Bajas militares de EE.UU. en Irak suman 4 mil
| Martes 25 marzo, 2008
Bajas militares de EE.UU. en Irak suman 4 mil
Bush sostuvo que estas muertes han “sentado las bases de la paz para generaciones venideras
Washington
EFE
La cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak alcanzó ayer los 4 mil con el fallecimiento de cuatro militares apenas unos días después de que la guerra entrara en su sexto año.
Además de los soldados, otros 1.500 contratistas y civiles estadounidenses han perdido la vida en Irak desde el comienzo de la invasión en 2003.
Según George W. Bush, presidente de Estados Unidos, esas muertes han “sentado las bases de la paz para generaciones venideras”.
Tras participar en una sesión informativa en el Departamento de Estado sobre la situación en el país árabe y los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos en el mundo, Bush afirmó que se esforzará en garantizar que la guerra se salde con “un resultado digno del sacrificio” de los caídos.
Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, aseguró que el mandatario -cuya popularidad, muy vinculada al conflicto, se encuentra en niveles bajos- no pasa un día sin pensar en los soldados muertos.
El jefe de la Casa Blanca participó ayer en una videoconferencia con el comandante de las tropas estadounidenses en Irak, el general David Petraeus, y el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Ryan Crocker, para escuchar su análisis sobre la situación.
Petraeus debe declarar ante el Congreso entre el 8 y el 9 de abril y Bush podría anunciar alguna decisión sobre los niveles de tropas después de esa intervención.
El hito de los 4 mil soldados muertos renovaron las críticas de la oposición demócrata a la guerra.
“Con 4 mil vidas estadounidenses perdidas y miles de heridos, muchos de ellos permanentemente, nos preguntamos cuánto tiempo más nuestras tropas continuarán sacrificándose por un Gobierno iraquí que no tiene la voluntad o es incapaz de asegurar su futuro”, afirmó la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
El Pentágono, que da su cifra oficial solamente después que se ha notificado a los familiares de los soldados muertos y heridos, registró 3.992 bajas fatales, de las cuales 3.253 ocurrieron en combate en Irak.
Antes de las cuatro muertes en el sur de Bagdad anunciadas ayer por el Ejército estadounidense, grupos como I-Casualties y Anti-War, opuestos a la guerra, contabilizaban 3.996 militares fallecidos en la guerra.
El costo humano para Estados Unidos aumenta con unos 30 mil soldados heridos y más de 100 mil ex combatientes que han retornado con problemas mentales, según el Departamento de Veteranos.
Las lesiones más frecuentes entre los soldados heridos en Irak son la conmoción cerebral y la destrucción de cráneo por el estallido de las bombas improvisadas que los insurgentes iraquíes han usado con éxito contra los vehículos militares.
Desde 2001 casi 1,5 millones de hombres y mujeres en uniforme han servido en las guerras de Afganistán e Irak, y el Ejército (de Tierra) junto con la Infantería de Marina, que son las armas más exigidas en estas operaciones, muestran indicios de desgaste. Más de 60 mil soldados han estado sometidos a suspensiones de bajas, extensiones de misión en zona de combate y retorno a Irak para dos, tres y hasta cuatro turnos en la guerra.
Una unidad, el Tercer Batallón del Regimiento 4 de la Infantería de Marina, ha ido cinco veces a la guerra.
Una encuesta del Centro para Nueva Seguridad de Estados Unidos mostró en febrero que el 88 por ciento de los oficiales militares, en servicio o retirados, cree que la fuerza militar del país está “sobreextendida en grado peligroso”.
Bush sostuvo que estas muertes han “sentado las bases de la paz para generaciones venideras
Washington
EFE
La cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak alcanzó ayer los 4 mil con el fallecimiento de cuatro militares apenas unos días después de que la guerra entrara en su sexto año.
Además de los soldados, otros 1.500 contratistas y civiles estadounidenses han perdido la vida en Irak desde el comienzo de la invasión en 2003.
Según George W. Bush, presidente de Estados Unidos, esas muertes han “sentado las bases de la paz para generaciones venideras”.
Tras participar en una sesión informativa en el Departamento de Estado sobre la situación en el país árabe y los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos en el mundo, Bush afirmó que se esforzará en garantizar que la guerra se salde con “un resultado digno del sacrificio” de los caídos.
Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, aseguró que el mandatario -cuya popularidad, muy vinculada al conflicto, se encuentra en niveles bajos- no pasa un día sin pensar en los soldados muertos.
El jefe de la Casa Blanca participó ayer en una videoconferencia con el comandante de las tropas estadounidenses en Irak, el general David Petraeus, y el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Ryan Crocker, para escuchar su análisis sobre la situación.
Petraeus debe declarar ante el Congreso entre el 8 y el 9 de abril y Bush podría anunciar alguna decisión sobre los niveles de tropas después de esa intervención.
El hito de los 4 mil soldados muertos renovaron las críticas de la oposición demócrata a la guerra.
“Con 4 mil vidas estadounidenses perdidas y miles de heridos, muchos de ellos permanentemente, nos preguntamos cuánto tiempo más nuestras tropas continuarán sacrificándose por un Gobierno iraquí que no tiene la voluntad o es incapaz de asegurar su futuro”, afirmó la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
El Pentágono, que da su cifra oficial solamente después que se ha notificado a los familiares de los soldados muertos y heridos, registró 3.992 bajas fatales, de las cuales 3.253 ocurrieron en combate en Irak.
Antes de las cuatro muertes en el sur de Bagdad anunciadas ayer por el Ejército estadounidense, grupos como I-Casualties y Anti-War, opuestos a la guerra, contabilizaban 3.996 militares fallecidos en la guerra.
El costo humano para Estados Unidos aumenta con unos 30 mil soldados heridos y más de 100 mil ex combatientes que han retornado con problemas mentales, según el Departamento de Veteranos.
Las lesiones más frecuentes entre los soldados heridos en Irak son la conmoción cerebral y la destrucción de cráneo por el estallido de las bombas improvisadas que los insurgentes iraquíes han usado con éxito contra los vehículos militares.
Desde 2001 casi 1,5 millones de hombres y mujeres en uniforme han servido en las guerras de Afganistán e Irak, y el Ejército (de Tierra) junto con la Infantería de Marina, que son las armas más exigidas en estas operaciones, muestran indicios de desgaste. Más de 60 mil soldados han estado sometidos a suspensiones de bajas, extensiones de misión en zona de combate y retorno a Irak para dos, tres y hasta cuatro turnos en la guerra.
Una unidad, el Tercer Batallón del Regimiento 4 de la Infantería de Marina, ha ido cinco veces a la guerra.
Una encuesta del Centro para Nueva Seguridad de Estados Unidos mostró en febrero que el 88 por ciento de los oficiales militares, en servicio o retirados, cree que la fuerza militar del país está “sobreextendida en grado peligroso”.