Competitividad país a prueba por apertura celular
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 18 junio, 2010
Competitividad país a prueba por apertura celular
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
La capacidad del país para atender un nuevo negocio como las telecomunicaciones, es un juego que puede valer unos $20 millones en inversión y 3.500 en nuevos empleos.
Esa conclusión quedó en evidencia durante el AmCham Competitiveness Summit, realizado esta semana y organizado por la Cámara Costarricense Norteamericana de Comercio.
Durante la actividad, desfilaron varios responsables del sector telecomunicaciones —tanto empresarios como reguladores—, quienes coincidieron en que el proceso de apertura pondrá a prueba los avances en competitividad.
Primero, es necesario superar una serie de escollos como la necesidad de reglas claras, seguridad jurídica e iguales condiciones para todos los que participan en el mercado de telecomunicaciones. Igualmente, una mayor celeridad para definir plazos y trámites.
De darse las condiciones y en la medida en que estas empresas privadas entren al mercado y resuelvan debilidades como la penetración de la telefonía celular e Internet de banda ancha, la economía crecerá significativamente.
“Hay evidencia de que por cada 10% de aumento en la penetración de banda ancha, logramos aumentar el producto interno bruto en un 0,5%”, expresó Carlos Gallegos, socio de telecomunicaciones de Deloitte.
Llegar a esos niveles necesitará de un Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ágil y competitivo, que obligue a los nuevos participantes a invertir y ser eficientes.
“Necesitamos una agenda digital, que no se vea frenada por los trámites propios de las entidades públicas. Esas condiciones resultan vitales para dar un salto en oportunidades y aumento de la productividad”, aseveró Eduardo Doryan, presidente ejecutivo del ICE.
El mercado local es apetecido por las multinacionales porque los usuarios de telefonía móvil tienen ingresos más altos que el promedio del resto de la región.
Es por ello que el ingreso a Costa Rica, además de ser estratégico para que las multinacionales logren presencia regional, representa una oportunidad interesante y fungir como socios del desarrollo-país, comentó Roberto Mendoza, director ejecutivo de asuntos corporativos de Cable&Wireless.
En el evento se discutió de temas generales que entraban negocios en aspectos ajenos al de telecomunicaciones pero igualmente vitales.
“Comunidad empresarial, Estado y ciudadanía debemos trabajar en conjunto por el desarrollo de esta nación. El adelanto en los índices de competitividad sin duda mejorará la imagen de nuestro país a nivel mundial, lo que traerá consigo crecimiento económico para la Costa Rica que todos queremos”, afirmó Luis Gamboa, presidente de la AmCham.
La principal debilidad del país es la montaña de trámites que deben enfrentar los empresarios que pretenden instalar negocios, así como la calidad de la infraestructura nacional, que pone en desventaja competitiva al país.
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
La capacidad del país para atender un nuevo negocio como las telecomunicaciones, es un juego que puede valer unos $20 millones en inversión y 3.500 en nuevos empleos.
Esa conclusión quedó en evidencia durante el AmCham Competitiveness Summit, realizado esta semana y organizado por la Cámara Costarricense Norteamericana de Comercio.
Durante la actividad, desfilaron varios responsables del sector telecomunicaciones —tanto empresarios como reguladores—, quienes coincidieron en que el proceso de apertura pondrá a prueba los avances en competitividad.
Primero, es necesario superar una serie de escollos como la necesidad de reglas claras, seguridad jurídica e iguales condiciones para todos los que participan en el mercado de telecomunicaciones. Igualmente, una mayor celeridad para definir plazos y trámites.
De darse las condiciones y en la medida en que estas empresas privadas entren al mercado y resuelvan debilidades como la penetración de la telefonía celular e Internet de banda ancha, la economía crecerá significativamente.
“Hay evidencia de que por cada 10% de aumento en la penetración de banda ancha, logramos aumentar el producto interno bruto en un 0,5%”, expresó Carlos Gallegos, socio de telecomunicaciones de Deloitte.
Llegar a esos niveles necesitará de un Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ágil y competitivo, que obligue a los nuevos participantes a invertir y ser eficientes.
“Necesitamos una agenda digital, que no se vea frenada por los trámites propios de las entidades públicas. Esas condiciones resultan vitales para dar un salto en oportunidades y aumento de la productividad”, aseveró Eduardo Doryan, presidente ejecutivo del ICE.
El mercado local es apetecido por las multinacionales porque los usuarios de telefonía móvil tienen ingresos más altos que el promedio del resto de la región.
Es por ello que el ingreso a Costa Rica, además de ser estratégico para que las multinacionales logren presencia regional, representa una oportunidad interesante y fungir como socios del desarrollo-país, comentó Roberto Mendoza, director ejecutivo de asuntos corporativos de Cable&Wireless.
En el evento se discutió de temas generales que entraban negocios en aspectos ajenos al de telecomunicaciones pero igualmente vitales.
“Comunidad empresarial, Estado y ciudadanía debemos trabajar en conjunto por el desarrollo de esta nación. El adelanto en los índices de competitividad sin duda mejorará la imagen de nuestro país a nivel mundial, lo que traerá consigo crecimiento económico para la Costa Rica que todos queremos”, afirmó Luis Gamboa, presidente de la AmCham.
La principal debilidad del país es la montaña de trámites que deben enfrentar los empresarios que pretenden instalar negocios, así como la calidad de la infraestructura nacional, que pone en desventaja competitiva al país.