Asegurados en medio de la batalla
| Miércoles 20 marzo, 2013
Pulso entre UCR y Caja
Asegurados en medio de la batalla
Pacientes del Este del Área Metropolitana temen consecuencias de cierre de centros de salud
Los asegurados del Este del Área Metropolitana quedaron en medio de las diferencias entre la Universidad de Costa Rica y el Seguro Social.
Se trata de unos 200 mil asegurados de Montes de Oca, Curridabat y La Unión, que son atendidos en los 45 centros de salud que dejarán de ser administrados por los universitarios.
La preocupación principal es con los adultos mayores, diabéticos, hipertensos, enfermos del corazón y otros pacientes cuyos males crónicos los obligan a asistir periódicamente a consulta.
A ellos se suman los 400 empleados, quienes no saben si tendrán trabajo a partir del 1° de abril.
La UCR exige a la Caja pagar más por la atención de los pacientes.
La segunda recurrió a los tribunales para impedir el abandono.
La Caja aún no dice cuál será el plan a seguir en caso de cierre y si otros centros de salud están preparados para asumir a la población que quedaría sin cobertura.
“Claro que tenemos un plan, pero ni siquiera quiero hablar de eso, yo estoy esperanzada en los recursos legales, en que se ordene a la Universidad no abandonar los servicios de salud que brinda”, dijo Ileana Balmaceda, presidenta de la Caja.
Pero lo cierto es que en los Ebais afectados, no están dando cita a los pacientes para después del Miércoles Santo.
“Se les está diciendo que vayan a la Clínica Central del Calderón Guardia, a la Carlos Durán, de Barrio Luján y a otros centros, porque no se puede engañar a la gente”, dijo Marcela Zamora, de la Junta de Salud de Montes de Oca.
Ahora, ellos tienen que acercarse a otros centros donde ya de por sí enfrentan problemas de largas filas y esperas, característicos del Seguro Social.
No continuar con la administración de los Ebais porque la prestación del servicio les ha dejado una pérdida de ¢5 mil millones es la decisión en firme de Henning Jensen, rector de la UCR.
“Nosotros les pagamos más (a la Universidad), pero que nos justifiquen bien por qué debemos hacerlo. Además ya sabemos que no quieren seguir con el servicio y no los estamos obligando, solo les pedimos un año mientras se elige al nuevo administrador”, dijo Balmaceda.
Sin embargo, la Universidad venía dando muestras de descontento y anticipó, desde hace varios meses, que dejaría los Ebais.
En diciembre pasado dio una prórroga, la cual vence el 31 de marzo.
Ayer en la tarde se dio un acercamiento entre ambas instituciones, pero casi tres horas de reunión no fueron suficientes para llegar a un arreglo.
De esa manera, la posibilidad del cierre sigue desvelando a muchos.
Entre las dos partes siempre ha existido muy buena relación, hay varios convenios, pero ahora se enfrascan en una lucha que ha llegado hasta los tribunales.
El descontento de la UCR inició por una resolución de la Contraloría General de la República, que impidió a los universitarios subcontratar una Fundación y los obligó a asumir directamente a los empleados.
En ese momento, el panorama cambió, explicó José Luis Valverde, director de relaciones públicas de la Caja.
“Cuando la Universidad asumió los trabajadores con los pluses y todo lo que tenía que pagarles, el negocio dejó de serle rentable y comenzó a tener pérdidas, pero eso no es culpa de la Caja”, aseguró Valverde.
Ana Cecilia Cruz
acruz@larepublica.net