Betancourt reivindica golpes militares
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 03 julio, 2010
Betancourt reivindica golpes militares
En aniversario de su rescate pide a FARC pruebas de buena fe para acuerdo humanitario
La ex rehén de las FARC Íngrid Betancourt reivindicó los golpes militares contra esa guerrilla como el que permitió su rescate, del que el viernes se cumplieron dos años, y les pidió a los rebeldes “pruebas de buena fe” que demuestren que verdaderamente aspiran a un acuerdo humanitario.
“Necesitamos pruebas de buena fe de las FARC para el acuerdo humanitario. No queremos ser idiotas útiles de una estrategia que prolongue la guerra”, expresó Betancourt en Bogotá durante la conmemoración del segundo aniversario de la Operación Jaque, que el 2 de julio de 2008 permitió su rescate y el de otros 14 cautivos, tres de ellos estadounidenses.
Insistió en que hasta ahora “lo que más éxito” ha dado en la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “han sido las operaciones militares” como Jaque y la reciente Camaleón, por la que el pasado 13 de junio fueron rescatados tres policías y un militar que llevaban unos 12 años secuestrados.
Para la ex candidata presidencial colombiana, que estuvo secuestrada durante casi seis años y medio, las FARC “a partir de los 80 dejaron de ser un grupo rebelde y se volvieron un cartel de la droga con jerarquía militar”.
En manos del máximo jefe de las FARC, Guillermo León Sáenz, alias “Alfonso Cano”, está la “disyuntiva” de mantener a la guerrilla en ese “aislamiento” en que vive o “volverla una opción para que Colombia sea la que soñamos”, reflexionó Betancourt, quien también tiene nacionalidad francesa.
Tras estar ausente de la vida pública prácticamente durante el último año y medio, refugiada en París, donde prepara un libro sobre su experiencia en cautiverio, Betancourt regresó a Colombia, acompañada de su hija, para participar en la conmemoración del segundo aniversario de Jaque.
También estuvieron en la ceremonia oficial los altos mandos castrenses del país, los cuatro liberados en la Operación Camaleón y los 11 policías y militares que fueron rescatados junto con Betancourt, pero no los tres estadounidenses (Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell), aunque su presencia había sido anunciada.
En la Operación Jaque, considerada casi una obra maestra de inteligencia, un grupo de militares se hizo pasar por personal humanitario y sin disparar un solo tiro liberó a 15 rehenes de las FARC, algunos de los cuales pasaron más de diez años cautivos en la selva.
Algunos “errores” del operativo salieron a la luz poco después, como el uso indebido por parte de militares que participaron en el operativo del emblema del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), algo por lo que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe pidió disculpas.
El ahora presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, era ministro de Defensa cuando se ejecutó Jaque y Betancourt tuvo el viernes un recuerdo especial para él.
“Estoy muy tranquila y confiada en el futuro de Colombia”, subrayó la ex rehén al anotar que con la elección de Santos, a quien calificó como un “gran amigo”, su país va “por buen camino”.
Sin embargo, no quiso pronunciarse sobre si baraja volver a la actividad política formando parte del Gobierno de “unidad nacional” propuesto por Santos y se limitó a decir: “Ya veremos lo que Dios quiere”.
Betancourt también quiso rendir un homenaje a los héroes anónimos de la Operación Jaque y mandó un mensaje de “esperanza” a los que siguen cautivos en la selva.
“Tengan fe, ustedes también van a tener su momento de libertad. Que se dé otro milagro para que los traigamos a todos y podamos reunirnos todos. Yo sé que eso lo vamos a lograr”, enfatizó.
El general de la Policía Luis Herlindo Mendieta, rescatado en la Operación Camaleón, comentó por su parte que “no se va a bajar la guardia para sacar” de la selva a los que siguen allí y exigió a las FARC que los liberen a todos “inmediatamente” porque “ya pasaron muchísimos años de vejámenes y torturas”.
“El secuestrado es una persona que se está ahogando y siempre está esperando un salvavidas”, dijo Mendieta al explicar que, por ello, cualquier gestión para lograr más liberaciones es “bienvenida”.
La senadora opositora Piedad Córdoba y miembros de la Iglesia católica han revelado en estos días que siguen “trabajando” en la búsqueda de un acuerdo de paz, y que hay “perspectivas” de liberación de los 19 policías y militares (17, según las FARC) que los rebeldes pretenden canjear por guerrilleros presos.
Bogotá
EFE
En aniversario de su rescate pide a FARC pruebas de buena fe para acuerdo humanitario
La ex rehén de las FARC Íngrid Betancourt reivindicó los golpes militares contra esa guerrilla como el que permitió su rescate, del que el viernes se cumplieron dos años, y les pidió a los rebeldes “pruebas de buena fe” que demuestren que verdaderamente aspiran a un acuerdo humanitario.
“Necesitamos pruebas de buena fe de las FARC para el acuerdo humanitario. No queremos ser idiotas útiles de una estrategia que prolongue la guerra”, expresó Betancourt en Bogotá durante la conmemoración del segundo aniversario de la Operación Jaque, que el 2 de julio de 2008 permitió su rescate y el de otros 14 cautivos, tres de ellos estadounidenses.
Insistió en que hasta ahora “lo que más éxito” ha dado en la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “han sido las operaciones militares” como Jaque y la reciente Camaleón, por la que el pasado 13 de junio fueron rescatados tres policías y un militar que llevaban unos 12 años secuestrados.
Para la ex candidata presidencial colombiana, que estuvo secuestrada durante casi seis años y medio, las FARC “a partir de los 80 dejaron de ser un grupo rebelde y se volvieron un cartel de la droga con jerarquía militar”.
En manos del máximo jefe de las FARC, Guillermo León Sáenz, alias “Alfonso Cano”, está la “disyuntiva” de mantener a la guerrilla en ese “aislamiento” en que vive o “volverla una opción para que Colombia sea la que soñamos”, reflexionó Betancourt, quien también tiene nacionalidad francesa.
Tras estar ausente de la vida pública prácticamente durante el último año y medio, refugiada en París, donde prepara un libro sobre su experiencia en cautiverio, Betancourt regresó a Colombia, acompañada de su hija, para participar en la conmemoración del segundo aniversario de Jaque.
También estuvieron en la ceremonia oficial los altos mandos castrenses del país, los cuatro liberados en la Operación Camaleón y los 11 policías y militares que fueron rescatados junto con Betancourt, pero no los tres estadounidenses (Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell), aunque su presencia había sido anunciada.
En la Operación Jaque, considerada casi una obra maestra de inteligencia, un grupo de militares se hizo pasar por personal humanitario y sin disparar un solo tiro liberó a 15 rehenes de las FARC, algunos de los cuales pasaron más de diez años cautivos en la selva.
Algunos “errores” del operativo salieron a la luz poco después, como el uso indebido por parte de militares que participaron en el operativo del emblema del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), algo por lo que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe pidió disculpas.
El ahora presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, era ministro de Defensa cuando se ejecutó Jaque y Betancourt tuvo el viernes un recuerdo especial para él.
“Estoy muy tranquila y confiada en el futuro de Colombia”, subrayó la ex rehén al anotar que con la elección de Santos, a quien calificó como un “gran amigo”, su país va “por buen camino”.
Sin embargo, no quiso pronunciarse sobre si baraja volver a la actividad política formando parte del Gobierno de “unidad nacional” propuesto por Santos y se limitó a decir: “Ya veremos lo que Dios quiere”.
Betancourt también quiso rendir un homenaje a los héroes anónimos de la Operación Jaque y mandó un mensaje de “esperanza” a los que siguen cautivos en la selva.
“Tengan fe, ustedes también van a tener su momento de libertad. Que se dé otro milagro para que los traigamos a todos y podamos reunirnos todos. Yo sé que eso lo vamos a lograr”, enfatizó.
El general de la Policía Luis Herlindo Mendieta, rescatado en la Operación Camaleón, comentó por su parte que “no se va a bajar la guardia para sacar” de la selva a los que siguen allí y exigió a las FARC que los liberen a todos “inmediatamente” porque “ya pasaron muchísimos años de vejámenes y torturas”.
“El secuestrado es una persona que se está ahogando y siempre está esperando un salvavidas”, dijo Mendieta al explicar que, por ello, cualquier gestión para lograr más liberaciones es “bienvenida”.
La senadora opositora Piedad Córdoba y miembros de la Iglesia católica han revelado en estos días que siguen “trabajando” en la búsqueda de un acuerdo de paz, y que hay “perspectivas” de liberación de los 19 policías y militares (17, según las FARC) que los rebeldes pretenden canjear por guerrilleros presos.
Bogotá
EFE