BCIE interesado en financiar tren eléctrico
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 28 junio, 2016
Una buena parte de los $1.200 millones que necesitaría el Gobierno para echar a andar el tren eléctrico interurbano metropolitano, estaría garantizada gracias al respaldo económico del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
De hecho, en estos momentos la entidad financiera regional ya realiza un estudio de demanda, para determinar la viabilidad del proyecto.
Sin embargo, los pasajeros que financiarían el proyecto están prácticamente garantizados, ya que diariamente unas 17 mil personas utilizan este sistema de transporte público en las rutas de San José con Río Segundo de Alajuela, Belén de Heredia y Cartago; además, se estima que conforme se habiliten más líneas o unidades, la demanda crecerá.
“El BCIE está interesado en apoyar iniciativas a favor de la infraestructura estratégica que requieren los países como parte de sus servicios para la competitividad y la sostenibilidad, por lo que hemos estado reuniéndonos con las autoridades responsables con el fin de acompañar propuestas que fortalezcan distintas modalidades de transporte público en Costa Rica, incluyendo el transporte ferroviario”, dijo Alberto Cortés, representante del BCIE en suelo nacional.
Para el BCIE, el hecho de que el Incofer esté habilitado para hacer contrataciones directas, sin tener que pasar por largos procesos de licitación pública, no significa menos transparencia, ya que en el caso del ICE, “este modelo ha funcionado”.
La idea del Incofer es que en 2020 el tren eléctrico opere entre La Sabana y Cartago en su primera fase, para un recorrido superior a los 20 kilómetros.
Para financiar el plan, pretendemos endeudarnos hasta por un 40% del valor de sus activos, por lo que podría obtener unos $400 millones en préstamos, mientras que los otros $800 millones que se requieren, vendrían de una alianza con el sector privado, dijo Guillermo Santana, presidente del Incofer.
Bajo este modelo de desarrollo, el Estado es dueño de la infraestructura, mientras que la empresa provee la operación del servicio, y el mantenimiento de las vías y los trenes por un plazo de unos 30 años. Ese es más o menos el caso de la ruta entre Valparaíso y Viña del Mar en Chile, que es de unos 50 kilómetros y que en principio sería el modelo de inversión que copiaríamos.
Se espera que en mayo de 2017 estén listos los estudios de factibilidad y el contrato de licitación.
El tren eléctrico interurbano conectará la Gran Área Metropolitana en las provincias de Alajuela, Heredia, San José y Cartago, con lo que se lograría una considerable reducción de las horas de viaje, acercando más estas provincias a sus ciudadanos y facilitando una reducción en las emisiones de gases contaminantes, al pasarse de un equipo rodante de diésel a uno eléctrico.
Paralelamente, se colocarían paradas de bus cercanas a las del tren, dentro de un concepto integral de manejo del transporte público, logrando una menor saturación de las vías. En este concepto, también habrá paradas de taxi cercanas en algunos puntos.
El proyecto que se plantea incluirá varios viaductos, por lo que no habrá peligro de choques, ni de aumentar la afectación de las presas.