¡Campeón das pena!

Carmelos desnudan las inmensas carencias liguistas

Sin ideas ni clase ni estilo, la Liga es un caos futbolístico hoy por hoy. El repasón de 3-1 que sufrió este domingo ante el Carmelita es apenas otro aviso de un equipo, que al igual que en los juegos anteriores, se ve mal y mucho.

El conjunto manudo en su propio campo se vio desorientado, aunque teóricamente era visita, permitió que el equipo más débil del certamen, tanto en planilla como infraestructura y organización, lo humillara. No es menospreciar al Carmelita, pero las diferencias entre ambos conjuntos en teoría son abismales.
Más allá de lo que se supone, el gane verdolaga a todas luces fue merecido. El equipo de Orlando de León fue el que al menos durante la inicial manejó mejor el balón y llevó peligro al marco de Alfonso Quesada, que antes de encajar el primero, ya había sacado un par de buenos remates.
Cómo le hizo daño a los erizos el balón parado, las tres dianas carmelas llegaron por esa vía con la conexión Berny Solórzano - Eduardo Gómez, primero dos tiros de esquina calcados a la cabeza del defensor que nunca recibió el apremio de la marca, en especial de Jorge Davis.
El tercero fue apenas iniciada la segunda parte, tras otro centro que picó en el área y Gómez cerró al segundo palo para el triplete del capitán verdolaga. Ya era goleada.
El tanto de Armando Alonso apenas maquilla el marcador, pues se vio más por una subida circunstancial de Álvaro Sánchez por la banda, que por la construcción de trabajo colectivo.
Carmelita juega con la necesidad propia de un equipo que ve cerca el descenso, pero que al menos ya salió del sótano y dejó en esa plaza de momento a un irreconocible campeón nacional. Ironías del fútbol hubo, si hoy los alajuelenses extrañan a Óscar Ramírez.

Sergio Alvarado

Para La República