocados por procesos naturales como el terremoto del jueves, y la identificación de amenazas y establecimiento de sistemas de alerta temprana, continúa careciendo de procedimientos que permitan su ejecución, indica la investigación.
“La falta de aplicabilidad de recomendaciones técnicas, el olvido de tragedias anteriores, la carencia de recursos económicos son algunos de los factores que se oponen a la cultura de prevención de desastres naturales”, señala.
A modo de ejemplo, se indica que cuando ocurre la emergencia, la población se alarma, pero al pasar el tiempo y el efecto del fenómeno natural vuelve a sus respectivas ocupaciones y se olvida de los signos de peligro.
El terremoto del jueves provocó la muerte de al menos 15 personas, la desaparición de unas 40 y más de 1.400 damnificados, que se encuentran en albergues, según informes de la Comisión.
A las 4.30 p.m. se tenían contabilizadas 138 casas destruidas en toda la zona de Carrizal, Vara Blanca y San Miguel de Sarapiquí. Otras 30 estaban en peligro.
Aunque existen planes para su reducción, por lo general no son puestos en práctica
Yessenia Garita
ygarita@larepublica.net
Aunque las labores efectuadas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para el rescate de las víctimas del terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter en Poás de Alajuela han sido idóneas, el país requiere mejorar algunos aspectos en la atención de emergencias.
Una mayor eficiencia en la solicitud y trámite de ayuda internacional, falta de ejecución de un plan nacional de emergencias, y carencia de dinero para la CNE son las principales debilidades que enfrenta el país ante la amenaza de desastres naturales.
“Los protocolos para solicitar la ayuda internacional deberían ser más ágiles y activarse de inmediato cuando sucede una emergencia, deberían realizarse simulacros y no activar los procedimientos cuando sucede la emergencia”, indicó Héctor Chaves, director de Bomberos.
“La ayuda internacional debió solicitarse de inmediato cuando sucedió la tragedia, porque es una forma importante para el rescate de las víctimas”, agregó Chaves.
Sin embargo, esto no sucedió. Ayer por la tarde, aunque se contaba con el ofrecimiento de los gobiernos estadounidense y colombiano para el envío de aeronaves, estas no habían llegado.
“Estamos trabajando con seis helicópteros en el rescate de los afectados. Ya fue solicitada la ayuda internacional, pero con nuestros helicópteros hemos podido evacuar a una importante cantidad de víctimas”, dijo Daniel Gallardo, presidente de la CNE.
Sin embargo, los equipos de la Cruz Roja, Bomberos y la policía trabajaron durante toda la noche para tratar de llegar hasta las zonas devastadas y ofrecer ayuda a las víctimas del terremoto.
“Una de las principales debilidades en la atención de esta emergencia fue el no poder tener acceso por la vía terrestre”, explicó Gallardo.
Costa Rica es un país sumamente vulnerable a los sismos, y aunque existen buenos planes para la reducción de los efectos derivados de las amenazas, estos por lo general no son puestos en práctica.
La omisión de recomendaciones de grupos técnicos, la falta de ejecución de un Plan Nacional de Emergencias, la falta de dinero para la CNE, son las principales debilidades que enfrenta el país ante los desastres naturales, según una investigación de la Universidad de Costa Rica.
Aunque el país cuenta con planes para mitigar el impacto de los desastres provocados por procesos naturales como el terremoto del jueves, y la identificación de amenazas y establecimiento de sistemas de alerta temprana, continúa careciendo de procedimientos que permitan su ejecución, indica la investigación.
“La falta de aplicabilidad de recomendaciones técnicas, el olvido de tragedias anteriores, la carencia de recursos económicos son algunos de los factores que se oponen a la cultura de prevención de desastres naturales”, señala.
A modo de ejemplo, se indica que cuando ocurre la emergencia, la población se alarma, pero al pasar el tiempo y el efecto del fenómeno natural vuelve a sus respectivas ocupaciones y se olvida de los signos de peligro.
El terremoto del jueves provocó la muerte de al menos 15 personas, la desaparición de unas 40 y más de 1.400 damnificados, que se encuentran en albergues, según informes de la Comisión.
A las 4.30 p.m. se tenían contabilizadas 138 casas destruidas en toda la zona de Carrizal, Vara Blanca y San Miguel de Sarapiquí. Otras 30 estaban en peligro.