Bebidas alcohólicas
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 09 abril, 2010
Bebidas alcohólicas
En honor de esta columna, quisiera a título personal aportar algunos insumos al respecto del tema de las bebidas alcohólicas.
En primer lugar se debe mucho respeto a las personas que por alguna razón sufren la enfermedad del alcoholismo o quienes sin padecerla no tienen control sobre sus actos y se exceden en su consumo, también a quienes injustamente sufren hoy indirectamente las consecuencias.
Estos son asuntos irrefutables y que se deben atender de manera preventiva con energía y sobre todo con creatividad, para tratar de minimizar al máximo los funestos efectos que el comportamiento de estos seres humanos provocan.
Sin embargo, no se debe satanizar a las bebidas nobles que contienen alcohol, el problema no está ahí, el asunto es cultural, de educación, es igual que las personas que al a ser agresivas no saben controlar sus impulsos y provocan accidentes automovilísticos, también en muchos casos mortales con su actitud, en ese caso las razones se encuentran mezcladas entre cuestiones genéticas y también de formación y entorno, lo que sucede es que en el caso del alcohol la causa puede ser constatable.
No pocos son los estudios que comprueban los beneficios de degustar apropiadamente ciertas bebidas como la cerveza y el vino, entre otras.
Conocer a la edad debida los propios límites, los efectos del exceso, consumir alimentos de buena calidad en compañía de bebidas alcohólicas, enseñar que jumarse ya no es “cool”, educar sobre las características, historia, propiedades y componentes de las bebidas, educar a los profesionales del servicio, tomar medidas cuando corresponda y no volver a cantar nunca más, sin el conocimiento de lo que representa para nuestra cultura y sus efectos, la canción “De la caña se hace el …”, romper con “la cultura troglodita del alcohol por el alcohol” para entrar al mundo del disfrute racional e inteligente de bebidas nobles y deliciosas.
Buen provecho y hasta la próxima semana.
En honor de esta columna, quisiera a título personal aportar algunos insumos al respecto del tema de las bebidas alcohólicas. En primer lugar se debe mucho respeto a las personas que por alguna razón sufren la enfermedad del alcoholismo o quienes sin padecerla no tienen control sobre sus actos y se exceden en su consumo, también a quienes injustamente sufren hoy indirectamente las consecuencias.
Estos son asuntos irrefutables y que se deben atender de manera preventiva con energía y sobre todo con creatividad, para tratar de minimizar al máximo los funestos efectos que el comportamiento de estos seres humanos provocan.
Sin embargo, no se debe satanizar a las bebidas nobles que contienen alcohol, el problema no está ahí, el asunto es cultural, de educación, es igual que las personas que al a ser agresivas no saben controlar sus impulsos y provocan accidentes automovilísticos, también en muchos casos mortales con su actitud, en ese caso las razones se encuentran mezcladas entre cuestiones genéticas y también de formación y entorno, lo que sucede es que en el caso del alcohol la causa puede ser constatable.
No pocos son los estudios que comprueban los beneficios de degustar apropiadamente ciertas bebidas como la cerveza y el vino, entre otras.
Conocer a la edad debida los propios límites, los efectos del exceso, consumir alimentos de buena calidad en compañía de bebidas alcohólicas, enseñar que jumarse ya no es “cool”, educar sobre las características, historia, propiedades y componentes de las bebidas, educar a los profesionales del servicio, tomar medidas cuando corresponda y no volver a cantar nunca más, sin el conocimiento de lo que representa para nuestra cultura y sus efectos, la canción “De la caña se hace el …”, romper con “la cultura troglodita del alcohol por el alcohol” para entrar al mundo del disfrute racional e inteligente de bebidas nobles y deliciosas.
Buen provecho y hasta la próxima semana.
Alfredo Echeverría
Director Ejecutivo Grupo HRS
aecheverria@grupohrs.com
Director Ejecutivo Grupo HRS
aecheverria@grupohrs.com