Chinos compran propiedades en el exterior
Bloomberg | Martes 15 julio, 2014
Chinos compran propiedades en el exterior
Los chinos ricos vienen transfiriendo desde hace años dinero por valor de miles de millones al exterior, adquiriendo bienes raíces costosos en mercados como Nueva York, Sydney y Vancouver pese a las restricciones cambiarias de su país.
Ahora, se ve con mayor claridad una manera en que podrían estar haciéndolo. La semana pasada, cuando Televisión Central de China dio a conocer las acusaciones de lavado de dinero contra Bank of China Ltd., el informe de la televisora estatal trajo aparejada la revelación de un programa gubernamental no anunciado previamente que permite a los individuos transferir sus yuanes y convertirlos en dólares u otras monedas en el exterior.
Ofrecido por algunos bancos en la provincia de Guangdong, en el sur, al otro lado de la frontera con Hong Kong, el programa de ensayo se introdujo en 2011 para compras de propiedades en el exterior y para emigración y no constituye lavado de dinero, declaró Banco de China. Las transferencias fueron autorizadas por los reguladores a quienes fueron debidamente informadas, según el banco.
“Lo que esto demuestra es que el gobierno viene tratando de internacionalizar los renminbi desde hace más tiempo del que creíamos. Me siento más bien entusiasmado por esta noticia porque es el rumbo que deben tomar”, manifestó Jim Antos, analista de Mizuho Securities Ltd. con sede en Hong Kong, usando el nombre oficial de la moneda de China y refiriéndose al objetivo enunciado tiempo atrás por los diseñadores de la política de permitir que el yuan sea libremente convertible a otras monedas.
Las normas cambiarias de China limitan a $50 mil por año el monto máximo de yuanes que los individuos pueden convertir y les prohíben transferir la moneda al exterior directamente. Los diseñadores de la política adoptaron medidas en los últimos años, entre otras permitir movimientos más libres de capital hacia y desde China, en tanto se proponen reforzar la estatura global del yuan que todavía no es totalmente convertible.
“Hay un aspecto positivo en este incidente ya que podría obligar a los reguladores a abordar el problema de una manera más abierta y transparente. Es una tendencia irreversible”, afirmó Zhou Hao, economista con sede en Shanghái en Australia New Zealand Banking Group Ltd.
Bloomberg