Brasil se convierte en acreedor neto por primera vez
| Lunes 25 febrero, 2008
Brasil se convierte en acreedor neto por primera vez
Sao Paulo - Brasil, el mayor deudor entre los países emergentes durante décadas, se transformó por primera vez en enero en un acreedor neto extranjero.
Las reservas internacionales, abultadas por las exportaciones récord de materias primas agrícolas, petróleo y los ingresos de inversiones, superaron las deudas extranjeras brutas el mes pasado en unos $4.000 millones, informó el Banco Central do Brasil en un informe.
“Este es el acontecimiento económico más significativo que ha ocurrido en Brasil en mucho tiempo”, dijo David Cortes, quien administra deuda de mercados emergentes por unos $200.000 millones, entre ellos bonos brasileños, para la firma BullTick LLC.
La llegada a la categoría de acreedor neto podría aumentar la confianza de los inversores en la mayor economía de América Latina y ayudar al país a ganar su calificación de grado de inversión. En diciembre del 2005, Brasil canceló su duda con el Fondo Monetario Internacional, la entidad crediticia con sede en Washington que rescató al país a lo largo de cuatro décadas.
“Esto es inédito en la historia de nuestra economía”, dijo la entidad con sede en Brasilia.
Las exportaciones brasileñas se triplicaron desde que asumió el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el 2003 debido a una creciente demanda de soja, mineral de hierro, carne y automóviles. Acompañó a esto, un aumento en la inversión externa directa, que incluye compra de acciones y bonos por parte de no residentes, lo que hizo apreciar la moneda hoy a su máximo nivel en más de ocho años.
Los compradores extranjeros de bonos se han visto atraídos por las expectativas de que el país pueda obtener la calificación de grado de inversión este año o el próximo, lo que convertirá a los bonos brasileños en los segundos de mejor desempeño en el mundo en los últimos cinco años, con una rentabilidad del 191%, según JPMorgan Chase & Co. Sólo los bonos ecuatorianos, que ganaron el 234%, subieron más.
“Es la confirmación de una buena tendencia que probablemente llevará al grado de inversión para Brasil”, dijo Cristina Panait, estratega de mercados emergentes de Payden & Rygel, que administra más de $50.000 millones en activos. “Brasil está en el camino correcto”, agregó.
Las reservas internacionales, incluidas efectivo y otros activos financieros, subieron a un récord de $171.600 millones en enero, más de 10 veces los $17.000 millones que tenía el país cuando Lula asumió el gobierno. A fines del 2003, la deuda de Brasil superaba las reservas internacionales por $165.000 millones, dijo el banco.
El banco central ha comprado dólares estadounidenses en mercados extranjeros casi todos los días desde julio de 2006 para frenar la apreciación del real y aumentar las reservas internacionales.
Obtener la calificación de grado de inversión podría llevar más tiempo del que esperan algunos analistas a no ser que Brasil reduzca los gastos e impuestos, según inversores como Jaime Valdivia. El informe de hoy resalta que el servicio de la deuda está controlado pero que no necesariamente eso significa que el país sea solvente.
“Hay una diferencia sutil pero profunda entre liquidez y solvencia”, dijo Valdivia, quien administra unos $1.000 millones en activos de mercados emergentes para Emerging Sovereign Group, en Nueva York. “El país necesita primero atender ciertos temas fiscales”, dijo.
Sao Paulo - Brasil, el mayor deudor entre los países emergentes durante décadas, se transformó por primera vez en enero en un acreedor neto extranjero.
Las reservas internacionales, abultadas por las exportaciones récord de materias primas agrícolas, petróleo y los ingresos de inversiones, superaron las deudas extranjeras brutas el mes pasado en unos $4.000 millones, informó el Banco Central do Brasil en un informe.
“Este es el acontecimiento económico más significativo que ha ocurrido en Brasil en mucho tiempo”, dijo David Cortes, quien administra deuda de mercados emergentes por unos $200.000 millones, entre ellos bonos brasileños, para la firma BullTick LLC.
La llegada a la categoría de acreedor neto podría aumentar la confianza de los inversores en la mayor economía de América Latina y ayudar al país a ganar su calificación de grado de inversión. En diciembre del 2005, Brasil canceló su duda con el Fondo Monetario Internacional, la entidad crediticia con sede en Washington que rescató al país a lo largo de cuatro décadas.
“Esto es inédito en la historia de nuestra economía”, dijo la entidad con sede en Brasilia.
Las exportaciones brasileñas se triplicaron desde que asumió el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el 2003 debido a una creciente demanda de soja, mineral de hierro, carne y automóviles. Acompañó a esto, un aumento en la inversión externa directa, que incluye compra de acciones y bonos por parte de no residentes, lo que hizo apreciar la moneda hoy a su máximo nivel en más de ocho años.
Los compradores extranjeros de bonos se han visto atraídos por las expectativas de que el país pueda obtener la calificación de grado de inversión este año o el próximo, lo que convertirá a los bonos brasileños en los segundos de mejor desempeño en el mundo en los últimos cinco años, con una rentabilidad del 191%, según JPMorgan Chase & Co. Sólo los bonos ecuatorianos, que ganaron el 234%, subieron más.
“Es la confirmación de una buena tendencia que probablemente llevará al grado de inversión para Brasil”, dijo Cristina Panait, estratega de mercados emergentes de Payden & Rygel, que administra más de $50.000 millones en activos. “Brasil está en el camino correcto”, agregó.
Las reservas internacionales, incluidas efectivo y otros activos financieros, subieron a un récord de $171.600 millones en enero, más de 10 veces los $17.000 millones que tenía el país cuando Lula asumió el gobierno. A fines del 2003, la deuda de Brasil superaba las reservas internacionales por $165.000 millones, dijo el banco.
El banco central ha comprado dólares estadounidenses en mercados extranjeros casi todos los días desde julio de 2006 para frenar la apreciación del real y aumentar las reservas internacionales.
Obtener la calificación de grado de inversión podría llevar más tiempo del que esperan algunos analistas a no ser que Brasil reduzca los gastos e impuestos, según inversores como Jaime Valdivia. El informe de hoy resalta que el servicio de la deuda está controlado pero que no necesariamente eso significa que el país sea solvente.
“Hay una diferencia sutil pero profunda entre liquidez y solvencia”, dijo Valdivia, quien administra unos $1.000 millones en activos de mercados emergentes para Emerging Sovereign Group, en Nueva York. “El país necesita primero atender ciertos temas fiscales”, dijo.