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Científicos de la UCR descubren antibiótico contra hongos

Karla Barquero karlabarquero.asesora@larepublica.net | Sábado 05 noviembre, 2016


El estudio del comportamiento de las hormigas derivó en el hallazgo del antibiótico. Shutterstock/La República.


Un nuevo medicamento contra los hongos que afectan la salud de las personas fue descubierto en el país por científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR).

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Fue gracias a un estudio de las formas de interacción de las hormigas que se logró el hallazgo de este antibiótico que tiene la capacidad de inhibir el crecimiento de la Candida albicans, un hongo muy conocido que afecta a los humanos.

Gracias a esto posee un alto potencial de ser desarrollado para uso terapéutico.

Los investigadores descubrieron que las hormigas cultivan un hongo para protegerse y alimentarse. En ese hongo, crece una bacteria que es la que produce el antibiótico.

Tanto las hormigas como el hongo y la bacteria mantienen una relación de mutualismo; es decir que se asocian para beneficiarse.

En este caso, las bacterias protegen a los hongos de los que se alimentan las hormigas; y estos insectos proveen nutrientes a las bacterias y las condiciones adecuadas para su supervivencia.

“Nosotros estudiamos los microbios en su ambiente natural, cómo se relacionan entre sí y con sus hospederos. También estudiamos a los microbios que protegen a los insectos sociales de enfermedades, como en el caso de las hormigas”, explicó Adrián Pinto, investigador de la UCR.

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El antibiótico se localizó tras realizar dos aislamientos bacterianos en 2013 en dos hormigueros cercanos uno del otro.

Está compuesto de una estructura parecida a la Nistatina A1 y a la Amfotericina B, dos reconocidos antimicóticos (tratamientos contra hongos) que forman parte de la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, esas sustancias se caracterizan por su alta toxicidad, por lo que no son beneficiosas para los humanos y de ahí recae la importancia de alternativas para reemplazarlas.

El material biológico que se estudió se encuentra en Sarapiquí en la Estación Biológica La Selva, de la Organización de Estudios Tropicales (OET), consorcio de universidades, a la que pertenece la UCR.

Y es por el lugar donde fue hallado que al antibiótico lo bautizaron como Selvamicina.

Este proyecto se realizó junto con la Universidad de Harvard y la Universidad de Wisconsin de Estados Unidos y ya la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos realizó un artículo sobre este nuevo medicamento.

“La Selvamicina es un miembro atípico de una clase clínicamente importante de agentes antimicóticos y parece tener dos de las mejores propiedades terapéuticas y un mecanismo distinto de acción”, describió la academia.







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