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Auditoría al Estado – La mayor forma de patriotismo

Felipe Guadamuz Flores redaccion@larepublica.net | Miércoles 16 septiembre, 2020

Felipe

Volando Guayabazos

El 14 de septiembre, cantamos a las 6 de la tarde el Himno Nacional. Este mes de la patria no se han visto banderas ni símbolos nacionales como se solían ver. Se podría decir que es un asunto de la pandemia, pero la merma en el patriotismo, conforme a la evidencia empírica, no es algo del 2020. Urge un cambio, adopción de valores perdidos y promover el amor por la patria, una forma de lograrlo es con transparencia y eficacia en la Administración Pública y para ello se necesitan cuentas claras las cuales se pueden lograr con una auditoría del Estado.

La comparecencia del Ministro de Hacienda ante la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa demuestran la necesidad de tener personas preparadas e idóneas para dirigir las distintas carteras. No es posible que un Ministro de Hacienda no tenga claro el porcentaje destinado a la asistencia social, pero habla de que es una gran cantidad. Por medio de una auditoría se podría determinar no solo cuán grande es esa cantidad sino quién debe abordar esos temas de manera técnica, no con nombramientos políticos de personas quienes muchas veces no cuentan con las destrezas profesionales suficientes para dirigir esos ministerios.

Las ocurrencias y el desconocimiento son pésimos elementos para generar política pública. No se puede asignar un presupuesto cuando ni siquiera se tienen claros los porcentajes en los cuales se gastan esos dineros, pero con una auditoría podríamos disminuir significativamente esas ocurrencias porque tendríamos un marco de referencia claro. Alemania es un ejemplo de ello. Después de la caída del muro de Berlín, se contrató a un consultor internacional, el cual realizó una serie de auditorías y propuestas en torno a la mejora del funcionamiento del Estado alemán, en especial por la reunión de Alemania del Este con Alemania Occidental. Hoy, Alemania, sigue siendo, a pesar de la pandemia, la economía más fuerte de Europa.

En Costa Rica, sin embargo, ni el gobierno ni la Asamblea Legislativa dan claridad ni responden de manera certera a las preguntas realizadas, recurriendo a términos técnicos, muchas veces mal empleados y siguiendo lo que da la impresión de ser un guion muy bien estructurado pero que no permite contestar preguntas fuera de él. Esto demuestra desconocimiento porque no hay claridad en la administración de los fondos públicos.

Enfocarse en el empleo público como el único disparador del gasto, sin tener toda la evidencia, podría constituirse en una conclusión de datos incompletos, la cual podría no estar abordando todo el panorama referente al gasto público. Cierto, hay un gasto considerable en remuneraciones personales, pero calificarlo como la única razón para el gasto excesivo podría no ser acorde con la realidad.

Una auditoría realizada por una empresa reconocida e imparcial quizá determinaría que también las contrataciones directas aumentan el gasto público porque tal vez no se estén aplicando las reglas como debe ser en los procesos de licitación. La evidencia empírica y los informes de la Contraloría General de la República así parecieran indicar. Otro elemento importante, mencionado por el diputado Vargas Víquez cuando interrogó al Ministro de Hacienda, fue el de los presupuestos de la Administración desconcentrada, es decir, aquella que no es de instituciones autónomas, pero funge como un apéndice de otra y tiene su propio presupuesto.

Instituciones como CONAVI, COSEVI, entre otras, no han demostrado ser lo suficientemente eficientes, conforme a los indicios y la evidencia empírica. Sin embargo, esto no es suficiente para afirmar de manera contundente su ineficiencia, porque necesitamos datos claros y sin una auditoría no los tenemos. Así lo exige el artículo 16 de la Ley General de la Administración Pública en el cual se ordena la necesidad de incluir el análisis técnico y científico en la toma de decisiones a nivel político de la Administración Pública, aunque muchas veces se haga caso omiso sobre este artículo.

Además, una auditoría al Estado costarricense podría determinar si la manera mediante la cual la Asamblea Legislativa se da su propio reglamento y directrices es o no idóneo y afín a los intereses públicos, pero no podemos determinarlo sin esa auditoría.

Por el tipo de cultura política en la cual vivimos y los intereses en juego de grandes sectores, tanto públicos como privados, la idea de auditar al Estado muy probablemente encontrará una férrea oposición tanto del sector público como del privado.

Lo bueno es que, cuando surja esa oposición, sabremos quiénes son los beneficiados con el desorden porque serán quienes tengan suficientes motivos y beneficios para no querer ordenar las finanzas del Estado y alzar la voz de manera directa o a través de interpósitas personas, como ocurrión con los arroceros y un reconocido periodista. En el momento en el cual alcen la voz, quedarán expuestos ante la opinión pública y sabremos quiénes se escondían en las sombras del desorden y del clientelismo politiquero.

Jagdish Bhagwati, el economista indio-estadounidense de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, expresó hace varios años las dos maneras mediante las cuales los estados cobran tributos a sus habitantes. La primera, por medio de la tributación directa, donde las personas pagan conforme a sus ingresos en un sistema formal. La segunda, por medio de la tributación indirecta, en la cual se paga con impuestos más que todo a bienes de primera necesidad. Es hora de analizar el sistema tributario y que se cobren impuestos coherentes y acordes a los ingresos, porque podría ser que mucha de la evasión tenga sus orígenes en cargas tributarias excesivas, tratamiento tributario preferencial o mal diseño de las normas tributarias.

No obstante, nada de esto se puede hacer si no se tiene clara la ruta de acción, la cual solo puede ser establecida después de un auditoraje externo de una empresa imparcial y no servil a los intereses politiqueros de ciertos sectores. El buen uso de las finanzas públicas para realmente servir al público es la mejor forma de hacer patria. ¡Feliz día de la Independencia y feliz mes de la patria!






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